💕TE NECESITO (Bakutodo)💕

Capítulo 27: Hablemos

Todoroki Shoto

A la mañana siguiente me levanté algo tarde, estaba bien ya que hoy no habría clases. Las vacaciones estaban cerca, así que los profesores se estaban ocupando en revisar los proyectos y trabajos finales.

Desayuné solo, ya que mamá fue a visitar a unas amigas, Fuyumi salió con su novio, y Touya y Natsuo tenían que ir a revisar algunos asuntos a su universidad. También papá estaba trabajando, así que tenía la casa sola hasta la tarde.

Alrededor de las dos de la tarde, decidí salir de casa, le mandé un mensaje a mamá para visarle que saldría y que volvería hasta la tarde, todo con tal de que no se preocupara. Salí y tomé mi auto para dirigirme a las afueras de la ciudad. Aún era temprano, pero teniendo en cuenta la distancia, era mejor salir con algo de anticipación.

Hacía lo posible por mantener mi mente ocupada en otras cosas, recordando momentos de mi infancia y todas las travesuras que hacía junto a los chicos. Lo último que quería era pensar en el ahora, tenía que olvidar todo, y concentrarme en otras cosas.

Llegué a un pequeño campo cuando aún faltaba media hora para encontrarme con Kami. El bosque estaba justo fuera de la ciudad, era un verde prado al que veníamos con nuestras familias los fines de semana. Esto era cuando teníamos ocho años, mis padres junto a los de Izu y Kami, nos traían aquí para sentarnos en una manta y comer. Recuerdo cómo jugábamos con Natsuo y Touya, y cómo Fuyumi nos regañaba por correr sin haber guardado reposo de la comida.

Pero al adentrarnos al bosque, encontramos un pequeño río en el que corría una hermosa agua cristalina, llena de pequeños peces y hermosas piedras lisas y brillantes. Izu, Denki y yo quedamos maravillados con el lugar, tanto que ni siquiera queríamos irnos. Nuestros padres decidieron mandar hacer una cabañita en el lugar, así podríamos estar ahí cada que fuéramos.

Cuando llegué, bajé del auto y lo dejé estacionado entre algunos árboles, caminé y comencé a adentrarme al lugar. Habían pasado años desde la última vez que vine, los árboles están incluso más altos de lo que recordaba, podía ver algunas marcas en los trocos, grandes símbolos de ISD, iniciales que nosotros hicimos como marca de nuestro territorio.

Sin querer me puse nostálgico al recordar todo lo que pasamos en ese lugar. Finalmente, llegué a las orillas del hermoso río, sonriendo al ver la cabaña, que de pequeña no tenía nada. Nuestros padres se aseguraron de poner todo lo que necesitábamos. Había una sala donde teníamos nuestros juguetes, estaba lleno de pufs, varios libros de colorear, cochecitos y rompecabezas. Incluso había un mini refrigerador que llenábamos cada que veníamos. Aunque ahora está vacío, entendible ya que pasó mucho tiempo desde que alguno de nosotros vino.

Las ventanas eran enromes y las paredes estaban llenas de dibujos y pósters. Había tres camas, papá insistió en ponerlas aunque nunca pasamos una noche aquí, pero mayormente dijo que era por comodidad.

Me senté en la que me pertenecía, justo la que estaba en medio de las otras dos. Tenía sábanas azules y cojines en forma de balones de fútbol y básquet, estaba algo sucia, así que me dispuse a limpiarla un poco.

Justo cuando terminaba de poner las almohadas, escuché claramente la puerta de la cabaña abrirse. Denki finalmente había llegado.

- ¿Sabes? No es nada considerado citar a alguien y llegar con 20 minutos de retraso – regañé aún sin voltear a verlo, no respondió, pero podía sentir su presencia detrás de mí - ¿Qué pasó? ¿Te comió la lengua el ga...?

Al dar media vuelta simplemente me quedé en silencio, con la boca y los ojos abiertos mucho más de lo normal. La almohada que tenían en las manos se me cayó al suelo, al mismo tiempo que miraba ese rostro nuevamente delate de mí. Otra vez. No de nuevo.