—Por supuesto que no —______[tn] temblaba, aunque, gracias a Dios, él no se había dado cuenta de a quién pertenecía el libro—. Pero debe tener la oportunidad de conocer al hombre que usted ha escogido para ella —le miró desafiante, y Justin la contempló con ojos fríos y enigmáticos.
—Puedo asegurarle que los antecedentes de Stephanos, tanto en el aspecto social como en el económico, son intachables —era como si gozara al provocarla con su actitud de mando—. La empresa de su padre posee varios hoteles, y Stephanos será aceptado como miembro de la junta directiva cuando termine sus prácticas. Katina será la mujer de un respetado hombre de negocios, con toda seguridad y comodidad que eso conlleva. Una lista de cualidades que le hace muy atractivo a los ojos de la mayoría de las mujeres, ¿no?
—Atractivo, tal vez; pero eso no es suficiente para que Kati le ame de manera automática —declaró ______[tn], asombrada por el cinismo de Justin.
—Además —continuó él con suavidad y sin hacerla caso—, si no hubiese sido por su intromisión en mis asuntos, yo habría alentado a Katina para que conociera mejor a Stephanos, ante de permitir que él se le aproximara... aunque de ninguna manera son extraños el uno para el otro, y, para todos los que anoche los observaron, fue claro que ella se sintió muy atraída hacia Liviticos. No obstante, y en vista de que no podía confiar en usted, decidí actuar de inmediato. Por Theo, ______[tn], ¿cree que no me doy cuenta de la extrema juventud de Katina? —exhaló un suspiro de impaciencia—. Mientras Kati se encontraba en Inglaterra, Stephanos vino a verme y solicitó permiso para cortejar a mi hermana. Yo sabía que él sería un marido ideal para ella, pero Kati era joven e inexperta y quizá aún no poseía la madurez necesaria para tomar una decisión tan seria. También sospeché que ella se sentiría obligada a hacer, y haría, lo que se imaginaba eran mis deseos —así que Justin no era ajeno a las necesidades y prejuicios de Katina. ¿Sería cierto que sólo había actuado en bien de la chica? ______[tn] empezó a sentir un leve rayo de esperanza—. Pensé que le haría falta contar con una persona madura de su propio sexo, con quien pudiera hablar. Alguien que la quisiera y aconsejara como una madre —observó el rostro de ______[tn]—. Entonces le conté lo sucedido a mi tía Irini y le pedí que viniese aquí con Kati, y que mantuviera el secreto. Pero en lugar de ella... —se encogió de hombros.
—La acompañe yo —______[tn] terminó la frase con una mueca de desprecio. Con razón Justin se había enojado tanto al verla en especial después del ridículo episodio del aeropuerto. ¡Su hermana iba a ser malaconsejada por un turista de moral bastante dudosa!
—Sí —asintió con suavidad—, la acompañó usted. No le estropee las cosas, ______[tn]. No le quite esta oportunidad, a menos que esté segura de poder ofrecerle algo mejor —su voz se hizo más profunda—. Aunque el matrimonio contaría con mi bendición, no voy a obligarla a casarse con Stephanos. Le conozco y confió en él, pero la decisión final debe ser y será de ella —aquellos fabulosos ojos miel la obligaban a mirarlos—. Como ha podido notar, se ha emocionado mucho cuando se lo he dicho, pero a usted la quiere mucho y le hace caso. Quizá pueda disuadirla con sus inteligentes argumentos y sus teorías sobre la igualdad de derechos. Es un riesgo que puedo aceptar, pero si lo hace...
—¿Qué? —______[tn] tenía la garganta tan seca, que casi no podía hablar.
—Recuerde que es algo muy serio al privar a una mujer griega de la oportunidad de gozar de la seguridad del matrimonio y de sentir a sus hijos entre sus brazos.
—¡No todas las mujeres quieren marido e hijos! —se vio forzada a utilizar frases esterotipadas, pero no podía evitar el antagonismo que le provocaba ese hombre.
—Pero una auténtica mujer desea pertenecer a un hombre —contemplaba el rostro de ______[tn] con insufrible superioridad—. Y aquí, en Grecia, eso sólo es posible por medio del matrimonio.
Incapaz de tolerar la impertinencia de aquellos ojos, desvió la mirada, mientras de sus labios escapaba un suspiro de completa desesperación al no poder discutir con él de manera racional.
A los pocos segundos, y antes de que sus sorprendidos miembros tuviesen la oportunidad de prepararse para resistir, sintió que la obligaba a ponerse de pie, y que la boca de Justin la atacaba con un beso implacable.
Furiosa por el abrupto asalto a sus sentidos, ______[tn] se revolvió contra el poder de aquellos brazos, en un vano intento por liberarse. Aun mientras luchaba, se dio cuenta de lo que le estaba sucediendo. Notó que se le endurecían los pezones y que el calor empezaba a invadir su cuerpo. Los ojos se le llenaron de lágrimas. ¿Cómo era posible que un hombre despreciara tanto a una mujer, y aun así la besara?
Cuando soltó su boca, de forma tan abrupta como la había capturado, ______[tn] emitió un jadeo que era una extraña mezcla de vergüenza y deseo, y cerró los ojos, incapaz de reprimir el gemido de desesperación cuando Justin movió una mano sobre los henchidos senos.
—¿Ves? —dijo él con satisfacción—. Eres toda una mujer, jatáki mou. También tú necesitas pertenecer a un hombre.
—No... —con esa ronca negativa, ______[tn] rechazó su insolente diagnóstico.
Justin retiró las manos de sus senos y permaneció de pie frente a ella, tan cerca que la chica podía percibir que el cálido aliento de su boca acariciaba su mejilla.
Le hubiera anunciado en ese momento su decisión de irse, pero pensó que él iba a pensar que admitía ser tan superficial y promiscua como decía.
______[tn] exhaló un profundo suspiro para tratar de controlar nervios. ¿Y si Katina decidía no casarse con Stephanos? Necesitaría contar con un apoyo moral antes de enfrentarse a su autocrático hermano.
—Ve a ducharte, ______[tn]; lo necesitas. Después, iremos a buscar a Katina.
______[tn] ya no quería discutir más y prefirió retirarse en silencio.
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La mujer de nadie(terminada) Justin y tn_.
FanfictionEsta novela no es mía,pero es una de mis favoritas.