Elige un bando - Chloé

57 20 2
                                    

Quise seguirla y me paralice. Quise abrazarla y sentía una barrera. Entendía su dolor y no me atreví a detenerla, pero no iba a permitir que se encerrara sin darle una respuesta. Pero muchas veces las acciones deben ser al momento, eso ya debería haberlo aprendido y con ella olvidaba las cosas que me hacían ser yo. Cuando entre a su habitación ya no estaba.

Lauris llegó rápido y al ver que Zoé no estaba solo me pidió que me fuera, no tenía ánimos de discutir con ella. Ya sabía que me tenía cierto rencor y más porque ella sí sabía que los sentimientos de Alejandra no eran de días; no estaba preparada para dejarla ir y aun cuando estaba aquí era como tragar agrio en medio de un futuro que sería cercano: su partida de este tiempo era algo que no se detendría. Me dirigí a mi casa sin detenerme a pensar en nada más, era como si todo se hubiese detenido a mí alrededor. Y las últimas palabras de Zoé se repetían en mi cabeza una y otra vez.

Pero no podía ser débil, no cuando tenía mucho por hacer. Lo que había sucedido era un error y Zoé entendería en su momento. Nunca había sido sentimental y en este momento estaba segura de que había fallado, pero no era algo que me deprimiera, no cuando no sé qué trama Samantha, mi cambio de destino fue radical. Cambie mi rumbo a las afueras de la casa de silueta y le marque a Aurora sin éxito.

Baje de mi aeromoto, pero no mire nada extraño. Todo estaba tranquilo. Hasta que vi robots armados hasta sus más finos metales, esta tecnología era rara de ver. Por lo costosa que era usar robots, son unos lujos, pero estaba claro que ellos podían dárselo, ya que era obra del padre de Zoé. Intente llamar una vez más a Aurora.

—¿Si? —respondió en baja voz.

—¿Qué tanto haces ahí dentro? —pregunté.

—¿Estás aquí? —preguntó.

—Afuera, pero si aquí estoy —dije.

—Debes irte, en un rato más iré a tu casa, nos vemos en tu cuarto —dijo y colgó.

Quise no hacerle caso y entrar, pero no era lo prudente y no me convendría actuar por impulso. Así que me fui a mi casa. Debía poner muchas cosas en orden, mis sentimientos, lo que estaba por venir, Alejandra con su gran revelación de hoy, el desastre de la moderna, lo que nos habíamos enterado del padre de Zoé, incluso de la misma Samantha. Me duché y me acosté a esperar por Aurora. Conociéndola no tocaría para entrar así que solo me tocaba esperar.

—¡Estás loca, casi me matas del susto! ¿Qué haces, ahí mirándome en la oscuridad? —pregunté cuando desperté de pronto y no sé ni qué hora era cuando me quede dormida.

—Llegue y dormías, me pareció injusto despertarte después del día que sé que tuviste —contesto Aurora—, llame a Thiago y él me puso al tanto de todo lo acontecido así que solo te deje dormir, pero ya que estas despiertas debemos hablar —dijo mientras yo me incorporaba en la cama.

—¿Qué hora es, Aurora? —pregunté mientras me estrujaba los ojos y bostezaba.

—Las tres de la madrugada —contestó pasándose a mi cama— así que te cuento y duermo contigo, no me iré a mi casa a esta hora. —Sonrió y qué más podía esperar de ella.

—Lo sabía, me sorprende que no estuvieras en mi cama. —Sonreí—. ¿Cuéntame que pasó allá? —pregunté ya más despierta.

—Lo pensé, pero hubieses gritado al despertar y les dije a tus padres que me habías invitado. —Curvo ligeramente su boca mostrando una pequeña sonrisa y luego su semblante fue serio—. Samantha cambio todo, mañana hay una reunión con los de la moderna en la institución montana. Nos dijo que Zoé era un peligro y que debíamos elegir si queríamos estar con ella o en contra de todo lo que nos ha mantenido vivos —dijo y arrugó la nariz un gesto que hacía solo cuando estaba incómoda con algo y eso era muy pocas veces— ¿Sabías que el padre de Zoé está vivo? —preguntó.

Tú y Yo a través del tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora