Misterios - Chloé

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Nunca he creído en la suerte, para mí eso no es más que lo que te forjas tú mismo con esfuerzo y dedicación, pero justo en este momento estaba viendo a Zoé, que no me quitaba la mirada de encima y aunque intente disimular que no estaba ahí observándome como si yo fuera un espectáculo, no pude. Mi vista se consiguió con la de ella y justo en ese momento mi rabia se hizo presente al recordar lo que pasó en la mañana.

—¿Qué pasa? —preguntó Alejandra mientras se gira y mira en la mesa a Thiago y su novia.

—Nada —respondo. Cuando vi hacia dónde se dirigía Zoé, pensé que sería un buen momento, ya que estaba sola.

—Deberíamos ir a saludar a Thiago —dijo Alejandra.

—Si quieres ve y salúdalo tú, voy al baño —dije mientras me levanto. Alejandra nunca ha sido de las que iría conmigo, de hecho es bastante despegada a pesar de lo insistente que es para querer una relación.

Mis intenciones eran muy claras si no existía registro de la Zoé que todos querían, existía una cosa que evidentemente aclararía todo y eso era «el símbolo» pensé. Al abrir la puerta del baño ella está ahí mirándose al espejo, no alcance a escuchar que hablaba con ella misma.

—¿Quién eres? —pregunté al tiempo que cerraba la puerta. Ella volteó a verme con susto de quien es sorprendida, pero no me respondió y a cambio me ignoro. Camine un poco más cerca y le repetí mi pregunta de nuevo. No quería que las cosas fueran a la fuerza porque me había quedado claro que me ganaba en ella o quizá solo había sido suerte de principiante.

—¿Puedes dejarme tranquila? —dijo sin ánimo y muy bajo que casi alcance a escucharla.

—¿Puedes dejar de fingir?, yo sé quién eres —dije de forma convencía de que sé algo que ni yo sé que es.

—¿Si lo sabes entonces para qué lo preguntas? Solo déjame tranquila —respondió.

Ser la hija del General siempre me dio ventaja de que las personas la mayoría del tiempo responden a mis preguntas por miedo, pero ella ni se inmutaba ante eso. Me acerqué y le puse la mano en el hombro izquierdo. Mi única intención era retirar su cabello y salir de dudas.

No sé en qué momento pasó, pero su mano fue tan rápida para quitármela y se acercó mucho a mí, tanto que podía sentir su respiración tan tranquila, pero con la mirada confundida al verme. La cercanía de ella me gustaba mucho. Le mantuve la mirada por pocos segundos hasta que decidí romper el silencio entre ambas.

—Sé que comenzamos mal y aunque por un momento me pareció que estaba resuelto no fue así —dije hablando muy despacio cerca de su boca—, más tarde me quemaste, ¿cómo lo hiciste sin dejar marca de eso en mí? —pregunté.

—No quería hacerte daño —respondió tomando una distancia prudente de mí.

—Entonces... —dije mirándola incrédula— ¿Eres Zoé Montana?

—¿Por qué es tan importante para ti que sea esa persona? —me respondió con una pregunta.

—Serías la solución a muchas cosas, contando que con tu poder podríamos conseguir al Eterno Gobernante y muchos te han estado esperando —le dije.

—¿Y tú? ¿Tú no me habías esperado? —respondió acercándose a mí.

—Eso solo confirma que si eres, Zoé Montana —le respondí—, y lamento decepcionarte, pero yo hace mucho que deje de esperarte. —Ella se separó de mí mirándose al espejo y guardando silencio— ¿Tú quitaste el derrumbe? —pregunté. Y ella solo asintió.

Ya tenía mi respuesta, era Zoé Montana y al ser yo quien la entregará delante de mi padre era un triunfo, aunque también podría significar que silueta me otorgara el rango de mi padre, cosa que por supuesto rechazaría. Pero ahora que veo a esta chica, no parece siquiera estar preparada para nada, su mirada está perdida viéndose y aunque debería ser más imponente, no lo es, a cambio de eso se siente perdida por lo que me dijo en la madrugada.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Alejandra detrás de mí.

—Nada —respondí.

Alejandra nos miró y Zoé ya estaba mirándola, detuve el impulso de decirle quien era. De pronto Lauris entro al baño y tomo a Zoé de la mano sacándola del lugar. Iba detrás de ella. Cuando Alejandra me tomó del brazo y me detuvo. Me quede justo en la puerta y aunque no entendí bien que decía Thiago solo escuché a Lauris decir algo de un guiño y a Thiago poner los ojos en blancos.

—¿Es la misma chica que conseguimos en el instituto? —preguntó Alejandra.

—¡Sácame de aquí! —exigí— Sí, es la misma persona —respondí con fastidio.

Nota de autor: Holaaaaa, se que no es muy largo el capítulo, solo quería regalarles uno por ser el día del libro. Gracias a todos los que están conmigo siguiendo la historia, me emociona mucho saber que me leen. Los quiero ❤️

¿Quién va siendo su personaje favorito por el momento?

¿Quién va siendo su personaje favorito por el momento?

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Tú y Yo a través del tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora