Silueta - Chloé

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Después del día de ayer con Zoé no la he podido sacar de mi cabeza, pero hoy teníamos entrenamiento y debía concentrarme, era mi primer entrenamiento como teniente con mis cadetes. Lista para empezar a ser una líder. Aurelio nunca me ponía las situaciones fáciles y sé que en mi primer día de entrenamiento no sería la excepción, a veces siento que mi padre lo puso en mi equipo fue solo para mejorar mi carácter y mi capacidad de dirigir aun cuando no desean ser dirigidos.

—Teniente hermosa —dijo Aurora que se me guinda del cuello en un abrazo.

—Nunca has podido evitar abrazarme cuando me ves —respondo sonriendo aun cuando no le devolví el abrazo.

—Jamás, aunque tus brazos carezcas de la fuerza necesaria para levantarse y devolver mi abrazo. —Sonríe y yo sonrió con su ocurrencia—. ¿Cuándo empezaremos el entrenamiento? Estoy ansiosa debo confesarlo —dijo como una niña que está por probar un dulce nuevo.

—Deberíamos entrar todos ya —respondo cuando veo que estamos todos menos Aurelio.

—Falta Aurelio, teniente —responde uno de los cadetes.

—Conmigo acostúmbrense que la puntualidad debe ser uno de sus requisitos —finalizo.

Todos nos dirigimos al salón de simulación virtual donde crearé el escenario de combate para el entrenamiento. Lo más emocionante de estas simulaciones es que las armas son de aire, usarlas de láser aquí sería un riesgo. Cierro la puerta y alguien atraviesa su bota impidiendo que esto pase.

—Déjame pasar —dijo Aurelio.

—Llego tarde, cadete —respondí cerrando la puerta y él atravesó su bota impidiéndolo de nuevo.

—Sabes bien por qué fue, debes dejarme pasar —exigió.

—¿Debo? Primero se dirige a mí como su teniente, cadete, no estoy en una fiesta con usted, segundo llegó tarde y no vas a pasar —contesté seria— ¡Rétame una vez más y tendrás un castigo severo! —Esta vez cerré la puerta y me dirigí a donde estaba el resto.

El entrenamiento era sencillo con la ayuda de la inteligencia artificial acondicionaríamos el aula a una situación poco probable y se dividirán en dos grupo, mi idea era ver quien asumía el liderazgo en una emergencia de grupo donde yo no estuviese presente. Uno de los recuadros del piso me levantó dándome desde el aire la visión completa del aula. Toco la pantalla que sale en mi brazo y condiciono el aula; coloque la playa de atmósfera y de ella saldrían robot, cada par se iba a separar por fuego a la mitad de la arena, el objetivo: era reunirse y deshacerse de los robots. Estaba todo listo cuando de pronto escuchamos un fuerte golpe en la puerta —tranquilos, esperen un momento —les dije, mientras descendía para ver quien interrumpió.

—¡Te llaman, debes ir enseguida a la sala de juntas del general! —anuncia Aurelio que parecía exhausto.

—¿Sabes que paso? Estoy en entrenamiento —respondo.

—Solo informaron que fueras —dijo tomando una gran bocanada de aire—. Debes ir con un cadete y soy tu mejor opción.

Detuve la simulación y todos se reunieron en la puerta. No pensaba ir con Aurelio ni darle una oportunidad, si mi padre me llamó debía ser importante porque era nueva en el cargo y a los nuevos no los toman en cuenta los primeros seis meses.

—¿Todos escucharon lo que dijo Aurelio? —pregunte y todos asintieron—. Bien, iré con Aurora y Aurelio quedas a cargo del entrenamiento, la simulación quedó guardada —ordene y aunque puso mala cara no se atrevió a contradecirme.

Salí a toda prisa del aula seguida de Aurora. Debíamos subir tres pisos de nuestra ubicación a la sala de juntas de mi padre. Cuando llegamos Aurora llamó a la puerta —Adelante —dijeron desde el interior. Ella abrió permitiendo mi paso y después el de ella cerrando la puerta; toda la sala de juntas estaba a poca luz y estaban miembros del consejo incluida mi madre. Yo era la única nueva teniente que estaba aquí y todos me veían con cierto recelo. Tome asiento en la silla que estaba al fondo de la sala y detrás de mí estaba Aurora.

Tú y Yo a través del tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora