Capítulo 33.

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Salir a ver las estrellas fue sin duda una de las ideas más maravillosas que habían tenido. Aunque lo vivido en el planetario el 22 de septiembre fue increíble, Seung Min también se veía feliz en la terraza del penthouse de Hyun Jin, admirando cómo el cielo de la noche se iluminaba ante sus ojos.

El castaño tenía al menor cerca de su cuerpo, rodéandole los hombros con un brazo, disfrutando el momento junto a él y mirando hacia la luna mientras sonreía. A pesar de que había mucha contaminación de luz en la ciudad, la vista era hermosa.

—Después compraré un telescopio, así podremos ver todo con más claridad —prometió el mayor.

Se quedaron un rato largo en ese sitio, contemplando el cielo nocturno y todo lo que los rodeaba, compartiendo suaves caricias y besos cargados de amor de vez en cuando. El mayor se sentía listo para empezar a acariciar la cintura ajena y pegar el cuerpo de Seung Min al suyo sólo un poco más, pero el mismo pelinegro lo detuvo al pronunciar su nombre.

—Hyun Jin.

—¿Sí? —Lo miró con una sonrisa.

—Perdón por lo repentino que es esto, pero... ¿Qué harás después de la graduación? ¿Quieres estudiar algo?

—Sí. Negocios Internacionales —respondió—. Hubo un tiempo en el cual sentí que mi padre sólo me estaba obligando porque él estudió lo mismo, pero ya lo pensé muy bien y sí es algo que me gustaría hacer.

—Yo quiero estudiar Fotografía —volteó a ver a su novio unos momentos—. Una vez que salga de Yeonkkot, quiero conseguir un trabajo de medio tiempo y estudiar en una universidad... Quiero trabajar duro hasta algún día tener mi propio estudio fotográfico, aunque todavía no sé si en Seúl.

—Y...

—¿Y?

—¡Te faltó decir que te casarás conmigo!

Seung Min rio bajito y le dio un beso corto en los labios a Hyun Jin, quien sólo lo miró con inmensa adoración al apartarse. Aunque el más alto demostraba querer estar a su lado para siempre, el pelinegro no dejaba de preguntarse si podrían continuar con su relación de esa manera incluso siendo estudiantes universitarios y teniendo menos tiempo libre, cosa que lo preocupaba inevitablemente.

—Como que ya está haciendo frío, ¿no? —Preguntó Seung Min de repente.

—Sí, tienes razón. Vamos adentro.

—Está bien.

Ya estaba decidido que Seung Min pasaría la noche con Hyun Jin. Se pusieron pijamas cálidos y estuvieron despiertos un rato más, viendo una serie en Netflix y comiendo unos cuantos bocadillos.

Se alistaron para ir a dormir, pero Hyun Jin comenzó a acariciar el cabello de su novio tan pronto como se acostaron en la cama, viéndolo con cariño y sonriéndole.

—Estuve pensando mucho en lo que dijo Felix...

—Y-yo también —se sonrojó un poco—. Incluso lo hablé con Ji Sung.

—Me puse a investigar y encontré algo que podemos probar... Está en mi cajón —confesó antes de darle un beso en los labios a Seung Min—. Dime, ¿te gustaría que fuéramos uno esta noche?

Seung Min sonrió de lado y asintió antes de volver a buscar la unión de sus labios con los del castaño.

El domingo por la tarde, Felix tardó aproximadamente dos horas en arreglarse antes de salir a visitar a Chan. Estaba ansioso por ver al mayor y pasar algo de tiempo con él, pero su ceño se frunció de inmediato cuando llegó a donde vivía a quien ya consideraba su chico y encontró en la puerta a un jovencito más o menos de su estatura con el cabello lacio y de un intenso color azul, abrazando por el cuello al otro australiano mientras ambos reían.

Lo suficientemente bueno [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora