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El mayor al salir de la habitación de su hijo preocupado por ver esos brillantes y expresivos ojos llorosos y con una fina capa carmesí dando a entender que había llorado, el Alfa conocía muy bien a su hijo, algo habrá pasado para que se ponga así. Mañana a primera hora iba a conversar con él, no podría estar tranquilo sabiendo que su bebé estuvo llorando por algo.

Para el Señor Min su hijo era el más gran tesoro que pudo recibir, y uno como padre siempre va anhelara que su o sus niños estén bien.

Por lo que a pasos lentos fue a su oficina la cuál estaba en la planta baja de la casa, mientras bajaba las escaleras veía las pinturas de distintos artistas famosos, los cuáles escogió personalmente su esposa, suspiró remangandose las mangas de su camisa celeste, movió su cuello para que no estuviera tan tenso y aliviar el dolor que sentía en su hombros. Al llegar llevó su mano a la manija para abrir la puerta y al hacerlo viendo la luz prendida la cuál iluminaba cada parte dentro de esas cuatro paredes claras, también encontrándose con una persona.

—Sook ¿Qué haces aquí?

La nombrada al escuchar la voz de su esposo giro su esbelto cuerpo rápidamente, viéndolo con el ceño fruncido, mostrándose claramente confundido.

—A-ah.... —Miró el escritorio un poco nerviosa tratando de buscar algo que decir —Solo vine a buscarte, es tarde y quiero que estés en la cama haciéndome compañía —Se acercó poniendo sus delgados brazos sobre los hombros de su marido —Amor~ hace mucho que no hacemos nuestras cosas~

—Lo sé, pero últimamente estoy teniendo mucho trabajo en la empresa —Acarició los brazos contrarios —Mejor espérame en la habitación mientras yo termino unos papeles que me faltan y ahí te puedo ir acompañar.

—Eso siempre me dices, hasta te puedo asegurar que solo una vez al mes tenemos relaciones, y con suerte ya que tú nunca quieres hacerlo.

Eso era verdad, Min Baek muy pocas veces tocaba a su esposa, no era que la Omega no fuera bonita o atractiva a la vista del Alfa, al contrario, lo era y mucho pero había siempre algo que detenía a Baek, de no querer ir más allá de besos y algún encuentro íntimo, ese algo tenía nombre.

"Olivia"

Le repetía el lobo del mayor en cada momento de sus días, siempre estaba presente ese nombre, no podía evitarlo, esa Omega llamada así era parte de él, la otra mitad que tenía y ya no estaba, pasaron años y todavía su lobo la seguía llamando, aullando para que viniera a su lado.

Y es que....

¿Qué tan fuerte es el dolor de perder a tu predestinado?

¿Cómo se sobrelleva?

Solo Baek que lo ha experimentado lo sabe..... Su hijo, el tesoro que le dejo su amada, el fruto que nació en un par de adolescentes enamorados.

—Lo lamento, estoy consiente de eso —Se rascó el cuello un poco nervioso —Perdón por descuidar tanto el matrimonio.

—Te perdono si lo hacemos ahora —Se puso de puntillas para alcanzar un poco el rostro del Alfa pero fallando ya que este era muy alto —Vamos~

—Sook ahora no creo, además Yoongi está mal y estoy preocupado por él.

Y la mujer al oír ese nombre rodó los ojos disimuladamente.

—Volvió llorando después de la cita que tuvo con el hijo de los Park, no se que habrá pasado, lo deje para que llorara tranquilo pero mañana le preguntaré —Hizo una mueca al recordar a su hijo llorando —No me gusta que esté mal.

🥀¿ESTA Y EN OTRA?🥀 [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora