55 | Irrespetuoso

3.5K 431 46
                                    

— ¡Gracias por la comida! ¡Vamos a comer! — juntó sus manos, en señal de agradecimiento —. Es un alivio ver rostros familiares por aquí.

No respondió. Sólo mantuvo la mirada en la gran bandeja con los siete platillos de comida. Por el poco tiempo que lleva, la cafetería era un lugar silencioso, lo opuesto a lo que creyó en un principio. Algunos se conocían, otros no, pero la rivalidad y el análisis que se dedicaban los jugadores mostraba la cautela que tenían al aprender del otro.

Tragó duro. Todo se veía apetecible, pero el sueño quería consumirlo. Parpadeó varias veces, en un intento de disimular su cansancio. Miró de reojo a sus acompañantes. Kageyama ya había iniciado con el arroz. El "extraño" en la mesa, el brócoli número dos alias Chigaya Eikichi, un jugador de Shinzen, parecía ser alguien amigable.

Suspiró, para entonces empezar con la sopa caliente.

— Karasuno venció a Shiratorizawa y ahora se dirigen a las nacionales, ¿cierto? Eso es asombroso.

Tras dar un bocado al plato de verduras, el castaño asintió.

— Nosotros perdimos con sets cerrados en las finales... Creí que lo tendríamos fácil... — su tono alegre decayó.

El ambiente se había tornado incómodo, o al menos para el Oikawa. De alguna manera extrañaba el escándalo de Nishinoya y Tanaka, aquel par siempre lo hacía reír hasta ahogarse por no haber masticado la comida. Al sentir un leve golpe en su pierna, se dirigió a su azabache. Confundido, arqueó una ceja. Él sólo extendió el tomate que había picado con sus palillos al recipiente con arroz, dando a entender su acción.

"Come" — leyó al ver sus azules ojos.

Obedientemente asintió, dentro de poco su cena podría enfriarse.

— Oi — dijo una voz.

Teniendo en mente quién era el sujeto, sólo le miró de soslayo. Era quien el primer día portó un llamativo uniforme verde y cubrebocas. Aquel que les dirigió la palabra al llegar al gimnasio, y quien aparentemente ignoró al armador cuando este se presentó. Frunció el ceño, molesto por recordar la escena.

— ¡¿Sakusa?! — pronunció Chigaya.

— Aún no he tenido la oportunidad de ver el video, pero... ¿Por qué perdió Shiratorizawa? ¿Wakatoshi estaba teniendo un bajo rendimiento? — interrogó, sin siquiera saludar.

El de cabellos ondulados los miraba fijamente, impaciente de tener su respuesta.

— A mí me pareció que estaba en su mejor forma — dijo Kageyama.

Incluso me lastimó un dedo — alzó su mano, enseñando entonces el leve color morado en su índice.

— ¿Qué? — entrecerró los ojos. No esperaba eso —. Si ese es el caso, ¿entonces por qué perdió? ¿Qué hicieron? ¿Alguien pudo detenerlo?

Azul y azul se miraron, en busca de contestar ante su insistencia.

Bueno, sí. Lo detuvieron — murmuró luego de comer una rebanada de manzana.

El del cubrebocas pareció frustrarse.

— ¿Quién fue? ¿De qué año? ¿Cómo se llama?... Descríbanlo. ¿Cuál secun-...? — poco a poco se fue acercando hasta que alguien interrumpió.

— Ignoren a este tipo. Él puede ser muy deprimente — habló un castaño de cejas gruesas, quien parecía conocerlo —. Tiene la tendencia de fijarse en cualquiera que perciba como una amenaza potencial.

— Me ofende el comentario de deprimente, pero soy precavido — comentó el del cubrebocas.

— Aún te estás conteniendo, ¿verdad? — señaló Kageyama.

Sᴀᴛōʀᴜ | Kᴀɢᴇʏᴀᴍᴀ TᴏʙɪᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora