-XLIX-

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Manos, dedos, brazos, que la tocaban, la arrastraban hasta la profundidad, la tomaban del cuello, la afixiaban y se la llevaban.

Dolor fue lo primero que sintió cuando abrió los ojos ante la luz cegadora del amanecer grisáceo.

Sus pulmones escocían como si hubiera inhalado tequila por los orificios de la nariz, trató de toser, pero al principio su propia garganta se retorcía en un nudo que le impedía la entrada o salida de aire, lo intentó una vez más, esta vez el aire pudo salir deliberadamente de su pecho, pero aquel ardor profundo se instaló en su garganta, llevó una mano hacia su cuello y sintió la garganta seca, trató de tragar cualquier tipo de humedad que consiguiera de su boca, pero fue inútil, su garganta seguía doliendo y sus pulmones seguían adoloridos debido al frío y a la humedad de la noche a la que se había visto expuesta.

Solo luego de eso paró en entender donde se encontraba, miró los árboles a su alrededor con confusión, todos imponentes y frondosos que se alzaban hacia el cielo como tocando las estrellas con sus hojas. No sabía dónde estaba, no lograba ubicarse en algún lugar del mapa mental instalado en su cabeza de, Luna Nova, el pueblo y sus alrededores.

Su cuerpo descansaba boca abajo sobre el piso, completamente entumecido y mojado por la ahora llovizna que caía suavemente. En la posición en la que se encontraba, acostada sobre su pecho, sentía su corazón palpitar con una intensidad mayor a la que estaba acostumbrada, se quedó un momento allí para luego intentar recomponerse sobre sus pies, cuando lo logró, inmediatamente su cabeza comenzó a dar vueltas sobre su eje, sentía la mente pesada y un dolor extraño detrás de los ojos.

Por un instante no pudo recordar siquiera que era lo que la había llevado hasta donde se encontraba, los pelos se le pusieron de gallina a la vez que una brisa helada empujaba su espalda, sentía la cabeza pesada y los dientes apretados en una tensión contante... Calló en cuenta que nuevemante aquella mujer malvada se la había llevado, una opresión extraña oprimió su estómago cuando el recuerdo de su cuerpo lleno de sangre se le vino a la mente. Aquella sonrisa malvada, esos ojos obscuros que la miraban fijo, en ella ya no pudo ver ni un gramo de humanidad, aquello era un demonio. Uno que no hacía más que torturarla, que no sabía dejarla en paz, que en ese mismo instante tenía capturada a la persona que más amaba.

Volvió a sentarse en el suelo, derrepente aquella angustia se había apoderado de su cuerpo. Se la había llevado en la noche, sabía que buscaba a Amanda, y ahora ni siquiera sabía dónde estaba, sentía que el tiempo se deslizaba sobre sus manos como arena, sentía que aquella lluvia torrente que comenzaba a caer iba haciendo que poco a poco aquella arena se fundiera con el suelo, y junto con aquel primer relampago que rompió el suelo, calló su primer lágrima.

Levantó la cabeza ante la busca de un poco de consuelo, no sabía que era lo que Irisis podría haberle echo a Amanda, no sabía por qué se la había llevado y ni siquiera sabía por qué había decidido dejarla allí, solo sabía que lo más probable era que el tiempo se le hubiese acabado, que el tiempo de ambas se había acabado. Abrió los ojos al cielo e imploró por una segunda oportunidad, por que pudiera volver a verla, volver a sentirla y escuchar su voz. Lloró, y mirando como las nubes enojadas y temblorosas se derretían a su alrededor, vio colgar de aquel árbol la única gota de esperanza que le quedaba en el cuerpo.

Justo en frente suyo, aquella bolsa verde de plástico destellaba por el claro contraste entre su potente color y lo obscuro del paisaje, desgarrada, vacía y mojada, ESA bolsa era la bolsa donde a Amanda se le había ocurrido esconder los cigarrillos, la bolsa a la que había acudido apenas hacía unos días, la cual colgaba del árbol en el que se habían dado su primer beso. Pero algo iba mal, ese no era ESE árbol, ese árbol estaba cerca de Luna Nova, y ese árbol era mucho más pequeño, entonces... Alguien tendría que haberla movido de sitio.

No Seas Su Sumisa~Amanda xAkko Donde viven las historias. Descúbrelo ahora