Charriot la guió hasta la cama donde se sentó, las dos se miraron directamente entre ellas y Akko solo se dedicó a escuchar lo que la otra tuviera para finalmente decirle.Charriot parecía abrumada, llevó una mano a su boca y comenzó a morderse la uña del dedo pulgar, estaba triste, y se notaba. Parecía nostálgica, como si intentara recordar lo que diría. En su mente, los pensamientos no dejaban de divagar, miles de historias se hicieron presentes pensando que era lo que podría llegar a decirle. Ahora ambas estaban abrumadas.
—《En el pueblo en el que vivíamos se les perseguía muchísimo a las brujas, aunque hoy en día, sea una práctica completamente normal.
No sabría decir si era por el miedo que tenía la gente o por los rumores que circulaban por allí, pero a la comunidad se le perseguía tal manera que se las consideraba la clase más baja que existiera, no teníamos acceso a la seguridad, a los servicios públicos ni a la educación.
En los tiempos de mi abuela la brujería era algo muy común, eran otras personas más en otro pueblo más, ella educó con sus conocimientos a mi madre, y fue mi madre la que me enseñó a mi.》
Akko frotó los nudillos de Charriot con sus manos, a la mayor se le veía afligida, avergonzada, a ella misma se le ponia la piel de gallina al pensar en todo eso. Akko solo observó el suelo sumamente callada.
《 Mi madre y yo vivíamos alejadas del pueblo junto con mi abuela, a mi padre nunca lo conocí, lo único que sé es que se decía llamar Denver y era francés.
Cuando se llevaron a mi mamá yo era muy pequeña, apenas podía leer cuando noté que los carteles de captura que habían en el pueblo tenían su foto, inmediatamente corrí a mi casa, pero cuando llegué ya no había nada, habían quemado todo... Habían destruido absolutamente todo.》
Charriot giró su cabeza y miró directo a los ojos de Akko, los vio y analizó en profundidad con el repiqueteo de las gotas de lluvia en las ventanas de fondo, recién cuando vio por ellas se percató de la oscuridad resplandeciente del cielo. Un trueno le hizo volver la mirada hacia los ojos de la menor y en ellos se marcaba la angustia de sus palabras. Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás, akko no tendría que sufrir.
—¿Sabes algo Akko? me recuerdas mucho a ella.
—¿A qué se refiere maestra?
Charriot sonrió con nostalgia.
—Ambas hubiesen dado absolutamente todo por las personas que aman.— pausó las palabras de repente, analizando lo que podría llegar a decir. —En el caso de ella fue la vida.
《 Esa noche dormí en las cenizas de nuestra casa, a mi abuela la encarcelaron y nunca volví a verla, me sentí tan triste, que esa noche no hice nada más que llorar.
A la mañana siguiente desperté y simplemente lo encontré, estaba allí tirado entre las cenizas, brillaba como nunca lo había visto brillar, ese collar me ayudó a guiarme todos estos años, sabía que era mágico, en un principio era de mi abuela, luego de mi madre, y después mío, hasta que llegó el día en el que te lo di.
Según la tradición, el collar pasaba a ser de la última heredera mujer en la línea genealógica cuando esta cumpla finalmente los diecisiete años de edad.》
Akko, con el colgante todavía en las manos quedó en completo shock, no podía llegar a imaginar todo el sufrimiento que su maestra había que tenido que pasar, se le humedecieron los ojos, y en seguida se fundió en un abrazo con Charriot.
Al siguiente instante una corriente eléctrica recorrió su cuerpo, una idea estremecedora recorrió su cabeza. Solo se atrevió a preguntar con inocencia.
—Entonces, si el collar pasa a ser de la heredera más joven en la línea genealógica, ¿Por qué me lo dio a mí?.
Charriot solo calló, parecía avergonzada, miraba el piso como si fuera lo único interesante que sucedia en la sala. Akko se paró en su lugar, y llevó las manos a su cabeza con nerviosismo, no podía ser, y si acaso fuera, su cumpleaños quedaba recién a un mes.
—Por favor...por favor, dime que no es lo que estoy pensando.
El silencio comenzó a sentirse infernal, de repente guió su mirada a las ventanas, estaban plagadas de agua, de hojas y de ramas que golpeaban incesantemente en los cristales, el cielo estaba furioso y sus gritos en forma de relámpagos y truenos lo dejaban en claro.
Se sentó nuevamente, abatida, todavía no tenía la respuesta pero desde ya sabía que eso no pintaba nada bien. Se acostó sobre los muslos de su maestra y cerró los ojos, sintió caricias en su cabello y como el techo se rompía haciendo que lágrimas en forma de lluvia cayeran sobre su rostro.
Trató de contener las lágrimas, trató de solo quedarse allí y esperar la respuesta, trató e intentó con demasiado fervor ocultar todo aquello que le quemaba en el interior. Pero no pudo, cuando menos lo quiso ya estaba abrazando el regazo de Charriot, llorando sin control ante la verdad que estaba tan ciegamente ante sus ojos, lloró, hipó, se lamentó y gritó ante lo desgarrador que eso le parecía.
Sintió el abrazo de Charriot sobre ella, protegiéndola, queriendola como nunca nadie lo había echo en toda su vida. Una sensación cálida le invadió el pecho y sintió como miles de flores se abrían sus pétalos dentro suyo.
Era una sensación tan acromatica, de repente, de un segundo a otro toda su realidad se había visto alterada, ante sus propios ojos no pudo reconocer el lugar donde estaba, como si no fuera Akko, como si en un instante toda su realidad se viera borrada de la faz. Y es que eso sucedía, el techo se le estaba callando en la cabeza.
Sintió los aguaceros de los ojos rojos frente a los suyos, levantó la cabeza y miró el dolor a la cara.
—Estoy harta de suposiciones, dímelo Charriot.
—Temo que no soportes la realidad y te enojes, te niegues. Por favor Akko, no me vuelvas a dejar. — Dijo desesperada.
Akko volvió a sentarse al lado suyo, apoyó su mano sobre la de ella y finalmente habló. Mientras la otra solo miraba avergonzada hacía el suelo.
—No importa si puedo soportarlo o no, necesito saber el resto de la historia, necesito que respondas esto.
Charriot levantó la cabeza, miró a Akko a los ojos y sin mirar atrás dijo lo que tenía que decir.
—Akko yo...
🍄🍄🍄
Holaa, no sé por qué pero hoy tuve ganas de dejarlos con la incógnita..
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No Seas Su Sumisa~Amanda xAkko
FanfictionUna nueva maestra es contratada por Luna Nova, "La bruja", que solo sabe aprovecharse de las buenas intenciones y alimentarse de las esperanzas de Akko. Donde a oídos sordos, la mano propia debe tomar fuerza y atreverse a tirar la primera piedra, d...