Capitulo once

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El cielo esta adornado con grandes nubes y un sol resplandeciente brillando en todo su esplendor regalando un día cálido a la humanidad. Suspiro mientras camino de vuelta a mi casa con bolsas del súper mercado en mis manos. Sábado al medio día. Estos días pasados han sido maravillosos, me he visto con Andres después de cada clase en su departamento y las cosas están tan intensas entre los dos que no me sorprendería que en cualquier momento al fin pase. La tensión es tanta que se puede sentir y el deseo está ahí, latente, vibrando en cada fibra de mí ser. A duras penas si puedo abrir la puerta para entrar en mi casa, camino hasta la cocina y dejo en la encimera las cosas que compre.

—Ya terminamos todo lo que teníamos que hacer—me dice Litsy entrando en la cocina llega hasta la nevera y toma agua.

—¡Excelente!—le respondo sacando la compra de las fundas—Me das un poco de agua a mi también por favor—

Litsy me pasa el vaso con agua y lo tomo de un trago. Moría de sed. Escucho mi celular sonar y tomo pensando que sea el pero es de James hablando por el grupo.

James: ¿Listas para la fiesta de hoy?

Sonrió al leer el mensaje mis amigos son iguales a mí en ese aspecto; nos encanta divertirnos pero obvio todo con su límite. Ayer viernes después de ver Andres nos reunimos en casa de mi amigo como habíamos acordado y pasamos un buen rato viendo películas, hablando, bromeando al final nos quedamos a dormir en casa de James solo que yo dormí en el medio de ambos decisión de ellos dos. Tuve que morderme la lengua para no reír al ver lo incómodos que estaban cuando llego ese momento y hacerme la desentendida porque mi amigo no sabe que yo se lo que pasa o paso entre ellos dos.

Yo: Si, ya hable con Peter cuando estábamos cerrando la biblioteca al medio día para decirle a la hora que saldremos de aquí y también hice las compra que mamá me dijo...

Bea: obvioooooo! Donde se habla de fiesta ahí estoy más que lista...

James: eso no tienes ni que decirlo... lo sabemos rubia de farmacia

Bea: que te den James...

Rio. La rubia odia que él la llame de esa forma. Bea manda un sticker acompañando su mensaje de unos muñequitos (hombres) no apto para menores de edad.

James: siempre tan dulce y educada... ¿te apuntas para darme duro contra el muro?

Yo: HEHEHE alto ahí... les recuerdo que una santa (osea yo) lee estos mensajes y mi mente no puede ver ni saber nada de eso...

Bea: ¿santa? JAJAJAJAJA que risa... y querido James siento comunicarle que con el departamento que quería contactar no estará disponible hasta el treinta y uno de febrero...

James: ¡auch! Que dolor

Suelto una carcajada al leer. No sé qué sería de mi sin estos dos, cierro el chat y retomo mi tarea de sacar las cosas.

— ¿Te ayudo?—pregunta Litsy.

—Claro—terminamos de guardar todo— ¿Qué tienes pensado para tu cumpleaños número dieciséis?—curioseo. Ya solo falta un mes y días.

—Aun no lo sé—suspira—De lo que si estoy segura es de no hacer NADA que mamá esté involucrada en la organización ya cumpliré mis dieciséis quiero hacer algo diferente, algo que vaya más con mis amigas. Le di el gusto de que celebrara mis quince por todo lo alto como es costumbre en su país natal pero de ahora en adelante quiero hacer yo mis cumpleaños—

No puedo evitar reír al escuchar a mi hermana ¡y es que nuestra madre se disloca cuando una de sus hijas cumple años! Y más si son los quince juro celebrar los quince de sus tres hijas igual que en su país lo hacen. Nuestra madre es latina de República Dominicana para ser exactos y nuestro padre era de aquí de California, sacramento donde residimos de ahí viene la mezcla entre nuestro color de pelo, ojos y demás.

ClandestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora