La mujer de nadie(terminada) Justin y tn_.

cap.12

-Pero... pero... -______[tn] se quedó tan asombrada por la injusticia de su actitud, que casi no podía hablar.

-Admito que no mintió para obtener el puesto -prosiguió Justin con insolencia -, pero persiste el hecho de que, si yo hubiese sabido cómo es su físico, jamás la habría contratado.

______[tn] sacudió la cabeza con desesperación y volvió a ponerse las gafas. Cierto que algunos hombres las habían lanzado piropos, mas nunca les faltaron al respeto ni intentaron propasarse. Aunque al ver la forma en que algunas parejas se demostraban su atracción física en público, comprendía los escrúpulos de Justin. El temía que su hermana o ella, se vieran envueltas en un tipo de relación similar.

Pero nada más lejos de la mente de ______[tn] que enrollarse con algún hombre y descuidar a su amiga.

-¿Ha venido entonces aquí para disculparse... o para reemplazarme? -la mordacidad de su tono era una vergüenza.

-A reemplazarla por supuesto que no, jatáki mou -se apresuró a responder, mientras su mirada recorría con impertinencia el traje de baño de ______[tn] -. Sólo he venido a asegurarme de que obedece mis instrucciones de no tomar el sol sin el sujetador del bikini.

-¿Está sorprendido? -replicó con furia -. ¿O quizá desilusionado?

A él le saltó un músculo en la mandíbula y, ______[tn] se sintió de nuevo agradecida por la protección que sus gafas de espejo le proporcionaban.

-Sorprendido, sí -admitió Justin, cuya boca se amplió en un amago de risa-. Tenía el presentimiento de que a la primera oportunidad me desafiaría. Pero, ¿desilusionado? No. Cuando llegue el momento de que goce viendo su cuerpo desnudo, sentiré el mayor de los placeres al saber que es un privilegio.

______[tn] , sin poder dar crédito a lo que oía, se quedó con la boca abierta. ¿Cómo era posible que ese individuo se atreviese a suponer que alguna vez la vería sin ropa? Para su consternación, en ese momento sintió que una oleada de calor surgía en algún punto situado en la región de su abdomen y que se extendía por todo su rostro.

Sólo le quedaba un recurso, y era hacer caso omiso del comentario.

-¿Usted no comparte la admiración que sienten sus compatriotas por las turistas que exhiben los senos-inquirió con sorna, mientras él apretaba los labios.

-Si me pregunta que si miro a las mujeres que vienen semidesnudas a tomar el sol en nuestras playas, entonces la respuesta es... por supuesto que sí -Justin se reía de ella con descaro, aumentando la frustración de ______[tn]-. Pero lo importante es que entre esas mujeres no hay ninguna griega. Esas inmorales pueden invadir un momento de nuestro pensamiento y, tal vez, nuestra cama, pero nunca compartirá nuestra vida ni se convertirá en la madre de nuestros hijos. No son nuestras mujeres -sus ojos lanzaban rayos solferinos que penetraban los cristales que ocultaban la reacción de ______[tn] -. No conozco -prosiguió-, a ningún griego que permita que su mujer se exhiba de esa manera -su tono era tranquilamente informativo-. De hecho, los diarios locales atestiguan que algunos maridos les han cortado el cuello a sus mujeres por comportamientos mucho menos licenciosos.

______[tn] exhaló un profundo suspiro, consciente de que era testigo de una actitud machista.

-No lo dudo -contestó con sequedad-. Pero yo ni soy griega ni mujer de nadie, como usted de forma tan encantadora lo dice. Por lo tanto, no debe prevalecer tal restricción respecto a la forma en que prefiera tomar el sol.

La oración terminó en un agudo grito cuando la mano de Justin se cerró sobre su hombro.

-Usted forma parte, aunque sea de manera temporal, del personal de mi casa, y yo soy quien decide qué restricciones deben aplicársele -ella sintió que aquellos ojos la quemaban mientras trataba de liberarse-. Si no me obedece, prepárese para enfrentar las consecuencias.

-¿Me expondría a que me corten el cuello?

Durante un momento, se hizo un silencio entre ellos. Cuando al fin habló Justin, lo hizo con suavidad.

-Quiere una confrontación conmigo, ¿verdad?