Esto era el principio del fin. Cuando desaparecí dejado a Chloé en el estado que lo hice me sentí fatal, pero sabía que debía acabar con mi padre o Eterno Gobernante como ahora le gustaba que lo llamaran y luego ella estaría bien, todos estarían bien y podrían respirar tranquilidad y paz en este mundo que él se encargó de destruir.
Cuando volví a la parte de enfrente él estaba con una sonrisa maquiavélica esperándome. No se había movido del lugar, a su espalda pude observar a Aurelio con tres cadetes armados como esperando órdenes de atacar. Todo el lugar estaba lleno de polvo y sangre. A lo lejos se podía escuchar detonaciones.
Camine con paso firme hacia él mirándolo en todo momento, por mi mente solo cruzó que era un enemigo, que no era mi familia, que había asesinado a las personas que más amé en mi vida y ahora quiso lastimar a Chloé y eso no se lo perdonaría. Cuando estuve lo suficientemente cerca me detuve y lo observé con una mirada firme.
—¡Puedes detener todo esto y así evitar que te lastime! —le grité y él se rió tornando su mirada de una forma que me causó calosfrío.
De pronto vi que los tres cadetes que estaban con Aurelio se aproximaban a mí, pude notar que conocía a uno de ellos debajo de esos trajes que tenían era el mismo que una vez estaba con Chloé en el derrumbe. Uno de ellos me apunto y disparo a mi brazo izquierdo rozándome con un destello de luz y sentí como me ardía, sin duda alguna las armas que tenían eran las que me podrían dañar.
Los otros dos dispararon al tiempo y no sé cómo logré esquivar sus impactos y aparecí frente a uno de ellos golpeando su cuello y este se desvaneció, los otros dos apuntaron donde yo estaba y desaparecí al momento que el impacto de cada uno chocó con el otro dejándolos en el suelo llorando del dolor y sangrando.
—Son unos imbéciles —gritó Aurelio que se acercaba a mí a paso firme decidido a disparar.
—Sin matarla —dijo mi padre y él asintió.
Cuando hizo el primer disparo ya estaba muy cansada como para desaparecer, pero logré esquivarlo. No sé en qué momento ya Thiago estaba encima de Aurelio y ambos estaban peleando en el suelo, sabía que Thiago no necesitaba ayuda cuando puse mi marcha hacia mi padre y él me dio un fuerte golpe en la cara, el impacto fue tal que sentí mi boca con sabor a óxido hasta que escupí la sangre que me había ocasionado.
—No quiero hacerte daño, entra a la máquina y todo esto termina —dijo con una voz ronca.
—Nunca tendrás de mí, mi poder —dije.
—¿Acaso no lo has notado? ya los tengo, solo los quiero intensificar —dijo y palidecí.
Él tenía razón, no lo había notado sin tener el símbolo había hecho casi lo mismo que yo y me lograba lastimar aun sin tener un arma. Me le fui encima recordando lo que había aprendido con Chloé y le proporcione un golpe en la mandíbula que lo hice volar por los aires y caer a poca distancia de mí. Se levantó sacudiéndose y tocándose la barbilla que le sangraba de una forma escandalosa.
—Entonces jugaremos rudo —dijo mientras sacaba su arma apuntándome.
Disparo y esquivé, pero el segundo impacto dio en mi brazo derecho. El dolor era algo inexplicable y sentía como si mi brazo pesara. De pronto sentí a Thiago encima de mí colocando un pedazo de tela alrededor de la herida para detener parte del sangrado. La siguiente detonación iba para Thiago y lo empuje lastimándolo un poco y pude ver Aurelio en el suelo inconsciente.
—Ve por Chloé y sácala de aquí —le ordené a Thiago.
—¿Dónde está? —preguntó confundido.
—Esta herida, la deje detrás de aquí, en el árbol —dije y él asintió mientras me ponía de pie.
Eterno Gobernante apareció frente a mí me tomó por el pecho y de pronto estábamos frente a todos afuera. Aquí se respiraba un olor a sangre. Vi muchos en el piso lleno de heridas, unos se quejaban y otros estaban muertos. Vi todo el caos que había y pude notar que a pocos metros de nosotros estaba lo que me parecía el cuerpo de Alejandra, pero no podía notar si estaba viva o muerta.
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Tú y Yo a través del tiempo.
خيال (فانتازيا)Zoé es la portadora de un símbolo que ha pasado por generación en su familia, ella debe asumir el mando para el que nació destinada, pero toda su vida declinó de esa responsabilidad, no se interesó en aprender a usar sus poderes por acontecimientos...