Capítulo 34.

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El tiempo avanza y hace que uno se acostumbre a una rutina hasta amarla u odiarla, que viva muchos momentos llenos de risas y otros llenos de lágrimas, que se enfrente a ciertos desafíos o que se sienta como si estuviera dentro de un sueño maravilloso... Seung Min pronto terminaría sus estudios en Yeonkkot, podría detenerse a pensar en qué le había dado el tiempo hasta ese momento y sentarse a imaginar qué le daría más adelante.

—¡Seung Min! —Felix logró devolverlo a la realidad con sólo decir su nombre.

Vio cómo el pecoso dejó un sobre encima de su pupitre para después dedicarle una sonrisa, pero él no estaba entendiendo lo que ocurría.

—¿Qué es esto?

—Estás invitado a mi fiesta de cumpleaños. Hablé con mis amigos, ya lo saben y prometieron no burlarse de ti ni decir cosas estúpidas, así que te espero, eh. No es necesario que compres un regalo.

—¡Oh! Gracias por tomarme en cuenta, Felix —sonrió de lado—. Pero no soy el tipo de persona que disfruta las fiestas a tu estilo... Si organizas algo más tranquilo, te prometo que iré, ¿está bien?

—¿Seguro? Chan hyung estará ahí, si es que no cambia su plan de repente —puso ojos en blanco y suspiró para tratar de calmarse—. En fin, creo que Hyun Jin también quiere ir porque, como ya sabes, se perdió la fiesta del año pasado.

—Estoy seguro, sí —asintió y le regresó el sobre con la invitación—. Te lo agradezco, Felix, en serio.

—Está bien —hizo una breve pausa—. Por cierto, si sabes por qué Chan hyung está tan extraño conmigo, avísame. Si tiene que ver con Jeong In, voy a explotar.

Esa misma noche, Hyun Jin se quedó a dormir en el apartamento de Seung Min. El mayor había estado más cariñoso de lo común últimamente y decía que quería pasar tanto tiempo con él como fuera posible. Aunque la cama del pelinegro era pequeña, compartirla no les molestaba ni un poco, incluso se veían tiernos al estar abrazados para descansar.

Ambos se sentían un tanto presionados debido a los exámenes de admisión que presentarían ese mismo año para conseguir un puesto en diferentes universidades, pero lograban relajarse cuando estaban juntos.

—Supe que Felix te invitó a su fiesta de cumpleaños —dijo Hyun Jin.

Al estar tan cerca el uno del otro, hablar con voz baja era suficiente para que se entendieran a la perfección.

—Sí, pero no iré —contestó el menor, volteando a ver a su novio—. Hay muchas cosas que no me gustan sobre ese tipo de celebraciones... Aunque tengo curiosidad, ¿sabes? A una parte de mí le gustaría estar ahí para enterarse de cómo terminará lo que quiere hacer Chan hyung —rio con suavidad—. Felix está empezando a desesperarse en serio...

—Es comprensible. Han pasado meses.

—Tú no esperaste la gran cosa para preguntarme si quería ser tu novio —recordó con una sonrisa cargada de sinceridad.

—Bueno, yo estaba muy seguro de lo que quería —unió sus labios a los ajenos en un beso dulce y, al apartarse, rozó levemente su nariz con la del pelinegro un par de veces—. Me hiciste la persona más feliz del mundo cuando aceptaste estar conmigo.

—¡Estás tratando de hacerme sonrojar, Jinnie!

—Tal vez —le dio un beso más—. Te ves hermoso cuando te sonrojas... No, no, en realidad te ves hermoso a cada hora, minuto y segundo.

Seung Min no sabía por cuánto tiempo más podrían estar así, disfrutando de momentos tan lindos como ese, pero deseaba aprovecharlos al máximo. Tenía miedo de las posibilidades infinitas que esperaban por él y por Hyun Jin al final de ese mismo año, después de la graduación.

Lo suficientemente bueno [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora