Como si fuera la última vez .
No se a que quiere llegar Amanda con esto, pero solo se que me esta matando, la sensación de soledad de mis manos y la falta de calor están haciendo estragos en mi cabeza.
Todo comenzó a dar vueltas, mi cuerpo de repente se sentía pesado, como si tuvieran diez toneladas de plumas sobre mis hombros. Avanzamos hasta que el césped estaba cubierto en su totalidad por nieve, las horas pasaban lento ,y más cuando la persona que amas te ignora de la forma más sanguinaria.
Me detuve cuando las luces de colores vuelven a aparecer. El frío se cala por mi huesos, congelándolos. Amanda se detuvo unos pasos delante de mí, si no me hubiera visto obligada a sentarme, pasaría como un fantasma ante sus ojos.
—Akko tendríamos que parar, te ves pálida.
Sentí como mis mejillas se volvían rojas, pero no pude descifrar si eran de rabia.
—¿Ahora te importa? —no pude evitar que las palabras salgan como veneno por mí boca.
—¿A qué te refieres? —parecía confundida, como si no entendiera la ironía en mis palabras.
—Me has estado ignorando todo el día, me miras de reojo, no me diriges la palabra y ahora ni siquiera puedes mirarme a los ojos ¿tanto asco doy?, hasta hace unos días estaba todo bien, pero desde que las marcas en tu cuello aparecieron comenzaste a alejarte.
Amanda abrió los ojos como platos, miró estos y noté que mis palabras le habían dolido.
Bajé la mirada, un charco de agua se lucia frente a mis piernas, en ella pude ver mi reflejo. En ese instante me di cuenta de todo. Yo realmente no sabia ni tenia un futuro cierto, ni siquiera un pequeño camino, era como si su futuro fuera una simple niebla grisácea ante mis ojos.
Es decir, luego de la misión que seguiría, la misma vida simple, tratando de sobrevivir en la academia con una relación oculta y con la misma vida aburrida, y eso me mata, ¿Algún día descubriré mi misión en este mundo? Y cuando eso pase ¿no será demasiado tarde?mi mente comenzaba a divagar, el mareo no paraba y no podía controlar mis palabras.
Cuando me di cuenta, mis mejillas ya estaban empapadas y pegajosas.
—Amanda, ¿algún día sabremos por que vinimos al mundo?—Amanda me observó atenta, con lastima en su mirada.
—Akko, no se por que vinimos al mundo, solo se que tu eres el mío y que últimamente esta sufriendo por mi culpa —agachó su cuerpo para quedar frente a mí, con una mano tomo mi barbilla, haciendo que levantara la mirada hasta toparme con sus ojos, el tacto de sus dedos con mi rostro se sentía cálido.
—No quiero tu lastima, solo quiero ser fuerte frente a ti.
Alzó su otra mano para acariciar mi otra mejilla haciendo que estas volvieran a incendiarse.
—Frente a mi no tienes que ser fuerte, no tienes que ser valiente, puedes ser como eres, por que así comenzé a amarte.
Luego de esas palabras, en vez de mariposas, sentí como si una manada de leones comenzaran a arañar mi estomago, mis lágrimas cesaron y nuestros rostros comenzaron a acercarse. Cuando nuestros labios estaban a punto de tocarse, una voz quejumbrosa se escuchó a lo lejos.
Nos separamos de inmediato, y me escondí detrás de Amanda.
—¡Devuélveme lo que me pertence!.
El collar comenzó a brillar con intensidad de un rojo sangre, muy parecido al de mis ojos. Irisis vio mi cuello para luego señalarlo con acusación.
—¡¿De donde has sacado ese collar niña inmunda?!.
No sabia a lo que se refería hasta que trató correr hacia mí, tiró a Amanda de un sopetón cayendo en el suelo y de pronto se abalanzó sobre mi y comenzó a ahorcarme con sus manos.
Miré a Amanda, todavía estaba en el suelo tirada, su cabello cubría sus ojos y tenia la mirada perdida. Una lágrima rodó por mi mejilla cuando el aire me comenzó a faltar, mi vista comenzó a nublarse, mis ojos comenzaron a cerrarse y las luces de colores empezaron a saludarme.
Pero de pronto sus manos dejaron de ahorcarme.
El cuerpo de Amanda ya no estaba a mi lado, sino que estaba sobre Irisis repartiendo cachetadas y golpes entre ambas.
—¡Amanda, no!.
Comencé a toser desesperadamente, mis alaridos se escuchaban roncos, mis voz temblaba y mi vista seguía un poco nublada. A pesar de que había recuperado el aire, la cabeza me daba vueltas y mis piernas y brazos cosquillaban debilitados.
Amanda se apartó, por alguna razón Irisis no se había defendido y se posaba en el suelo con el labio roto. Parecía loca, sus ojos se encontraban desorbitados y su ropa estaba sucia y rota.
Trate de levantarme pero no pude, mis piernas no respondían y juraría que en mi cuello habían marcas rojizas, Amanda se agachó a mi lado para luego tomarme en brazos y comenzamos a alejarnos lo más rápido posible y cuando menos lo pensé caí rendida en sus brazos.
~ΔΔΔ~
Sus ojos esmeralda me miran con lástima, como si me hubiese roto el corazón. No había alrededores sino que una bella oscuridad, sus piernas largas se dirigen hacia mí, sus carnosos labios tomaban los mios dulcemente.
Como si fuera la ultima vez.
Tocaba mi espalda como si estuviera herida, con delicadeza y sensatez.
O al menos, hasta que un dolor agudo y perforante se adentró en mi pecho, haciendo que me arrodillara en el piso casi sin respirar.Como si un corazón roto cantara de tristeza.
Traté de lamentarme, pero de mi boca solo salían flores marchitas.
Al tratar de pedir ayuda y mirar al frente, no había nada, solo la misma oscuridad que ahora se sentía desoladora.
Mi cuerpo se desvaneció y cuando creí desfallecer, una luz color sol iluminó mi camino, indicando que tenia que seguir.
Desperté en un lugar obscuro, alumbrado por una luz tenue, sentí una gota de sudor bajar por mi espalda para luego secar mis lágrimas saladas. El cuerpo me dolía, mis músculos estaban tensos y a mi lado descansaba Amanda, se veía intranquila y me sorprendí ya que mis quejidos no la despertaron.
Trate de dormir pero no pude, el insomnio me había alcanzado de madrugada, por lo que, el cielo se ponía cada vez más claro.
Me acosté a su lado y cerré los ojos, mi cabeza de posaba en su pecho y su brazo me abrazó por la espalda, llevándome más hacia ella.
Su pecho latía en un compás tranquilo y en el momento que comencé a acariciar su rostro sus gestos se suavizaron.
Cuando el cielo se tornó completamente celeste, pude ver con claridad el lugar en el que estábamos, era una cueva, el olor a humedad y las paredes con verdín la caracterizaban, una vela iluminaba la parte más oscura de esta y nuestras cosas se encontraban a un lado de nuestros cuerpos.
Luego de que Amanda me salvara de Irisis no recordaba nada, llevé una mano hacia mi cuello y sentí como la piel de la zona todavía estaba sensible.
¿Por qué Irisis había señalado mi collar? Tendría que averiguarlo, no podía negar que era una persona muy curiosa, si estuviéramos en otra situación iría a la habitación de Úrsula y la invadiría de preguntas. Pero esta vez era distinto, esos ojos, estaban plagados de obscuridad y maldad, no eran los mismos que me miraban, según yo, con falsa dulzura.
🍄🍄🍄🍄
Holaaaa¿Les va gustando la historia? ¿Tiene algo para preguntar? ¿Les gustó la nueva forma de narración?
¡Hemos leído la primera narración de Akko!¡Que emoción!
¿Qué piensan sobre la "traición" de Amanda?
Los deja es paz, su escritora favorita ...
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No Seas Su Sumisa~Amanda xAkko
FanfictionUna nueva maestra es contratada por Luna Nova, "La bruja", que solo sabe aprovecharse de las buenas intenciones y alimentarse de las esperanzas de Akko. Donde a oídos sordos, la mano propia debe tomar fuerza y atreverse a tirar la primera piedra, d...