Capitulo Quince

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Despierto más que feliz al día siguiente, ni siquiera el molesto sonido de la alarma me molesta hoy. Salgo de la cama y me quito la ropa de dormir que llevaba puesta, tomo una toalla y envuelvo mi cuerpo en esta y salgo para el baño, suerte que esta vacio, supongo que mis hermanas y mama ya se han duchado, por cierto ni las sentí cuando llegaron anoche. Me doy un baño rápido y vuelvo a la habitación a cambiarme estaba cerrando la puerta cuando en ese momento suena mi celular y corro hasta tenerlo en mis manos. Es el. Sonrió.

Andres; Buen día ¿Cómo amaneces?

Yo; Buen día... bien y tu?

Andres; Bien aquí con ganas de ti

Mi corazón sufre un mini-infarto al leer su mensaje.

Yo; Esta noche esas ganas serán saciadas...

Andres; ¡Maldición! No escribas esas cosas Amanda—puedo imaginármelo en mi mente diciendo esas palabras—Ya tengo suficientes problemas con desearte como un loco en plena reunión como para también tener una erección, estoy seguro que a mi padre no le gustaría ver eso.

Me sonrojo por sus palabras. El saber que despierto ese deseo en el me vuelve loca y más aun al saber que el sentimiento es mutuo pero por otra parte ¿Esta en una reunión con su padre? Y en momentos como esto es que me pregunto ¿Quién es Andres? ¿Quién es realmente?

Yo; Jajajaja señor Foster contrólese, relájese, no queremos que todos vean eso.

Andres; ríe... ya van varias que me debes con esta y te las cobrares una por una...

Yo; Pago lo que sea necesario...

Andres; Ya veremos...

Le envió un emoji de carita de ángel y me dispongo a cambiarme porque de lo contrario llegaría tarde al trabajo y apenas es lunes. Cuando ya estoy lista bajo al comedor donde encuentro a mi pequeña familia ahí reunida. Las había extrañado esos dos días.

—Buen día familia—

—¡Manda!—Meg corre a mi encuentro y me abraza fuertemente.

—¡Renacuajo!—le devuelto el abrazo. Al separarnos llego hasta Litsy y nos abrazamos—Hola enana—

—Hola Cariño—mama y yo nos fundimos en un abrazo—Acá te deje tu desayuno—

—Gracias—le sonrió.

—Por cierto traje mi vestido de dama de honor para la boda—y esa es Litsy dañando mi mañana.

—Espero que te siga sirviendo de aquí a diez año—bromeo. Mamá y Meg rien.

—¿Cómo esta tio Gorge?—y con esas simples pregunta se desata la narración de su maravilloso fin de semana, de cómo el tio Gorge esta y todo lo que hicieron.

—Te manda a decir que desde que puedas por alla te espera—finaliza mama.

—Eso que lo tenga por seguro—respondo.

Al terminar de desayunar cada quien se va por su camino; mama a llevar a las niñas al colegio y para el hospital y yo a la librería.

—Buenos días hermosa—saluda Pet en cuanto entro.

—Hola—respondo con una sonrisa.

El día se va volando entre el vaivén de personas en el trabajo, al medio dia voy y almuerzo en casa con mi familia ya son las cuatro de la tarde, espero ansiosa que sean las cinco para ir a la universidad y de ahí verme con él. No es normal esto que siento pero la necesidad de él es tan fuerte que no sé cómo manejarla. Cada vez que me mira, me habla, me besa, me siento perdida estoy en sus manos.

ClandestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora