Despierto al sentir sus adictivos labios en la espalda, inicio desde la curvatura del cuello y ha ido descendiendo por toda mi espina dorsal hasta llegar abajo, justamente donde inicia mi trasero. Sus húmedos besos despertaron algo más que mi letargo sueño, despertaron mi pasión, mis ganas, mi deseo. Un pequeño gemido se escapa de mi garganta, sin previo aviso levanta y gira mi cuerpo quedando cara a cara. Su azulada mirada esta ensombrecida por el deseo y me permito perderme en ella. Amo la intensidad con que me ve. Un mechón rebelde cae sobre su frente que junto a su depredadora mirada le da un aspecto feroz. Sin pronunciar una sola palabra sus boca y la mía colisionan, encontrándose en un beso hambriento, necesitado, como si hace mucho tiempo no nos besábamos. Sus hábiles labios se dirigen hacia mi cuello arrancando otro gemido de mi garganta, sigue bajando por mi clavícula, chupando y besando ¡para este momento mi cadera ha tomado vida propia y se mueve!
—Tranquila—ordena con voz ronca mientras que con una de sus grandes manos detiene mis movimientos.
Se arrodilla en la cama y se inclina hacia mi, sigue bajando hasta mis pechos, los cuales ya se encontraban erectos, gritando su atención, mi respiración de detiene en la espera, su aviva boca toma uno de mis pechos en sus labios y creo morir, lo chupa, lo lame y lo muerde ligeramente mientras con una de sus manos acaricia el otro. Mis gemidos van en aumentos. Cuando cree que me ha torturado lo suficiente hace lo mismo con el otro pecho ¡Ay Dios!
—Andres—gimo su nombre ¡Que se detenga o voy explotar de tanto placer!
Pero el tienes otro planes, abandona mis senos y sigue su recorrido por mi abdomen, besa mi ombligo y ya se a donde se dirige. Detiene su recorrido en el inicio de mi zona intima y me mira.
—Abre las piernas—ordena ¡Dios, su voz es tan ronca!
Sin pensarlo un segundo doblo las piernas y las abro para él. Su mirada me estremece y manda una y mil sensaciones a todo mi cuerpo. Vuelve a emprender su recorrido desde la cara interna de mis muslos y va bajando ¡mi respiración es irregular y mi corazón late tan fuerte que lo puedo escuchar en mis oídos! Al llegar deja un beso justo ahí y mis piernas tiemblan.
—¡Joder!—gimoteo.
Pasa la lengua lentamente por todo el recorrido y mi cuerpo tiembla. Vuelve a repetir la acción pero esta vez atrapa entre sus labios esa parte sensible provocando que grite de puro placer y así empieza la tortura, lame, chupa, succiona y muerde ligeramente y yo creo morir, muerdo mi labio inferior para detener los gritos pero me hez imposible ¡Ay por Dios! Mis caderas se mueven buscando esa liberación que exige mi cuerpo pero nuevamente sus manos detienen mis movimientos. Siento la garganta seca, mis manos se hacen puños sobre las sabanas que cubren la cama.
—Andres—gimo fuertemente.
Pero el sigue con su juego unos segundos más, su boca abandona mi feminidad y me siento sola ¡Lo necesito! Sus manos buscan en la mesita de noche supongo que el condón.
—¡Maldición!—dice entre dientes.
—¿Qué pasa?—pregunto.
—Se acabaron los condones—se lamente y esa es la peor noticia que me han dado en mucho tiempo ¡Mierda! ¿Y ahora qué?
—¿Y si lo hacemos sin condón?—me veo preguntando, no puedo creer que acabo de decir eso y el también parece sorprendido pero es lo que menos me importa ahora.
—Amanda eso podría traer consecuencias—dice lentamente.
—Lo sé pero puedo tomar la píldora del día después de camino a casa y...—detengo mis palabras un momento—Tu estas limpio ¿Cierto?—pregunto con timidez ¿Ahora eres tímida después de lo que acabas de decir?
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Clandestino
RomanceY a veces caer en la tentación es la única salida... Ellos sabían que no estaba bien, que nunca debieron empezar con ese juego tan peligroso de seducción, placer y secretos pero la tentación y la pasión que sentían el uno por el otro era tan fuerte...