Tú y Yo a través del tiempo.

Yo mando - Chloé

Salir del derrumbe fue algo que se me dificulto, pero pensé que si dos de las aeromotos nos impulsaban encima del derrumbe podíamos pasar y continuar. Claro que Aurelio no le pareció la idea, pero debía obedecer y así hicimos; mi afán era que los ciudadanos de ese lado de la ciudad no tenían protección. A los dos que tuvimos que dejar atrás le di instrucciones que buscaran a mi padre y se pusieran bajo su mando.

Cuando pasamos a Thiago que venía hacia nosotros veo a Mariano con él. Algo poco usual porque Thiago no es la mejor compañía para él. «Sigue con la chica» pienso al verla. Sin duda no es quien creí, debe ser estudiante de la moderna. Devuelvo la aeromoto en su dirección, ninguno se ha percatado que están frente a otro derrumbe, le doy voz de mando de que se detenga y no lo hace. De pronto detiene su vehículo y noto que el derrumbe está en frente de nosotros y todos frenamos a tiempo.

—¡Te he dicho que frenaras! —Bajo de mi aeromoto caminando en dirección a él y su compañía.

—¿Era Conmigo? —responde haciéndose el tonto— Como no hacía nada malo si no intentar ponerme a salvo, pensé que no era conmigo Chloé. —Baja de su aeromoto y ayuda a la chica.

—¡Claro que era contigo! Y para ti soy Teniente Chloé —grito mientras lo empujo demostrándole que yo soy quien tiene el control. Mis cadetes han bajado de su aeromoto y están a mi lado esperando órdenes. Nunca me la he llevado bien con él, siempre se ha creído superior solo por ser el capitán del estúpido deporte de la institución.

—Oye deberías calmarte —interrumpe la chica que está con él y se pone en medio de ambos—. Un oficial de seguridad debería ser más respetuoso incluso si es una chica. —Levanta la ceja de forma despectiva, como si estuviera mal que fuera yo y no un hombre. Quien se ha creído esta chica tan prepotente para hablarme de esta manera, yo podía hacer lo que me diera la gana y se lo iba a demostrar. La agarre del brazo haciendo presión lo más que pude sin lastimar como nos habían enseñado.

—¡No se dé que cuento de hadas vienes tú! —dije mirándola de arriba abajo—, sé que a los de la moderna nunca le han gustado mujeres al mando, pero me respetas ¿Sufriste una conmoción? —La acercó más a mí, pero su cercanía me parece tan cómoda— No lo pareces para nada —insinúo.

—Basta Chloé —interviene Thiago mientras me la quita de las manos; ella solo tiene los ojos cristalinos—. Disculpa teniente Chloé, olvide que llevas nombre de rango ahora ¿podrías pensar cómo salir de aquí antes de que se haga más tarde? —preguntó.

Veo que Mariano me mira y se coloca delante de la chica. Pero eso me confundió ¿de dónde se conocían? Mariano no iba a esa institución sino a la nuestra y debido a sus múltiples cambios de humor era alguien solitario no creo que tenga relación con las personas de la moderna, pero Thiago tenía razón debía solucionar como salir de aquí.

—Podemos avanzar hacia allá. —Señalo la dirección contraria—. Se supone que íbamos allá; aun pasando esto más adelante está otro derrumbe y quedaríamos atrapados igual —finalizo.

—No se puede teniente, venimos de allá y también hubo un derrumbe, debemos salir de aquí de alguna manera estamos encerrados en una caja —dijo Thiago.

Aunque escuché lo que dijo mande a Aurora con uno de los chicos a verificar la información de ser cierta estábamos atrapados y debería pensar en algo pronto o nos caería la noche aquí. Cada quien caminó dispersándose cuando mis cadetes fueron a verificar la otra manera de salir. Observe que Mariano camino junto a ella y se sentaron cerca de un árbol. Camine hasta ellos de manera cautelosa por lo sucedido hace unos minutos.

—Mariano ¿Estás bien? —pregunto en voz baja, teniendo en cuenta lo explosivo que podía ser.

—Si, Chloé —responde mirándome al igual que ella—. Zoé me salvó de morir. —Mi expresión cambia con eso último que dijo.