56 | ¿Atrevido?

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Tras aquel acontecimiento, el castaño había tomado cierta distancia contra el armador de expresión burlona. Detestaba recordar sus palabras al dirigirse a su azabache; no obstante, detestaba aún más no poder hacer nada, los entrenadores tenían en estima la convivencia entre jugadores. No podía permitirse realizar un acto que resulte en un castigo, o algo peor.

— ¡Bien!

Fuuf... — suspiró, cansado.

Revolvió por un largo tiempo su ahora húmero cabello, puesto que el extenso entrenamiento le había hecho sudar hasta parecer casi recién mojado por una intensa lluvia. Frotó sus sienes, buscando alguna solución al problema que se presentaba. De reojo, miró al equipo contrario. Enamorado, su corazón palpitó al visualizar la sonrisa de Kageyama, quien parecía celebrar con el ofensivo albino y el irritante Miya. Sonrió por un momento. Negó. La situación los había convertido en rivales, no tenía porqué dejarse ganar ante su amado. Aunque si no fuera por el entrenador, claramente le entregaría la victoria.

— Ellos son realmente buenos, nos vencerán completamente — escuchó en un murmuro.

Sintió una de sus venas marcarse en su cien con total fastidio y sus labios formaron un gesto positivo, evitando que la molestia lo invadiera. Perder por diez puntos no era mucho... o al menos intentaba convencerse de ello. Suspiró. Peinó su cabello hacia atrás, mostrando una imágen ciertamente incitante.

— ¡Kageyama! ¡Atención! — gritó alguien.

El joven armador tragó duro.

El Oikawa bajó la mirada, mirando de un lado a otro el suelo, como si fuera lo más interesante del mundo después del setter, claro, hasta que alzó la cabeza cuando sintió su mente iluminarse.

— ¡Hey! — se dirigió a sus compañeros de equipo, a quienes les rodeaba un aura de desánimo —. Tengo una idea — un toque intrigante se plasmó en la sonrisa de sus labios.

El sonido del silbato alertó a todos.

Oikawa y sus compañeros se miraron unos a otros, asintiendo al estar listos.

"— Brócoli, recibirás señaló.

¿B-Brócoli? — susurró, confundido".

Chigaya se preparó para la llegada del balón, por lo que cuando sintió el golpe en sus antebrazos, con seguridad, elevó la misma.

"— ¿Luego qué? — dijo alguien más.

El bloqueador le dirigió una expresión emocionada. El chico se sintió intimidado.

Armador, ¿cierto? el mencionado se encogió.

Nervioso —. S-... S-Si — balbuceó.

Intenta elevar la pelota lo más alto que puedas, sól-....

¿Cómo se supone que sepa el momento? Es la primera vez que jugamos juntos — interrumpió, con el ceño fruncido.

Su sonrisa se ensanchó, y el chico desvió la mirada.

Tú mismo lo sabrás".

Cuando el balón estaba a nada de tocar sus dedos, un aura asombrosamente llamativa le puso los pelos de punta. Curiosamente, en aquel instante sintió la emoción recorrer su cuerpo. Entonces, elevó la pelota hacia el de ojos azules. En seguida giró hacia donde el antes mencionado. Estaba impresionado de verlo en el aire con su expresión de determinación.

Sᴀᴛōʀᴜ | Kᴀɢᴇʏᴀᴍᴀ TᴏʙɪᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora