Capítulo 37.

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—Nos vemos mañana, Dami —Jeong In se despidió de Ye Dam, quien se había hecho su mejor amigo en Yeonkkot después de que varios en su círculo social se graduaran meses atrás y nuevas personas llegaran a su vida.

—¡Espera! ¡Espera! Dijiste que tu novio vendría por ti hoy, ¿verdad?

—Sí —el ahora castaño miró hacia la puerta principal y alcanzó a reconocer el nuevo Cadillac de Chang Bin—. ¡Ahí está!

—¡Oh! ¡No parece universitario! —Señaló sorprendido.

—Es que es algo bajito —bromeó Jeong In—. En fin, tengo que irme. ¡Adiós!

—Hasta mañana, Innie.

Jeong In caminó tranquilamente hasta el vehículo de su novio y subió al asiento del copiloto. Chang Bin lo miró con una sonrisa y el menor devolvió el gesto de manera auténtica antes de saludar con un beso corto en los labios que se convirtió en tres o cuatro más, incapaz de resistirse al contrario.

Antes de poder disfrutar su tarde juntos, Chang Bin tenía que hacerle un favor a Min Ho y llevarle unas cosas para Soonie, Doongie y Dori, mismas que había ido a recoger en su lugar. Jeong In no tuvo problema alguno con eso.

Cuando llegaron a su destino, un empleado los dejó pasar inmediatamente y les indicó en dónde se encontraban Min Ho y su invitado. Agradecieron y pronto terminaron en el estudio del pelinegro. No les sorprendió demasiado que Ji Sung estuviera ahí, pero sí que su mano estuviera sujetando la del otro chico mientras éste parecía enseñarle con cierto orgullo un cuadro en la pared.

—Oh, mira eso... —Le dijo Chang Bin en voz baja a su novio, señalando las manos unidas de Min Ho y Ji Sung.

—¿Deberíamos regresar más tarde? —Sugirió Jeong In.

—Este premio no es tan impresionante. Tiene sentido que ahora estés estudiando algo relacionado a los números —comentaba Ji Sung, aún sin darse cuenta de que ya no estaban solos en aquella habitación y sin soltar la mano del pelinegro—. Cálculo, Álgebra, Probabilidad y Estadística... Nunca necesitaste mi ayuda con ese tipo de materias.

—Supongo que todos tenemos algo en lo que somos buenos —Min Ho se encogió de hombros—. ¿Qué hay de ti? Dijiste que no querías inscribirte en ninguna universidad, pero seguramente tienes otro plan...

—Me gustaría dedicarme a la música —respondió con simpleza.

Chang Bin carraspeó un poco, finalmente ganándose su atención y haciéndolos voltear.

—Odio interrumpir —habló el más bajo—, pero mis brazos se están cansando de sostener estas bolsas llenas de cosas para gatos.

Al notar la presencia de los otros dos chicos, Ji Sung se sonrojó un poco y soltó la mano ajena. Tal vez Min Ho pronto tendría que explicarle un par de cosas a sus amigos.

Mientras aquella reunión tomaba lugar, Felix se preparaba para salir hacia la casa de Chan. Sorprendentemente, eran Olivia –quien estaba de visita– y Rachel las que estaban ayudándolo a escoger la ropa que usaría.

—¿Qué tal esta camisa? Es linda —dijo la mayor mientras le enseñaba al pecoso una camisa de manga corta, blanca con rayas verticales de color azul marino.

—¿Estás loca? —Entre risas, Felix le quitó aquella prenda de las manos—. Esto me pide a gritos que no lo use. Con los jeans que quiero estrenar hoy, estaría insultando al mundo de la moda si te hago caso.

—Qué exagerado —comentó Olivia—. ¿Opinarás algo parecido sobre lo que yo elegí? —Le enseñó entonces una camiseta negra con un estampado de letras blancas.

Lo suficientemente bueno [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora