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Entre las calles de Busan caminaba Jimin viendo por las vitrinas algo que le guste pero no encontraba nada, además, que si lo encontraba no era de marca la prenda y él no puede ocupar alguna cosa que no lo fuera, sería un insulto a su persona.

Como no pudo encontrar nada para él, volvió al auto lujoso en donde estaba su chófer, este cuando vió como se acercaba el hijo de su jefe rápidamente se bajó del auto y le abrió la puerta trasera para que el lindo Omega entrara.

—Vamos a la casa —Dijo Jimin suspirando frustrado y como no, si no había conseguido nada para el, va tener que hablar con sus padres para que viajen y así compren su ropa, no podía estar con la misma vestimenta siempre, quien lo viera seguro pensaría que era un pobretón.

—Joven Park, sus padres me acaban de llamar para que lo lleve inmediatamente a su oficina —Dijo el chófer quien era un Beta.

—¿Qué? Ahhh no eso no, yo quiero ir a mi casa, vamos a la casa ahora —Dijo el Omega con fastidio.

—Per-

—¡Pero nada! ¡Vamos a la casa ahora! —Dijo Jimin comenzando hacer un berrinche —¡Prende el maldito auto Beta estúpido!

El chófer suspiró en silencio e hizo caso, llevando así al Omega a su casa, se podría decir que este ya estaba acostumbrado a los berrinches del hijo de su jefe, desde ya hace 4 años que trabaja para él y ha soportado todo tipo de comportamiento de este, después de 15 minutos ya habían llegado y el Beta abrió la puerta trasera del Omega para que bajara, este bajó y le dió una mala mirada a su chófer.

—Vete —Dice hacia al contrario, este bajo la mirada al piso y se fue al auto para después salir de la casa —Maldito... —Susurró bajito mientras entraba a la gran casa, viendo a la servidumbre haciendo los quehaceres, quienes eran la gran mayoría Omegas, todos bajaron la cabeza cuando vieron como entró "El malcriado" como le decían en secreto.

Jimin sonrió al ver como todos bajaron su cabeza cuando lo vieron, le subía el gran ego y autoestima que tenía, así que subió la escalera para ir a su habitación y cuando llegó la cerró, se acostó en la gran cama y suspiró viendo el techo, se había quedado viéndolo un largo rato que lo dejo profundamente dormido, pero como si hubieran pasado cinco segundos los abrió, todo porque había escuchado un portazo en la entrada de la casa, también oyendo como pisadas se hacían más fuertes cuando más llegaban a su habitación y de pronto como su puerta se abrió de golpe, dejando ver a los Park quienes lucían molestos.

—Park Jimin le dije a tu chófer que tenía que llevarte a mi oficina y me llamó diciendo que hiciste un berrinche para que te trajera aquí —Gruñó el Señor Park molesto, mirando fijamente a su pequeño hijo —¡Que esta sea la última vez que desobedeces, cuando yo diga algo tú tienes que obedecer!

Jimin cuando oyó eso supo que iba a estar en problemas entonces comenzó a sollozar falsamente para que sus padres no lo regañaran, la Señora Park cuando vio como su hijo comenzó a sollozar le dió un codazo a su Alfa, este solo suspiró.

—Lo siento bebé pero es que tú no obedeces y no me dejas otra opción que regañarte —Dice el Señor Park dándole un abrazo a su hijo, quién comenzó a "sollozar" mucho más fuerte —Perdón hijo.

La Señora Park se acercó y también abrazo a su hijo, quien por dentro estaba sonriendo al ver como sus padres eran tan malditamente ingenuos ante el, lo había aprendido desde que era un pequeño Omega así que ya tenía práctica, con unas cuantas lágrimas ya podía tener a todos a sus pies.

—Hijo, hay un tema muy importante que tenemos que hablar —Dice la Señora Park después de unos minutos, miro a su esposo mientras se mojaba los labios.

—¿Cuál?

—Tenemos que ir a Daegu... —Dice el Alfa mientras miraba a su hijo, quien había sonreído ya que con ese viaje podría buscar ropa nueva —Porque creo que encontramos a tu destinado.

Y así fue como a Jimin se le borró la gran sonrisa que tenía. "¿Mi maldito destinado?" Pensó el Omega mientras hacia un puchero.

—¿Cómo es eso?

—Recuerdas cuando fuimos hace muchos años a Daegu y te presentamos con el Señor Min, su hijo había quedado muy flechado contigo hasta el día de hoy, y eso es muy extraño que ocurra ya que nuestros lobos no lo permiten porque solo tienen espacio para nuestros destinados, así que su familia pensó que tú serías su predestinado...

—Iugh ¿Su hijo? No, no, no quiero, esa vez que lo ví estaba súper feo y estoy seguro que hasta hoy lo está, se supone que mi Alfa tiene que ser perfecto... No él —Dice Jimin horrorizado, todas sus expectativas se estaban yendo por la taza del baño.

—Hijo ¿No entiendes? Esto es una gran oportunidad para todos, él tiene mucho dinero, hasta más que nosotros y si te casas con el hijo nos podría convertir a nosotros también en dueños de su fortuna, además, que también podría ser tu destinado y es muy díficil encontrarlo.

—Mmm no, no quiero —Dice Jimin mientras miraba la pared pero su madre lo obligó a mirarla, tomándolo de su mandíbula.

—No te estamos preguntando Park Jimin, estamos seguros que ese Alfa es tu destinado y no podemos perder la oportunidad de ser dueños de la fortuna de ellos cuando te cases con él, también recuerda hijo... Lo que te decía de niño, siempre ve por el lado fácil y seguro... —Dice la Señora Park, ella podría ser igual o peor que su propia hijo y esposo.

—Esta bien... Pero aunque pueda ser mi destinado, yo no voy a cumplir la ley... Voy hacer lo que se me de la gana cuando este casado con ese —Dijo el pequeño Omega sonriendo.

Creyendo que va tener todo bajo control más adelante, pero, que lástima que él sea tan ingenuo al igual que sus padres.

                                     .......



























Wenasss :D

El capítulo dos lo hice un poquito más corto ya que la cosa va ir lenta bueno no tanto, en un si pero no :^
Más adelante haré los capítulos más largos

Perdón si hay alguna falta ortográfica.

Bay (◍•ᴗ•◍)💜

🥀¿ESTA Y EN OTRA?🥀 [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora