Capitulo Dieciocho

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Hoy es miércoles y como siempre me encuentro ansiosa por verle, a pesar del maravilloso fin de semana que pasamos, mas estos dos días anteriores que lo hemos pasado juntos aprovechando que salgo temprano de los parciales, las ganas de verlo, de sentirlo cerca no dan tregua. Es increíble como en tan poco tiempo él se ha colado bajo mi piel, mi cuerpo y mi mente lo invocan a cada segundo del día, solo cuando lo tengo cerca esas ganas dejan de atormentarme y ¡Dios! Cuando estamos juntos pareciera que ninguno de los dos pudiera mantener las manos alejada el uno del otro, las cosas están más intensa, no encuentro palabras para describir que es esto que estamos viviendo pero de algo estoy segura: las cosas han cambiado. Lo  siento cada vez que me toca, cada vez que nos miramos, cada vez que su boca y la mía se encuentran.

—¿Crees que el examen del profesor Foster este difícil?—la voz interrogante de James me saca de mis pensamientos.

Lo miro de vuelta y me encuentro con el ceño fruncido de mi amigo, señal de que está nervioso. Sus ojos negros me observan y no puedo evitar fijarme en su atractivo rostro, ese que ha hecho caer a mas de una ante sus pies, incluyendo a la rubia con mala cara que se encuentra sentada a mi otro lado, lo que me hace recordar que he tenido que fingir ignorancia ante lo que paso entre ellos dos y no decirle sus dos verdades a mi amigo.

—Supongo que lo estará para aquel que no haya estudiado pero nosotros si lo hicimos por lo tanto no te preocupes por eso—

—Si, tienes razón—concuerda conmigo.

Soy testigo una vez más en cómo sus ojos de desvían hacia Bea, la cual sigue con la vista clavada al frente ignorando cualquier tipo de contacto visual con James. Suspiro, ha sido así estos dos días pasado, no se dirigen la palabra más de lo necesario que unos simple y secos: Hola, si, no, aja y adiós, están tensos uno en presencia del otro, por lo que se el moreno no ha dado explicaciones de su comportamiento y mucho menos ha intentado disculparse, lo que empeora las cosas. Yo por mi parte no se qué hacer, quisiera ir y hablar con mi amigo pero sería traicionar la confianza de la rubia.

—Buenas tardes—su gruesa voz se hace presente y mi pobre corazón emprende su ya conocido acelerado ritmo.

—Buenas tardes profesor Foster—responden mis compañeros.

Se semblante es serio, mostrando profesionalismo pero aun así es muy difícil apartar la vista de él, es un hombre imponente, que demanda la atención donde quiera que esta. Si no lo conociera como ahora lo hago su seriedad me intimidaría como lo hizo en un pasado pero la diferencia es que se que bajo esa fachada se encuentra un hombre apasionado, posesivo, bromista, uno al que solo tengo acceso yo, uno que se muestra solo ante mí, pienso con emoción. Su azulada mirada recorre el aula repleta de estudiantes y se encuentra con la mía, las sensaciones invaden mi cuerpo, como siempre que me mira siento un escozor recorrer por toda mi piel, concentrándose en algunas partes en específicos. Su mirada se ilumina por una milésima de segundos y sé que el también ha sentido lo mismo que yo, el es primero en apartar la mirada.

—Bien jóvenes vamos a dar inicio, tomen sus respectivos lugares por favor—cada alumno que no estaba en su sitio lo ocupo.

Toma un folder entre sus mano y empieza a repartir los exámenes fila por fila, al llegar a mi me pasa la hoja y su intensa mirada esta puesta en la mía, tomo el examen aun con la vista fija en la de él.

—Suerte—murmura.

—Gracias—respondo igual.

Nos miramos por unos segundos más hasta que el decide seguir con su camino y yo suelto el aire que estaba conteniendo ¡Este hombre va acabar conmigo! Cuando termina de entregar todos los exámenes se dirige a su escritorio, se acomoda y cruza las manos encima de este. Nos mira a todos.

ClandestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora