Capítulo 17: Del cielo al infierno

1.5K 172 115
                                    

Todoroki Shoto

Ya han pasado algunos meses desde lo ocurrido. Lo he dejado completamente en el pasado, no le comenté nada a mi padre, por lo cual él no ha hecho nada por contratar un guardaespaldas ni nada por el estilo.

Las cosas han mejorado notoriamente desde eso. Monoma ya no se me acerca y ni siquiera ha hecho el más mínimo intento por acosarme o decirme todas esas obscenidades que me decía siempre. Tanto él como todos los que lo siguen, han puesto una muy considerable distancia de mí y mis amigos. Y eso no hace más que alegrarme.

Las cosas en mi casa siguen exactamente igual. Papá sigue ignorándome como si fuera un mueble o algún objeto por el que no siente cariño ni aprecio. Mis hermanos han estado ahí para mí como siempre. De vez en cuando salimos a pasear y dar una vuelta, dándome palabras de apoyo, y Touya diciéndome que no le tome importancia a la actitud de papá <Estúpido anciano, tú tranquilo que se va a morir de viejo el cabrón> Esas son sus agradables palabras.

Natsuo simplemente está ahí, rodeándome por los hombros cada que puede y acariciando mi cabello de vez en cuando. Siempre está tratando de cumplir cualquiera de mis caprichos, en serio, cualquiera. La verdad no entiendo a qué se deba, hasta que comprendí que es porque aún se siente culpable por lo de Monoma y por haber tardado tanto en mostrarme su apoyo ante la situación. Y aunque ya le he dicho que no estoy molesto, él sigue tratando de enmendar su error, cosa que me parece realmente adorable.

Fuyumi, como la buena hermana que es, siempre está dispuesta a escucharme y aconsejarme cada que puede. Permaneciendo a mi lado para distraerme de cualquier mal pensamiento que quiera cruzar por mi cabeza. Diciéndome que me ama y que está muy orgullosa de mí cada que tiene la oportunidad. Ella sabe de mis inseguridades y lo mucho que puede serme complicado todo este asunto, por eso no duda en hablar y animarme cada que cree que esas ideas llegan a mi cabeza.

Y mi madre, bueno, ella ya no ha vuelto a insistir en el tema de Momo, aunque por algún motivo sigue pensando que hacemos una linda pareja, cosa que la verdad no tengo ni la más mínima idea de dónde sacó. Pero ya no me ha comentado nada, y supongo que entonces está bien, porque ha prometido no volver a inmiscuirse tanto, muy independientemente de sus propios pensamientos.

Fuera de eso todo está relativamente bien, tanto, que incluso siento que realmente nada malo ha pasado y todo sigue su curso normal. O bueno, casi, de no ser por algo que noté hace un tiempo.

Casi siempre estoy rodeado de Izu, Kami, Bakugo y todos sus amigos. Fue inevitable para mí no darme cuenta de que han estado mucho más cerca de mí. Me acompañan a la escuela e incluso me traen de regreso. Cada que queremos salir a un bar o un antro, Kirishima y los demás van con nosotros. No supe en qué momento pasó, pero supongo que una linda amistad nació entre nosotros. Ya no es mis amigos y los de Bakugo. Ahora es nuestros amigos.

A pesar de que Bakugo no siempre puede ir con nosotros por su trabajo, hacemos lo posible por ir hasta él. Ya he visitado varias veces el bar donde trabaja, realmente disfruto ver cómo atiende la barra y a los clientes.

No me había dado cuenta, pero ya me he descubierto viéndolo en repetidas ocaciones. Es como si mis ojos lo buscaran de manera involuntaria, incluso yo me sorprendo de lo bien que me siento con su compañía.

Él y yo nos hemos vuelto más cercanos. Siempre estamos acompañados de los demás. Pero existe un momento en el cual podemos estar solos nosotros dos sin que nadie más nos moleste. Y eso es cuando Bakugo se mete al colegio sin que nadie se dé cuenta y nos reunimos en la parte trasera de los salones, donde nunca va nadie.

Ahí almuerzo con él durante el descanso. Siempre trae consigo un bento y soba para mí, así que no me preocupo por hacer fila en el comedor. Izu y Denki están al tanto, así que no hacen nada por ir a buscarme, saben que estoy con Bakugo y que estaré bien con él.

💕TE NECESITO (Bakutodo)💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora