Deslizo el labial por mis labios una última vez dando por terminada mi labor, lo tapo y lo dejo en su sitio. Doy dos pasos hacia atrás y observo mi reflejo en el espejo y sonrió ante el resultado el jeans corto se ajusta a mi cuerpo, dándole a mis piernas una apariencia más larga de lo que son en realidad, la blusa blanca holgada se amolda a mis pechos para luego caer libremente sobre mi cintura y para completar mis fieles convers blanca. La ropa ideal para el terrible calor que está haciendo ahora mismo.Tomo unos mechones de mi coleta y le soy vueltas entre mis dedos para darle forma y que no estén tan lacios, cuando lo logro los dejo estar. Tomo el celular y veo la hora una vez más, son las nueve de la mañana, suspiro por lo menos pude arreglarme en tiempo record antes de que Andres llegara por mí y como si lo hubiese invocado en ese momento mi celular empieza a timbrar con una llamada entrante de su parte.
—Hola—contesto alegremente.
—Hola bonita, ya estoy acá—responde y puedo jurar que también esta sonriendo.
—Bajo en cinco minutos.
—Está bien.
Y colgamos la llamada. Guardo todo lo que necesito en mi cartera y salgo de la habitación, cuando iba por el pasillo veo la puerta de la habitación de mamá abierta y decido asomarme.
—Buenos días ma.
—Hola cariño—responde desde la cama—¿Vas a salir?
—Sip—y antes de que pregunte que con quien o haga referencia a Pet agrego rápidamente;—Nos vemos en la noche.
Estaba cerrando la puerta cuando su voz me detiene.
—¿Cómo que en la noche jovencita?—sonrió inocentemente y asiento dando a entender mi punto. Ella niega con la cabeza—Bien, solo no llegues tan tarde.
—Así será.
Le guiño un ojo y entonces me permito abandonar su dormitorio. Bajo las escaleras trotando y con cada paso la coleta en la que tenia sujeto mi pelo golpeaba mi omoplato. Abro la puerta y salgo al exterior, el sol da de lleno contra mi rostro por lo que achico los ojos levemente y sin más me encamino hacia su auto. Hacia nuestro encuentro y como es costumbre mi corazón va acelerando con cada paso que doy en su dirección. Rápidamente abro la puerta del copiloto y me deslizo en el asiento para un segundo después estar casi encima de él mientras nos besamos como locos, como si estuviésemos años sin hacerlo. A medida que el beso va convirtiéndose en uno lento, sonrió como boba y él hace lo mismo. Al finalizar el beso nuestras frentes descansan una encima de la otra.
—Hola bonita.
—Hola guapo.
Sonriendo como dos tontos nos separamos y cada quien vuelve a su lugar. Andres pone el auto en marcha y lleva su mano a mi muslo mientras yo me inclino hacia delante y busco en las emisoras.
—¿Cómo está tu madre con la noticia del préstamo?
—¡Dios, esta tan feliz que no te puedes hacer una idea!—le digo emocionada y dejo de lado mi búsqueda en las emisoras—Hasta lloro de la felicidad, la vi tan feliz como hacía tiempo no la veía—tomo su mano que descansaba con mi muslo y le di un apretón—Y todo gracias a ti—añado.
—No me des las gracias, haría eso y más—aparta la mirada de la carretera y me guiña un ojo—Y me alegro de que este tranquila con el tema.
—Yo más, créeme. Odiaba ver esa expresión de preocupación todo el tiempo en su cara.
—Lo sé y yo odiaba verte a ti así también.
—Tan lindo—le digo con esa voz que uno utiliza cuando habla con los bebes y tomo su mejilla entre mi dedo índice y el gordo y tiro de ella.
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Clandestino
RomansaY a veces caer en la tentación es la única salida... Ellos sabían que no estaba bien, que nunca debieron empezar con ese juego tan peligroso de seducción, placer y secretos pero la tentación y la pasión que sentían el uno por el otro era tan fuerte...