Revelación - Zoé

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Nunca estaremos preparados para las situaciones que se nos presentan sin previo aviso, Chloé deseaba que me fuera porque era su manera de protegerme, pero llevo mucho tiempo huyendo y Thiago es mi amigo, no podía dejarlo solo. Yo soy el símbolo de esperanza de muchos y esta vez no quería irme y dejar en manos de otro mi deber, lo hice con Samantha y ahora sentía que la había perdido, dándole algo que no era de ella. Pero jamás imaginé que lo que iba a suceder al estar ahí cambiaría mi vida.

Todos en esta institución me miraron como a alguien que estás esperando por mucho tiempo y al fin ves, no me dijeron nada, pero sus rostros hablaron por ellos. Chloé una vez que estuvimos dentro el humo del incendio que había en el lugar la estaba ahogando, pero es terca así que curarla era lo único que podía hacer; además debo confesar que hacerlo besándola me gustaba. Cuando hayamos a Thiago entramos con lo que tenía días practicando sin éxito, pero me alegro de que algo en mí activará eso. Lo ayudé aunque él alertó a Chloé de que era una trampa.

En medio del humo mientras lo intentaba curar note que con él me estaba costando más, y hacerlo me debilitaba, apareció un hombre el cual no se veía bien por la cantidad de humo que tapaba su rostro. Hablo con intenciones de asustarnos, solo que a diferencia de Chloé que se asustó cuando lo atacó a mí me pareció un mediocre adversario, no podía considerar digno a alguien que lastimaba niños, aunque debía estar alerta. No le demostré miedo alguno. Me asusto cuando sacó del salón a Chloé y Thiago.

—¿A dónde los has enviado? —le grité y mi enojo estaba en aumento

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—¿A dónde los has enviado? —le grité y mi enojo estaba en aumento.

—Están fuera, necesito que charlemos nosotros sin esos niños —dijo con una voz tan ronca, pero tranquila.

—Muestra tu rostro si quieres hablar conmigo —dije molesta— además ¿Cómo sé que dices la verdad? Solo haces daño a tu paso.

—Tú sabes que no miento —dijo y algo me decía que estaba diciendo la verdad que estaban a salvo— y veo que te han hablado muy mal de mí, solo quiero ayudar a la humanidad —afirmó.

—¿Ayudar? Tu sentido de ayuda es dañar, matar y asustar a toda una ciudad, todo un planeta —contraataque.

—Es más que eso, la humanidad desde hace muchos años está dañada; ¿qué no lo ves? Se matan entre sí, se odian y al fomentar odio nacen las guerras, son insensibles ante el amor que profesan porque cuando este no es correspondido son capaces de herir sin medir —dijo y luego continuó—. Lo que hice solo fue para que se unieran, y lo he logrado, trabajan en conjunto para lograr un objetivo: vivir, pero aun así mis planes fallaron —dijo saliendo del humo y entonces pude ver su rostro.

—¿Padre? —dije atónita— Tú... Tú...

—Soy Eterno Gobernante, pero no quiero hacerte daño —dijo interrumpiéndome.

No estaba entendiendo como la persona que más amaba se había convertido en un monstruo, como Samantha no sabía ¿o si lo sabía? Estar ausente hace que los cambios sean dañinos, no sabes qué pasa cuando vuelves. Pero no podemos hacer que las acciones de nadie cambien. La naturaleza de cada ser humano está basada en creencias, él cree que lo que está haciendo es lo correcto.

Tú y Yo a través del tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora