🥀¿ESTA Y EN OTRA?🥀 [YM]

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—Y esto es lo último —Dijo poniendo el último zapato izquierdo en el pequeño pie de Minki —No te aprietan ¿Cierto?

El pequeño negó sin soltar la polera del mayor que a este punto ya lo tenía arrugada en esa parte, por lo que lo bajo de la camilla para agarrarlo de la mano, caminando junto a él a la salida, saliendo que aquella habitación en donde Minki permaneció recuperándose por una semana, aún el menor se mantenía desnutrido pero ya no tanto como el principio ya que ahora comía cuando debía.

Los dos iban avanzando dirección a la doctora encargada del proceso del pelinaranja, hasta que este le jala su polera un par de veces para llamar la atención de Yoongi quien bajo la mirada.

—¿Qué pasó? ¿Tienes hambre? —Se inclinó a la altura del bajo.

—Jimin.

—¿Tu papá?

Minki negó —Jimin.

—Oh, pues él está recuperándose de un pequeño accidente, pero lo verás en unas horas ya que llegará al departamento en donde nos quedaremos.

—¿No no iremos con Jimin ahora? —Murmuró en voz demasiado baja como si tuviera miedo de preguntar.

—Emmh no... —Miró como el pequeño bajo la mirada —¿Quieres que vayamos con él?

Asintió —S-Seung le puede pegar y comenzará a gritar, y no me gusta oírlo gritar, me da miedo.

Yoongi solo se le quedo viendo atentamente, examinando las acciones y facciones faciales del menor, y como si este tuviera una mezcla de tres personas, claramente las dos eran de Seung y Jimin, aunque la otra no sabía muy bien, estaba seguro haberla visto en algún lugar pero no recuerda muy bien, en cierta forma... Le parecía extraño.

—Mira Minki, desde ahora tú ya no escucharas nada de eso, yo no lo permitiré, llevarás una vida completamente nueva en donde no dejaré que nadie te vuelva a poner la mano encima o siquiera gritar... Podrás disfrutar tu infancia como todos los niños lo deberían hacer.

El menor solo miro el piso jugando con la punta de su pie en el suelo moviendola de un lado a otro, sus manos solo agarraban las contrarias con un poco de fuerza.

—¿No me gritarás feo? —El mayor negó —¿Entonces me pegarás...? —Lo último lo dijo con un pequeño nudo en la garganta.

—Mucho menos eso, serás el tesoro más preciado que tendré y cuidaré desde ahora —Dijo recordando las miles de veces que le susurraba al vientre de Jimin las últimas palabras, mientras la acariciaba.

Minki en forma tímida le dio una sonrisa sin mostrar los dientes, dando un leve saltito aún sin soltar las grandes manos. Yoongi también le dio una sonrisa mostrando sus encías, desordenando la cabellera pelinaranja en modo de juego, luego fueron hasta la doctora en donde despidió a su paciente, para después ir a la habitación en donde estaba Jimin, siendo que lo primero que vieron al llegar fue al hombre de Yoongi quien le encargó ocuparse de llevar al rubio al departamento.

—Señor Min —Hizo una reverencia hacia su jefe —Estaba a nada de buscar al chico que me pidió.

—Eso veo, pero llévalo a mi auto mejor, lo estaré esperando —Ordenó con su rostro serio, el cual era muy común entre sus empleados verlo con aquella expresión.

Luego de eso caminaron hasta un auto polarizado y totalmente limpio, Yoongi al pinchar el botón de seguridad del auto hizo que el pelinaranja se asustara al escuchar un nuevo sonido desconocido, pero lo que más le asustó es ver aquel gran auto delante suyo, una figura extraña con espacios en donde aparentemente se puede entrar, el color negro tan llamativo hizo que negara para alza su cabeza.