Clandestino

Capitulo dieciséis

La semana se ha ido volando, me la he pasado entre el trabajo, la universidad y estudiar con los chicos para la semana próxima que son los parciales, casi no he podido ver a Andres, solo lo vi el martes cuando vino por mi y ayer jueves pero hoy no podre verle tampoco, he quedado para estudiar también y siento que estoy en abstinencia, tengo unas ganas tremendas de verlo, tocarlo, besarlo ¡creo que me he vuelto de dependienta de él! Lo extraño, a pesar de que nos mantenemos en contacto vía whatsapp no es lo mismo, nunca se podrá comparar. Lo bueno es que con ayuda de Bea (dirá que dormiré en su casa) podre dormir con el mañana sábado cuando me escape de la discoteca a media noche, sonrió de solo pensarlo.

—¿Cómo van las cosas con Peter Manda?—la pregunta de Bea me saca de mis pensamientos.

Aparto la mirada de la ventana del auto de James y la dirijo hacia la rubia, íbamos camino a la casa del moreno hablando y en algún momento me he dejado llevar por mi mente y he desconectado de la realidad. Bea me mira esperando una respuesta.

—La verdad todo sigue igual—me encojo de hombros—Solo me habla por cosas del trabajo. Es un inmaduro al tomar esa posición a decir verdad, yo nunca le di pie para que piense que vamos a tener algo—

—Entiende al pobre chico—interviene James—Está enamorado de ti desde hace un año, hace malabares para llamar tu atención y ahora resulta que después de todo estas con alguien—desde que le conté lo de Pet se ha empeñado en que estoy con alguien, me he cansado de mentirle que no es así pero él insiste.

—Ya te dije que no estoy con nadie—le recuerdo—Y aunque lo estuviera no se puede poner así simplemente porque no estoy con el—

—Si, estas con alguien, deja de negarlo—niega con la cabeza—Pero lo dejare pasar hasta que te sientas cómoda y me lo digas—si aun no le digo nada al moreno es porque temo por su reacción él no es como Bea, temo que se lo tome mal.

—Si, como digas James—respondo evadiendo el tema, otra vez.

—Yo estoy de acuerdo con Manda; es un inmaduro y aparte un sufrido—comenta Beatriz.

—No seas tan cruel con el chico—James lo defiende mientras hace malabares para aparcar el auto frente a su casa.

—No es ser cruel, es ser realista—le digo.

—Como digan, está claro que no ganare contra ustedes—

—Exacto—decimos al mismo tiempo la rubia y yo.

Salimos del auto y nos encaminamos a la casa de nuestro amigo, al entrar nos encontramos en la sala a Allec viendo televisión acostado cómodamente en el sofá.

—Hola chicas—es el primero en saludar.

—Hola—le devolvemos el saludo sonriendo.

—Me dijo James que estarán mañana por la discoteca—comenta.

—Ese es el plan—Contesta Bea.

—Pues por allá los espero—

—¿Y mamá?—pregunta el moreno.

—Salió con papa—

—Bien—James nos mira—Vayan subiendo y poniéndose cómodas que yo subo en unos minutos—

La rubia y yo hacemos lo que nos pide James, nos despedimos de Allec y subimos a su cuarto. Al entrar a la habitación totalmente azul oscuro con blanco nos lanzamos sobre la cama a esperar al moreno. Minutos después sube James cargando una bandeja con zumo y unos bocadillos.

—Ahora si podemos empezar—dice sonriendo.

Y asi pasamos dos horas, en las que estudiamos y comemos al mismo tiempo, obvio que no podría faltar una que otro broma por parte de James haciendo de esta forma el ambiente ligero. Al final James me dejo en frente de mi casa y se fue a "llevar" a Bea a la de ella, si claro pienso sonriendo. Al entrar en casa las luces están apagadas, solo está la bombilla de la sala encendida, supongo que están todas acostadas. Camino hasta la cocina y busco en el microondas mi cena que espero me hayan guardado ¡sip, efectivamente! La pongo encima de la encimera, saco el jugo del refrigerador, me sirvo un vaso y a comer. Cuando he terminado dejo el plato en el lavavajilla y subo las escaleras con destino a mi cuarto pero al pasar por enfrente de la habitación de mi madre escucho la televisión encendida. Qué raro, pensé que estaba dormida, asomo la cabeza por el marco de la puerta y ahí están las tres concentrada en una película.