Demasiado asombrada para insultarle como se merecía, ______[tn] tan sólo pudo continuar inarticulados sonidos de furia, lo que provocó que Justin emitiese una risa breve y explosiva.
—¿Le sorprende mi franqueza? Puedo asegurarle que mis treinta y dos años de vida han servido mucho para aprender acerca de mujeres... ¡en especial de las europeas del norte y de sus famosos puntos de vista liberales!
—Pues en lo que a mi respecta, ¡usted no sabe nada en absoluto! —en un desafío hacia aquella imponente presencia masculina intentó hacerle a un lado para pasar, pero quedó muy sorprendida cuando un par de firmes manos la sujetaron de los hombros obligándola a quedarse quieta.
—Entonces con gran placer aprovecharé su estancia en mi casa, para aprender.
—¿Y cree que me quedaré, después de aguantar su grosería y sus absurdas acusaciones? —______[tn] abrió mucho los ojos en sincero asombro. ¡Ese hombre estaba loco!
—Sí, creo que sí —con rostro severo, se enfrentó al hostil desafío de ______[tn] con una ilimitada confianza—. Si aprovecha el tiempo y demuestra que su preocupación por el bienestar de Katina es la única razón de su estancia aquí, al finalizar su trabajo le pagaré una cantidad extra.
—¿Cree que puede comprar mi lealtad hacia su hermana? —a ______[tn] se le arrebolaron las mejillas ante semejante insulto—. ¿Qué es con exactitud lo que espera obtener por su dinero?
—Su total abstinencia de encuentros eróticos durante su estancia —la respuesta fue inmediata y en voz baja. Sus siguientes palabras eran una orden pronunciada con dureza—. Y eso significa que no reciba a algún hombre en mi villa y que haga caso omiso de los kamaki que recorren la playa.
—¿Los kamaki! —distraída de momento. ______[tn] quiso saber el significado de esa extraña palabra—. ¿Qué es eso? ¿La mafia griega? —tuvo el placer de ver que Justin apretaba la boca.
—Los Kamaki son los tridentes largos que los pescadores llevan en sus botes. Aquí, cuando un hombre busca mujeres, decimos que es un kamaki. ¿Entiende?
—Sí, por supuesto —una lenta sonrisa curvó sus labios. Era una buena descripción de lo que ese griego imposible había tratado de hacer con ella en el aeropuerto.
Como si le adivinase el pensamiento, él fijo la mirada en los redondos y firmes senos.
—Tampoco quiero que avergüence a mi hermana o que ofenda a mis vecinos al ir a bañarse en las playas públicas sin la parte superior de su bikini, como lo hacen tantas de sus compatriotas.
—No puedo creer que me permita usar bikini —______[tn] alzó las cejas en un gesto de exagerada sorpresa, sintiéndose satisfecha al ver que Justin fruncía el ceño ante el sarcasmo de esas palabras. ¡Sin duda era un reaccionario!
—No afile en mí sus garras, yatáki—la amonestó con gentileza, aunque sin suavizar el gesto—. Yo sé qué le conviene a mi hermana, y por Theo que no a va amargarle las próximas semanas.
—Claro que no, no estaré aquí.
—Ah... —una vez más le impidió el paso —, por fin admite que Katina no le importa en lo absoluto.
—Oh, ella sí me importa —tuvo que hacer un tremendo esfuerzo para no abofetearle—. Usted es quien no me interesa; usted, con sus arcaicas ideas y su marcada descortesía. Créame que siento gran pesar al tener que dejar sola a Katina con esta clase de hermano.
—Pues ahórrese sus lamentaciones; volverá a Inglaterra con usted.
Aquellos ojos tan brillantes como témpanos de hielo bajo el sol del Ártico, disiparon cualquier esperanza de que no hablara en serio. ______[tn] no intentó ocultar el ardiente desdén que hizo que en sus ojos aparecieran chispas verdes. Tal como había imaginado, Justin Bieber no tenía intenciones de hacerse cargo de una jovencita de diecisiete años.
—¿Sería capaz de hacerle eso? ¿De verdad la mandaría otra vez a Inglaterra sabiendo lo mucho que extraña su patria? —el desprecio impregnaba su tono.
—No sería yo... sino usted —su sonrisa fue de triunfo mientras ______[tn], con horror, se daba cuenta cómo la había atrapado. Para ella constituía un misterio el motivo que Justin pudiese tener para desear que ______[tn] se quedara después de todo lo que le había dicho—. Usted no es lo que se me quería hacer creer —dijo Justin con un encogimiento de hombros—, pero los negocios me impiden acompañar a mi hermana durante todo el tiempo, y no me gustaría dejarla sola durante largos períodos. No sé qué le habrá contado sobre los motivos por los que se fue a pasar un año en Inglaterra, pero Katina estaba a solas con su madre cuando ésta sufrió un síncope fatal. Fue algo inesperado, y el efecto que produjo en Kati fue traumático —hizo una pausa reflexiva—. Creo que ya se ha recobrado, pero no quiero ponerla en peligro de sufrir una nueva depresión. Necesita la compañía de alguien con quien simpatice y en quien pueda confiar —una sonrisa triste curvó los labios de Justin —. Parece que aparte de nuestra tía Irini, usted es la única persona que goza de su confianza. Mi tía me ha asegurado que Katina la considera como una amiga muy querida —hizo otra pausa mientras contemplaba el pálido rostro de ______[tn] —. Por el bien de Katina, me gustaría que las cosas continuaran así —entrecerró los ojos al observar que las facciones de la chica evidenciaban su conflicto mental—. Si usted se va a Inglaterra, no habrá quien la reemplace y la única opción que me quedaría sería enviarla de inmediato al cuidado de Yorgos e Irini.
______[tn] apretó los dientes con frustración. No podía someter a su amiga a semejante desencanto. Además, según le había confiado Katina, la brecha de quince años que existía entre ellos provocaba que sus relaciones no fuesen ideales. ______[tn] tenía la esperanza de que se estableciera entre ellos un nuevo eslabón a lo largo de las siguientes semanas. Quizá así Justin fuera capaz de avenirse a razones con respecto al futuro de Katina.
Espero les guste tanto como a mi,un beso,no olviden comentar y votar <3.
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La mujer de nadie(terminada) Justin y tn_.
FanfictionEsta novela no es mía,pero es una de mis favoritas.