Yo soy Chloé Blake, hija del único general que existe en este país, aunque pudiera decir del mundo, listarse a la resistencia hace mucho es muy fácil y desde que mi padre es el general yo he soñado con servir para ayudar. Mi madre por otro lado siempre prefirió que formara parte de su mundo político, pero no me va la idea de ser alguien que habla mucho y acciona poco.
Hoy se cumplen cien años de la desaparición de Zoé Montana, nadie sabe con exactitud que paso con ella y con el pasar del tiempo todos esperan que en esta fecha de su cumpleaños ella aparezca en el lugar que desapareció; pero esperan a alguien sin rostro nunca nadie logró tener una pintura de ella. Cuando desvaneció el castillo fue fácil de ubicar, convirtiéndose con el pasar de los años en la universidad montana donde ahora la esperan. Aunque de no ser por mis padres yo sin duda estuviera en la universidad moderna donde se estudia artes. Creo que sería la mejor fotógrafa si me fuera sido permitido. Desde que me frustraron mi sueño lo cambie por tener el puesto de mi padre. Solo así podría acabar de raíz las injusticias con las que no estaba de acuerdo.
Lo único positivo de este horrible ocho de julio, es que hoy me nombran teniente de la subdivisión doce, a la cual debo llegar lo antes posible. Cuando salgo de mi habitación no hay nadie en casa, no me sorprende, mi padre siempre está ocupado y mi madre igual. Salgo de la casa y todo está tan tranquilo, la ciudad entera debe estar en la universidad esperando. Presiono unos dígitos en mi brazo y sale la Yen400, la aeromoto que me obsequio mi padre por el nombramiento que conseguí. Es delgada y muy femenina con acabados en oro al igual que el manubrio, la parte de abajo es de bronce y le permite que pueda deslizarse en el aire de forma sutil, pero veloz.
Siempre que salgo de casa, paso por el parque que está de camino a la universidad. Desde hace mucho que es una cosa absurda su utilidad, hace muchos años que no hay niños aquí.
Al llegar a la universidad todo es un caos como todos los años, pero hoy más, ya que se juntaron dos eventos importantes. De pronto siento que alguien me abraza por la cintura.
—Usted está guapísima hoy señorita Blake —susurró Alejandra a mi oído, que lleva más de cinco años queriendo que salga con ella.
—Gracias, Alej —respondo mientras me giro soltándome—. No pierdes oportunidad nunca, pero sabes que odio me toquen sin mi permiso. —Se sonríe y se encoge de hombros.
Alejandra ha sido persistente en que salgamos y en todas las veces me niego. Mi padre la adora porque es la hija de uno de sus amigos coroneles y la sub-capitana del equipo balón al aire un deporte de realidad virtual, donde los equipos se enfrentan y gana el que mantenga más tiempo el balón al aire, pero a pesar de ser virtual el balón es pesado. Mi madre por el contrario no la quiere dice que alguien con tantos tatuajes y el porte musculoso de ella no es lo mejor para mí. Al igual es una buena amiga aunque sus intenciones siempre son otras.
Guardo la aeromoto. —¿Entramos? —le pregunto. Ya estoy acostumbrada a que me reciba y creo que el día que no lo haga me va a parecer extraño. —Contigo entro a donde quieras —me responde. Y sé que el comentario es un intento más de que la note. Cuando vamos de camino, Aurora mi amiga de la infancia me abraza.
—¡Pensé te quedarías dormida! —dijo mientras me suelto de su agarre.
—¡Jamás lo hago! ¿Aurelio ya llegó? —pregunto y ella niega con la cabeza.
Aurelio era el chico que me llevaba igualdad y el único que me podía quitar el puesto. Siempre habíamos tenido rivalidad gracias a que mi padre según él, le quitó el puesto de general al suyo. Motivo por el cual su padre acabó con su vida. Desde ese entonces me culpa y cada vez que puede me hace la vida imposible en cada entrenamiento.
Una vez que estamos cerca de la puerta de la institución es imposible no notar que está llena de personas que ni siquiera estudian acá, todos esperando con flores y hologramas muy luminosos que dicen "Bienvenida Zoé". —Esto será imposible de pasar —dijo Aurora. Y tiene razón las personas no se moverían aunque ella no vendría este año tampoco. —Tengo una manera, pero es por otro lugar, síganme —dijo Alejandra. Aurora me mira y la seguimos no perdíamos nada tampoco. El jardín trasero de la institución era un área restringida porque este era el lugar favorito de la portadora y por una especie de respeto nadie podía pasar.
—¡Imposible! No pasaremos por aquí —sentencio.
—¿Tienes una idea mejor? Nadie lo sabrá y llegaremos a tiempo —dijo Alejandra y Aurora la apoyo.
Desisto porque sé que tenía razón era imposible pasar o podríamos, pero llegaría tarde y yo nunca llego tarde a ningún lugar. Cuando cruzamos, Alejandra nos llevó por una puerta que nos dio acceso por el pasillo justo donde era la oficina de la directora lo que antes era "el salón de la portadora". —Fue como una travesura antes de que seas teniente —bromea Aurora y nos reímos. Ser teniente para mí implica disciplina total. De pronto escuchamos un fuerte sonido como un pitido que provenía del salón de la dirección. Las tres caminamos hacia el lugar con cierto recelo mientras coloco mi mano en el pomo de la puerta y la abro.
ESTÁS LEYENDO
Tú y Yo a través del tiempo.
FantasíaZoé es la portadora de un símbolo que ha pasado por generación en su familia, ella debe asumir el mando para el que nació destinada, pero toda su vida declinó de esa responsabilidad, no se interesó en aprender a usar sus poderes por acontecimientos...