🥀¿ESTA Y EN OTRA?🥀 [YM]

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Unos chasquidos en la gran sala eran sonoros en el profundo silencio de esas cuatro paredes, los brazos descubiertos del rubio enredados alrededor del cuello blanquecino del mayor acariciaba levemente su nuca con sus pequeños dedos, el cuerpo estaba sentado en una pierna del Alfa, mientras que este se encontraba sentado en el sillón, recibiendo un poco ajeno los algo necesitados besos de Jimin.

Yoongi no sabía donde poner sus manos, pero eso cambió cuando su contrario agarró una ajena y la llevó directamente a su trasero, poniéndose más ansioso en besar los delgados labios.

—Mmmh ya —Cortó el beso, doblando su cabeza a un lado.

—No, no, espera —Volvió a besarlo, al no querer separarse de él.

—Mierda Jimin, te estoy diciendo que no, hace minutos te ando diciendo que pararas —Frunció el ceño algo molesto al volver a escuchar la negación del rubio, haciendo que este después que hablara se escondiera en su cuello.

—Perdón~ —Susurró escondido y ya calmado.

Suspiró, llevando algunos mechones negros atrás de su cabeza —Tengo que seguir con mi trabajo.

El menor solo asintió, aún escondido y sentado sobre Yoongi.

—Párate, por favor.

—Pero Hyung~ —Soltó un suspiro, mientras abultaba levemente sus carnosos labios.

—Jimin —Repitió el nombre con pesadez.

—Dime "amor" mejor —Salió de su escondite para mostrarle una sonrisa, en la que se desaparecieron sus ojos y así formaron unas finas líneas.

—No.

Hizo un puchero —No seas tan frío, por favor.

—Carajo —Soltó fastidiado en un pequeño susurro, el cual el menor oyó perfectamente al estar muy apegado al cuerpo contrario.

—Tienes unos ojos muy bonitos —Cambió de tema, mirándolo con atención —Se parecen a los de un gatito.

—Mmmh —Tosio seco ante aquel comentario que se lo decían comúnmente.

Jimin ante ello solo pudo lanzarse a abrazarlo otra vez, acomodándose esta vez en el regazo del mayor, con sus piernas a cada lado de la cadera, fusionandolo con otro beso, los cuales eran piquitos pequeños uno tras otro en los labios y mejillas del pálido.

Todo estaba tranquilo hasta que un fuerte llanto se escucha a lo lejos, el rubio se separó para bajarse de arriba del mayor, e ir a su habitación, viendo a su hijo Dae llorar mientras se movía inquietamente, arrugando las frazadas de la cuna compartida con su hermano, milagrosamente este no estaba despierto o se había puesto a llorar, así que rápidamente pescó a su niño con lágrimas en sus pálidas mejillas para limpiarlas con su pulgar.

—No llores, mi amor —Camino hasta la sala en donde anteriormente estaba junto a su pareja —Tus ojitos, mi cielo —Su pecho no pudo evitar estrujarse al ver aquellos ojitos gatunos rojos.

El bebé dejó de llorar tan fuerte para luego solo balbucear y apretar fuertemente la polera de su papá, así atrayendolo más y fundirse en el cálido pecho. El Omega le dio un beso en su cabeza y al llegar a la sala, su Alfa estaba nuevamente en la computadora en la que lo apartó un buen tiempo para besarlo.

—¿Qué le pasó a Dae?

—No sé, creo que se aburrió de estar en la cuna, ya que cuando lo cargué dejó de llorar.

Habló mientras se echaba en el sillón al lado del Alfa, con su niño en su pecho al tiempo que su mano le acariaba su pequeña espalda. No pasó tanto tiempo para que Yoongi cargara su hijo, sonriendole cada vez que sacaba la lengua y se removia como un gusano.