35 | Una posible evolución

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— ¡Oye! ¿Dónde está el Skytree? — preguntó un curioso Hinata.

— ¿El Skytree?

Por la mañana llegaron, así que, al igual que Nekoma, comenzaron a recoger sus mochilas y demás cosas.

— ¡¿Esa es la Torre de Tokio?! — señaló el pelinaranja frente a ellos.

A su lado —. Solo es una torre de comunicación normal — respondió con pena Kenma.

— ¿No hay torres de comunicación en Miyagi? — habló el capitán de los nekos junto a Karasuno —. Estoy seguro de que ya escuché eso antes.

— Todas las torres de aquí parecen la Torre de Tokio para los de campo — defendió Daichi.

— Qué grosero — musitó el peligris —. Además, estamos en Saitama.

Detrás de ellos, un adormilado azabache y un contento bloqueador les hacían compañía.

¿También creíste que era la Torre de Tokio? — murmuró en tono burlón.

Él asintió a la vez que bostezaba.

¿No dormiste bien? — desvió la mirada —. ¿Fue incómodo dormir... así? — expresó avergonzado.

El armador se sonrojó al recordar la noche anterior; no obstante, esta vez negó.

— No quería levantarme... fue muy agradable — susurró con un pequeño gesto alegre.

— ¡Hinata! ¡¿Has crecido?! — se escuchó a lo lejos.

Oikawa le dirigió una gran sonrisa.

El partido estaba a segundos de iniciar

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El partido estaba a segundos de iniciar.

— Bien — dijo el entrenador Ukai —. Esta vez cambiaremos de jugadores constantemente, así que prepárense.

— ¡Sí!

El árbitro silbó.

Cuando se posicionaron en el terreno de juego, a los rivales se les veía con una actitud alentadora.

— ¡Aspiren a no tener ningún castigo! — mencionó el capitán de Fukurorani.

Entonces, los cuervos realizaron su servicio.

— ¡Noya-san!

¡Buena recepción!

El balón se elevó y, mientras el balón llegaba hacia el armador, Hinata se preparó para saltar.

— ¡Ahí viene ese ataque raro! — avisó el as de ojos dorados.

Cuando la pelota parecía tomar vuelo... de un momento a otro cayó. Los espectadores no dijeron nada, solo los miraban sin expresión alguna.

Sᴀᴛōʀᴜ | Kᴀɢᴇʏᴀᴍᴀ TᴏʙɪᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora