Zoé es la portadora de un símbolo que ha pasado por generación en su familia, ella debe asumir el mando para el que nació destinada, pero toda su vida declinó de esa responsabilidad, no se interesó en aprender a usar sus poderes por acontecimientos...
La vida es una montaña rusa tan efímera y placentera, te muestra cosas nuevas y eso era justo lo que estaba por descubrir. Cuando Thiago detuvo la motocicleta y la chica de esta mañana se acercó a nosotros, empezaron a discutir, entendí que ella era un guardia de seguridad, pero si me preguntas a mí jamás le hubiese dado tal responsabilidad y no porque fuera una chica, porque no la conozco solo que su actitud no es la adecuada para ser seguridad aunque intenté estar en medio, ella busco la manera de demostrarme que era más fuerte que yo, no me lastimo y aunque pude quitármela de encima preferí mantenerme ajena a este mundo hasta entenderlo.
Cuando decidieron que nos quedaríamos yo estaba con Mariano mirando el atardecer y aunque escuché que Thiago pedía que durmiera con él era una propuesta que no aceptaría, nunca había dormido con nadie y menos con un hombre, de no estar casados eso no pasaría. Una vez que estuvimos dentro de la tienda de campaña, ella quiso ser amable conmigo. Saco para comer y era una pequeña pastilla morada, se supone que eso era la comida, ella pensaba que yo pertenecía a un lugar de aquí así que no hice preguntas, y me límite a tomarme lo que me daba, y al instante sentí como si hubiese tenido el mejor banquete de mi vida.
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No podía conciliar el sueño cuando la sentí levantarse y aún no había salido el sol. Espere un poco antes de salir a alcanzarla, su manera de recibirme fue como si fuera una persona diferente a su actitud anterior y yo de momento la vi como a Samantha o quizá solo era mi culpa de que cuando ella me necesito no estuve ahí y ahora que lo pienso no le di a Thiago la oportunidad que me explicara qué le sucedió a Samantha. Fui confiada con ella como nunca lo había sido con nadie, su cercanía me era de tranquilidad, pero una parte de mí sentía que era incorrecto lo que sentí en ese momento.
Cuando termino de amanecer me levanté y le entregue su saco que de manera amable me había dado, haciéndome ver que no era tan mala persona como me pareció en un principio. Entonces me devolví a la tienda.
No sé en qué momento me quede dormida solo sé que cuando desperté escuché gritos que venían de afuera. De nuevo era Thiago y Chloé en una disputa que no entendía. El poco tiempo que llevo con ambos he notado que no se llevan para nada bien. Es como si tuviera una especie de rivalidad el uno con el otro.
Cuando salí de la tienda, Mariano me saludo con una sonrisa. Me acerque a donde estaban todos y note que están intentando quitar tierra con las motocicletas y al ritmo que iban terminarían en mil días, Thiago discutía que no haría tal cosa que eso no funcionaria y él no iba a ensuciar "a su bebé", tal gesto hacia su motocicleta me causo gracia.
—¡Buenos Días! —dijo Thiago mientras camina hacia mí dejando atrás a Chloé con la palabra en la boca.
—¡Buenos días! —respondo cuando observo que ella viene detrás de él.
—¡Es inaceptable que no quieras ayudar! —grita Chloé
—De esa forma no —replicó Thiago cruzando los brazos en el pecho.
