Verdades dolorosas - Chloé

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El alma vuelve al cuerpo cuando ves a la persona que amas en casa, frente a ti. Aunque Zoé estaba herida, Lauris y yo la curamos lo más rápido que pudimos la vende perfectamente para que no sé cayera. Ella nos contó lo sucedido, y que había aparecido en una habitación en esta casa, pero no dio mayor detalle y creo que ninguno nos atrevimos a preguntar por eso en virtud de las cosas tan fuertes que acababa de decirnos.

La seguí a la habitación y creo que hasta la hice salir de su ducha, me senté en su cama a esperar. Y de pronto recordé Alejandra y lo que había sucedido «y si ella sabía algo que yo no», «mi padre debía saber todo esto», pero mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuché a Zoé y solo respondí lo que más sentía que era el miedo a perderla. Después de que hablamos, creo que le pedí permiso para ir por Alejandra, contándole lo que había sucedido en la mañana.

Ella no fue egoísta, de hecho, me dejo ir sin hacer muchas preguntas. Me marché tan rápido de su habitación que no alcancé a despedirme de Thiago y Lauris que estaban en la sala besándose cuando cerré la puerta. Me puse en marcha a mi casa necesitaba buscar mis cosas, y cambiarme de ropa. Le intenté marcar a Alejandra, pero no tuve éxito. Le marqué a Aurora.

—¿Qué pasó? —respondió cuando salió su holograma y vi que seguía en la moderna.

—¿Has visto a Alejandra? —pregunto mientras freno la aeromoto frente a mi casa.

—No, no la he visto ¿pasó algo? —preguntó alejándose más para hablar con mayor privacidad.

—La necesito, delega a cualquiera allá, y alcánzame en mi casa en quince minutos —dije finalizando la comunicación.

Entre a la casa y me fui a mi habitación me duché lo más rápido que pude, me cambie de ropa. Me puse el uniforme gris, y me equipe con todo lo que podía necesitar. Cuando escuché el timbre sonar, baje en seguida y le abrí a Aurora.

—¿Qué pasa? —dijo entrando en mi casa algo asustada.

—Pensé en unir a mi unidad, pero creo que ahora mismo de mis cadetes solo te tengo a ti. —Camine a mi cuarto y ella me siguió el paso.

—¿Vas a decirme que carajo sucede, Chloé? —preguntó.

—Ya sé quién es Eterno Gobernante, creo que sé muchas cosas y lo único que necesito es conseguir a Alejandra —dije y Aurora quedo tan sorprendida viéndome que no habló.

Termine de recoger mis cosas y antes de soltar el rastreador noté que aún tenía ahí el comunicador que Lauris me había dado, lo guarde en un pequeño estuche cerca del cinturón que me iba a colocar, así podría dar con Zoé si la perdía de nuevo.

—¿Quién es? —preguntó Aurora cuando había recuperado el habla.

—Aún no es propio decirte, ayúdame a conseguir a Alejandra y luego vamos con mi padre —dije.

—Está bien, confió en ti, Chloé —dijo— ¿Por dónde comienzo? —preguntó.

—Con su padre, yo no soy la persona adecuada para hablar con él —dije y ella asintió y se fue.

Cuando Aurora se marchó, me fui a la institución ya era más que obvio que Alejandra no contestaría mis llamados. Esperaba verla allá con el equipo, o practicando balón al aire, pero cuando llegue todo estaba solo, era como si hubiesen cerrado la institución. Fui a donde practicaban y solo estaba el chico que le toca por turno limpiar el área.

—¿Has visto a Alejandra? —pregunté y él se sorprendió, era delgado y de cabello algo alborotado.

—No, ni ella ni Thiago vinieron hoy al entrenamiento —respondió.

Tú y Yo a través del tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora