La mujer de nadie:Capítulo 18

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-Todos los hombres son machistas de corazón -sonrió-. Pero sólo en un país como Grecia tiene el valor de admitirlo.

Durante unos cuantos minutos bailaron en silencio, antes de que Bob prosiguiese con sus comentarios.

-Fíjese por ejemplo en su amigo Bieber. Una vez que case a su hermana a la manera tradicional, quedará libre para casarse con su amante, concederle el honor de llevar su apellido y darle la responsabilidad de sus hijos -rió con dureza-. Claro que eso no significa que vaya a serle fiel; pero, siendo griega, ella cerrará los ojos a sus infidelidades, segura de que nadie le quitará nunca su lugar en el hogar.

______[tn] experimentó una extraña y dura sequedad en la garganta. ¿Sería cierto que Justin deseaba contraer matrimonio con la mujer con quien vivía... y que anhelaba convertirse en padre? ¿Era ése el verdadero motivo que se albergaba tras su decisión de casar a Katina? Sí, reconoció con amargura, Justin Bieber desearía tener hijos en especial varones, para perpetuar sus apuestas facciones y conseguir la inmortalidad a través de la reproducción... Sí, era fácil suponer que Katina sería sacrificada en aras del egocentrismo de Justin...

-Usted parece conocerle muy bien -comentó al fin.

-Bastante -concedió Bob-. Ya que Textiles Bieber tiene un contrato con Producciones Vayne, nuestros caminos se cruzan con frecuencia... tanto en el terreno comercial como en el social -su boca se torció con amargura-. Claro que no puedo considerarle mi amigo... aunque tenemos algunas amistades en común, como Yana Theodaxis, la mujer con la que comparte su lecho.

-¡Oh! -______[tn] le contempló con la boca abierta, sin saber qué decir, pues tenía el presentimiento de que Bob Grafton la había buscado con el firme propósito de revelarle la verdad en torno a la amante de Justin. Al ver la tristeza que emanaba Bob, ______[tn] comprendió que la tal Yana había sido más que una amiga para él antes de que la mujer conociera a Justin.

Mientras observaba el semblante de Bob, notó que su expresión cambiaba de tristeza a una diversión casi maligna.

-No se preocupe por mí, querida. De esto no voy a morirme. Hay muchas chicas como ella; al menos me queda la satisfacción de haber privado a Bieber del gusto de haber sido su primer amante... aunque parece que intenta ser el último.

-¿Está seguro? -la simpatía de ______[tn] hacia los obvios celos de Bob se encontraba mezclada con una creciente furia contra el hermano de Katina, al recordar sus órdenes con respecto a la conducta que ella debía seguir.

El se alzó de hombros en un ademán de desconsuelo.

-Es la primera vez que Justin comparte su apartamento con una de sus amantes. Además, ella es griega, y eso es importante. El querrá a una nativa para madre de sus hijos y... ¡maldición!... parece que ya la ha encontrado. Lástima que usted no sea la mujer que pueda alejarle de Yana...

-Oh, Bob, lo siento... -suspiró ______[tn] y posándole una mano sobre el brazo. La música cesó y ellos se quedaron al lado de una angosta columna. Por mucho que le molestara el ser considerada como una posible «diversión», no podía evitar pena por aquel joven, por Katina y, por alguna desconocida razón, ¡por ella misma!

-¿Por qué no habré encontrado una buena chica como usted, pequeña acompañante?

Al darse cuenta de que no había dicho su hombre, ______[tn] abrió los ojos para rectificar la omisión, pero no pudo hablar porque Bob posó su boca sobre la de ella en un lento beso. Aprisionada entre el pilar y el hombre, ______[tn] no pudo eludirle y, aunque el beso no fue apasionado, cuando por fin quedó libre, la sorpresa la había dejado sin aliento.

Con las palmas de las manos colocadas contra la elegante chaqueta de Bob, ______[tn] levantó su mirada acusadora hacia él, para encontrar que Bob tenía la vista fija tras ella.

-Ah... ¡Bieber! -el brillo de una perversa satisfacción se reveló en sus palabras-. Según tengo entendido, a usted es a quien debo agradecer que esta hermosa criatura se encuentre dentro de mi órbita.

-No -la voz de Justin estaba impregnada de animosidad-. ______[tn] tiende a ser como un satélite que pierde el curso si uno no mantiene sobre ella una estrecha vigilancia. Puedo asegurarle que en esta ocasión su órbita se ha salido por completo del límite. Pero aun así -hizo una pausa y desvió la mirada del ruborizado rostro de Bob hacia las tensas facciones de ella-, es una situación que puede ser fácilmente remediada con un poco de control manual.

Con los nervios de punta por completo, ______[tn] le contempló, incrédula.

-¡No se atreva a poner ni un solo dedo sobre mí! -para su consternación, notó que le temblaba la voz. Entonces, Justin la miró con expresión inescrutable.

-Iba a pedirle que bailásemos. ¿Le da miedo?

La mujer de nadie(terminada) Justin y tn_.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora