Sᴀᴛōʀᴜ | Kᴀɢᴇʏᴀᴍᴀ Tᴏʙɪᴏ

05 | Posiciones

Al día siguiente, al final del entrenamiento, Daichi les pidió que se sentaran a su alrededor para poder explicar las posiciones ya seleccionadas.

— En cuanto a las posiciones del partido de práctica, creo que será esta — mostró el pequeño pizarrón con los nombres de algunos integrantes.

Cuando Oikawa vio su nombre fuera de la cancha, se decepcionó un poco al creer que no podría jugar contra su antigua escuela o al menos, contra su hermano e Iwaizumi. Lo que lo sorprendió fue ver los nombres de la mayoría de primer año dentro del campo de juego.

— Quiero usar a Kageyama y a Hinata como un conjunto — empezó a decir —. Tsukishima y Oikawa son de los pocos jugadores altos que tenemos; sin embargo, Oikawa jugará en el segundo set reemplazando a Ennoshita, de esa manera tendremos un gran bloqueo — miró fijamente a los mencionados —. Quiero ver cómo pelean frente a Seijoh.

— ¡Si!

— ¿Usarás a Hinata en una posición donde la estatura importa? — preguntó Tanaka.

— ¿Eh? ¿Bloqueador central? — estaba desconcertado —. ¿Estoy en la misma posición que Oikawa-san y el larguilucho de Tsukishima?

Fue entonces que el profesor Takeda explicó algunas posiciones basadas en su libro sobre lo ya mencionado.

— ¿Está bien así?

— También hay posiciones defensivas, pero esta vez es suficiente — respondió Daichi.

— Escucha Hinata... — comenzó a hablar el azabache —. Tú eres la carnada definitiva.

— ¡¡Oh!! ¡¡La carnada...!! ¿Definitiva? — su tono entusiasta se fue degradando, hasta que con apatía, cayó de rodillas —. No es nada inspirador.

— Te dejaremos anotar muchos rápidos, y entonces los oponentes bloqueadores tendrán que poner su atención en ti — señaló —. Entonces los demás rematadores podrán entrar en juego.

— ¡Oh! — su ánimo subió un poco.

— Los tipos grandes como Tsukishima caerán como idiotas ante tus movimientos — expresó burlón —. Se sentirá bien, ¿no crees?

— ¡Waah! — gritó emocionado —. ¡Me gusta! ¡Eso me gusta!

— Hey, no estarás llamando idiota a Tsukki, ¿verdad? — interrumpió el joven de pecas.

— Cállate Yamaguchi — murmuró el rubio.

— Lo siento, Tsukki — se disculpó.

— Y al contrario, si no eres efectivo, los demás ataques fallarán — finalizó Kageyama.

— No le pongas tanta presión — susurró el capitán.

Pero ya era demasiado tarde...

— Los demás fallarán... los demás fallarán... — comenzó a repetir en un estado de ansiedad.

— ¡¿Lo ves?! — señaló un tanto irritado.

— Pero… ¿Qué hay del bloqueo? — interrumpió Tanaka —. Incluso si puede saltar alto, los jugadores más altos llegarán a la altura máxima en menor tiempo.

— Sí, por eso es que no queremos que Hinata devuelva los ataques de los oponentes, sino que los toque — respondió Kageyama —. Con los increíbles reflejos y velocidad del idiota de Hinata, puede tocar los remates, y reducir su impulso. Llevaremos el ritmo a nuestra ventaja, y podremos hacer un contraataque.

— Están esperando a que todo vaya como planean — afirmó el rapado.

— Probablemente no lo haga — habló Daichi.