Pesadillas del pasado - Zoé

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Estoy perdida en un mundo que no es mío, estoy perdida en un mundo sin Samantha nunca quise hacerle esto, debí dejar que me explicara a tiempo que pasaba y no salir huyendo. Las cosas a mí alrededor se mueven y no me importa, solo me importa que lastime a la única persona que me ha apoyado de forma incondicional.

Observo como empiezan a caerse los árboles, paredes de las casas cercanas, las aves huyen de sus nidos y para mí todo está mal, no puedo calmar mis lágrimas, no puedo dejar de sentir dolor por la noticia que me dio Thiago, "Ayuda" escucho una voz masculina muy familiar "ayuda" repite de nuevo, busco con la mirada la voz. Está atrapado debajo de unos árboles, debo ayudarlo, pero los recuerdos me invaden esto siento que ya lo viví.

—¡No puedes ayudar a todo el mundo Zoé! —dice mi padre mientras me lleva de la mano al coche.

—Papá yo quiero ayudar a las personas para que más puede servir este símbolo si no es para eso —repliqué.

—Aprenderás que no es para eso Zoé, las personas deben ayudarse a sí misma solas incluso si les conoces —finalizó.

Yo sabía que podía ayudar a ese joven que pedía auxilio, se iba a ahogar y aunque solo tengo siete años sé que podía salvarlo. Mi padre me decía que era imposible y no podía ayudar a todos aun cuando lo quisiera, por suerte los padres del joven estaban cerca y lo sacaron del lago pronto. Antes de bajarnos del coche mi padre me tomó de la mano.

—Zoé —dijo en voz baja—, sé que crees que eres inmortal porque no eres una niña común, pero podrías morir si ayudabas a ese muchacho, era más grande que tú, solo intento protegerte.

—Papá yo sé que podía salvarlo era entrar al agua y sacarlo —hable como toda una heroína.

—Se dice fácil, pero cuando alguien se ahoga la desesperación por salvarse... —Respira hondo—; No fuera sido así Zoé, debes entender que las personas deben salvarse solas y debes cuidarte tú y no los demás ¿Lo entiendes? —Me paso la mano por mi cabello colocando un mechón detrás de mi oreja.

—Lo entiendo papá, no pasará de nuevo. —Lo abracé con fuerza y él posó sus manos en mis hombros.

Baje del coche y entre al castillo corriendo, antes de llegar a mi habitación conseguí a Lucca y le conté lo que había pasado. Lucca me dijo que podía salvar a quien yo quisiera, pero era mentira, mi papá me dijo que no podía. Le saqué la lengua y me fui a mi habitación, me lancé a la cama y cerré los ojos y solo escuchaba el "ayuda" de ese joven desesperado por no querer morir, "ayuda, ayuda".

Salgo de mis pensamientos, y veo que el joven sigue pegando gritos, debo ayudarlo, corrí justo donde estaba, —vas a estar bien —le dije, estaba debajo de una pequeña casita que había quedado atrapada la entrada con árboles, pero como movería esto. Le pedí al símbolo con la mente que por favor me ayudara coloque mis manos en el tronco y levanté el árbol que no pesaba nada era como levantar una bola de algodón.

—Gracias —dijo el chico— ¡Qué fuerte eres! ¡Qué emoción como levantaste ese árbol! —Me miró con una cara de felicidad, la misma que tenían las personas hoy o bueno hace cien años cuando salí al balcón del castillo, la verdad toda esta situación es muy confusa.

—Debe ser un secreto de ambos —le dije en voz baja—. Nadie puede saber que tengo tanta fuerza ¿Me entiendes? —le pregunté. Ya que él era diferente sus gestos eran muy distintos a los de un joven promedio, y parecía que estaba en frente de un niño.

—¡Eso fue asombroso! ¡Me salvaste de morir! —Me abrazó y le devolví el gesto abrazándolo fuerte a pesar que no estaba acostumbrada a dar gesto de afecto a hombres y él empezó a llorar como un niño— Estaría muerto si tú no estuvieras —dijo.

Tú y Yo a través del tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora