Cuando tocaron la puerta pensé que podría haber sido Lauris que dejo algo, mi sorpresa es que era Chloé. Aunque me siento a gusto con ella, note que ella siente cosas por mí que no son propias de dos chicas, intentó besarme y aunque me gusto su cercanía, me confundió «no me gustan las mujeres» pensé, y la aleje de mí. Aunque no fue la reacción que ella esperaba, su rostro habló por ella. Y antes de irse le dije que podíamos vernos donde nos habíamos visto antes. No sé por qué le di ese beso en la mejilla, pero fue un impulso en forma de disculpa por no hacer lo que ella esperaba de mí.
Cuando Thiago llega a la casa, me dijo que debía volver a mi tiempo, creo que no se aburría de decirme eso.
—¿Por qué es tan difícil que vuelvas? —preguntó mientras se sienta a mi lado en el sofá.
—Es que no sé... en mi pasado hice mucho daño Thiago —le respondo.
—¿Daño? —preguntó confundido.
—Si. —Agacho la cabeza— Por mi culpa las personas morían y aquí nadie ha muerto, no podía estar rodeada de personas como Lauris o incluso como Chloé.
—Nada de eso estaba en los registros de ti —dijo tocando su mentón—. Me refiero que... ¿Cómo es que no se nos dejó dicho con Samantha que eso ocurría? —Levantó la ceja.
—No lo sé... Samantha siempre quiso cuidarme, y a veces creo que intentaba cuidarme de mi misma.
—Debemos empezar tu entrenamiento con el símbolo —dijo Thiago de pronto y me toma de la mano—. Iremos a una habitación de entrenamiento, aprenderás lo que yo sé del símbolo, así podrás volver y defenderte en este lugar.
Nos fuimos a una habitación. De pronto todo cambió estábamos como en una colina llena de árboles y el viento parecía real, Thiago me aseguro que todo era mentira que seguíamos en la habitación, pero que necesitaba crear un ambiente que pudiera estar tranquila. Se sentó en el césped y me invitó hacerlo a su lado.
—Vamos a meditar —dijo cerrando los ojos.
—No soy buena para estas cosas —le respondo.
—Debes aprender a estar en calma Zoé, eres un huracán de emociones, debes calmar tu mente y así calmarás tus emociones. —Toma una gran bocanada de aire por la boca y la bota por la nariz—. Cuando llegaste todo lo ocasionaste tú, te sentías perdida, sin Samantha sin nadie conocido, y tus emociones se manifestaron.
Abrí los ojos al escucharlo, quede atónita con lo que decía cómo era posible que supiera tal cosa, eso era exactamente lo que pasaba por mi mente. Y ahora tenía sentido porque él quería me calmara cuando veníamos ese día de regreso. Respire profundo cerrando mis ojos de nuevo.
—La fuerza es unas de tus habilidades ¿Recuerdas cuando despertaste aquí? —preguntó.
—Lo recuerdo.
—Viajar en el tiempo es otro. ¿Puedes ver el futuro o el pasado? —preguntó.
—No, no puedo hacer eso, creo —respondo dudosa él no sabía lo de mis manos a punto de quemar a alguien y no se lo dije.
Él no dijo nada más y quedamos así por un buen rato. Hasta que se levantó y dio por terminada nuestra meditación.
—Continuamos mañana —dijo.
—¿Hice algo mal? —pregunté.
—No, para nada, solo que debo estudiar, tengo evaluación mañana y si repruebo me quitan el puesto de capitán —acotó.
—Está bien.
Toda la habitación volvió a ser lo que era. Yo fui a mi habitación me tomé una cápsula, ya hasta sentía que me estaba acostumbrando a esto, a una vida tranquila y estaba segura de que esto era el comienzo de una etapa donde aprendería a utilizar mis poderes, quizá haciendo eso podría ir al pasado y salvar a Samantha y traerla aquí conmigo. Quizá así podríamos ambas ser felices, yo sin la carga de ser quien no quiero con toda la culpa de personas muertas y ella viva con una vida por construir donde pueda ser solo mi amiga y no mi cuidadora.
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Tú y Yo a través del tiempo.
FantasyZoé es la portadora de un símbolo que ha pasado por generación en su familia, ella debe asumir el mando para el que nació destinada, pero toda su vida declinó de esa responsabilidad, no se interesó en aprender a usar sus poderes por acontecimientos...