Siempre soñé con poder irme lejos y dejar que mi padre se hiciera cargo de todo, justo ahora que Samantha me cuenta que puedo viajar en el tiempo vi mi oportunidad de escape, el símbolo conoce mis necesidades pero... ¿Podría ser una necesidad huir? No creo que funcione tampoco, llevo un minuto parada aquí o eso supongo y nada ha pasado no me he movido, así que desisto y retiro mi mano del cuello.
La puerta se abre, pero todo es distinto, nada es igual que hace un minuto. Entran tres chicas, la primera es de mirada dura y su cuerpo es como de un hombre, lleno de marcas en la piel como dibujos o emblemas. La segunda es de piel oscura y un poco más delgada que las demás, aunque su semblante es de susto al verme, y la tercera es de mirada tierna con el cabello castaño y contextura delgada aunque muy bien marcada como si hiciera algún tipo de ejercicio además me parece que es la más hermosa de las tres. Ellas van vestidas como hombres y no entiendo nada de lo que pasa.



—¿Acabas de escapar de un circo? —dijo en tono de burla la que tiene la piel marcada de dibujos y la morena se rió.
—Alej, déjala ¿Estás bien? —preguntó la tercera chica.
—¿Dónde estoy? —respondo confundida.
La chica de las marcas que me parece se llama Alej se ríe, pero aun con su risa su semblante es duro y muy serio, cuando la otra chica me va a responder es interrumpida por un joven que va vestido de manera muy extraña, pantalones negros muy pegados, un camisón sin mucha tela y algo encima como un saco, pero es distinto no lleva corbata. En su mirada se ve como si me conociera, pero no sé quién es, ni qué está pasando y si esto es una broma de Samantha de verdad que la mataré.

—Es mi amiga, ha sufrido una conmoción, Chloé, enseguida me la llevo de aquí —acota mirando a la tercera chica—. Te estaba buscando y mira aquí estas —dijo mirándome a mí.
—¿Conoces a las personas del circo? —dijo riendo la chica de las marcas al igual que la risa de la morena.
—Alejandra tú tan ocurrente, ya la saco de aquí y recuerda que tenemos entrenamiento mañana no llegues tarde. —Sonríe y ella le devuelve el gesto.
—Está bien, nos vamos entonces Thiago —dijo la tercera chica a la que él acaba de llamar Chloé que antes de salir cruzamos miradas.
—¡Felicidades hoy por tu cargo! —gritó a lo que ellas se han retirado y él dirige su atención a mí— Sé que tienes muchas preguntas y las responderé todas lo prometo, pero ahora debes venir conmigo tengo que sacarte de aquí Zoé —añade con un semblante serio, pero suave.
—¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre? ¿Dónde estoy? ¿Dónde está Samantha?
—Espera, espera —dijo interrumpiendo mi avalancha de preguntas—. Responderé todo, pero debes venir conmigo.
—No iré a ningún lado hasta no saber qué mala broma es esta y que está pasando —sentencio de forma definitiva y cruzó los brazos en mi pecho.
—Pensé que no necesitaría hacer esto —dijo mientras se levanta parte del saco y me muestra una marca de su muñeca de donde se desprende un gas y todo se me va desvaneciendo.
Cuando despierto estoy más confundida. Me levanto de la cama donde me encuentro y busco la manera de salir, el lugar es pequeño con una cama más pequeña aún sin ventanas parece un calabozo, pero sin rejas. Tumbo la puerta y me veo descubriendo una de las cosas que puede hacer el símbolo.
—Oye espera no me destroces el cuarto —dijo el mismo chico que estaba conmigo diciendo que me conocía.
Lo tomó del cuello y lo pego contra la pared. Necesito que hable, necesito saber qué pasa ¿dónde está Samantha?, y ¿dónde está mi papá? Le pregunto una vez más lo que ya había preguntado y solo me toca la mano. Lo suelto para que hable supongo que ya le quedó claro que no soy cualquier persona.
—Zoé... —dijo tosiendo y tocando su cuello—, ¿pensabas matarme?
—Habla o no lo pensaré sino que lo haré —sentencio, aunque no sería capaz de matar a nadie.
—¡Joder! Bienvenida al 2050 Zoé, te hemos buscado por cien años desde que viajaste en el tiempo por eso sé quién eres, sé que eres Zoé Montana la líder que tanto hemos buscado y por fin estás aquí no creí que te conseguiría yo —dijo mirándome con orgullo.
—¿Dónde está Samantha? —pregunto sin creer que pasa aunque todo es muy extraño aquí.
—Zoé, por favor debes creerme, debes volver, puedo ayudarte, pero debes confiar en mí. —Me mira fijo en forma de súplica—. Samantha está muerta, murió hace muchos años ella inició todo esto, sabía que aparecerías en el mismo tiempo y lugar como te lo dijo cuando decidiste irte sin previo aviso —agrega.
Samantha muerta, me repito a mí misma no sé si he escuchado bien o si algo está mal, escapo corriendo hacia la puerta de esta horrible casa, al salir corro tan rápido que él no puede alcanzarme, las calles son distintas, todo es distinto. Me detengo en un parque a respirar, la única persona que de verdad le importaba no está, se fue para siempre, las lágrimas recorren mis mejillas y lloro por todo lo que me duele, no sé que hice y lo estúpida que fui por la necesidad de escapar de mi responsabilidad; al final parece que no puedo huir de lo que me lastima y termino dañando a otros.
Si todo lo que este chico me ha dicho es cierto, quiere decir que mi padre debería ser el que mande, que en la cadena de mando debe estar alguien que sea adecuada para asumir. Toda mi vista se nubla y grito tan fuerte hasta que caigo en la tierra de este lugar extraño.
Nota de autor: Holaaaa, gracias por acompañarme en esta aventura, espero que les este gustando la historia, me emociona mucho estar aquí con ustedes.

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Tú y Yo a través del tiempo.
FantasiaZoé es la portadora de un símbolo que ha pasado por generación en su familia, ella debe asumir el mando para el que nació destinada, pero toda su vida declinó de esa responsabilidad, no se interesó en aprender a usar sus poderes por acontecimientos...