"De sentir, engañarse y liberarse"
—¿Cómo te sientes ahora?
Akko se quedó callada, de repente las palabras comenzaron a quedarse estancadas en su boca.
—¿Ya te sientes mejor?
Asintió, tenía tantas cosas para decir que no podía decir nada. Como si hubiese perdido la movilidad de sus labios.
—Akko... háblame. Se que no te sientes bien, te conozco como a la palma de mi mano. No trates de engañarme.
"No trates de engañarme", le pareció irónico, hasta incluso chistoso. Nuevamente no dijo nada.
—¿Sabes una cosa?... cuando tenía tu edad era igual a ti. Hacia lo mismo que haces tú ahora. Y te entiendo, aveces es díficil mostrar nuestro lado sencible, y más en tu situación.
Akko, todavía apoyada en el regazo de Charriot, relajó un poco su ceño.
—Se lo que haces, ocultas lo que sientes para evitar el disturbio de la verdad, pero aveces, ese disturbio es natural, incontrolable...— dijo mientras acariciaba su cabello —Se como te sientes, es como si las palabras se quedaran ahogadas dentro de tu pecho, y hay veces que se ahogan tan profundo que podemos comenzar a creer que se estancaron, que se esfumaron... Pero, en verdad, nunca lo harán, y si no sacas esas palabras, esos sentimientos, poco a poco comenzarán a convertirse en un monstruo insano, un monstruo echo de rencor y enojo. Y eso te acompañará y consumirá toda tu vida.
Akko volvió a sentarse al lado suyo, Charriot la miró y con una dulzura y amor que muy pocas veces había sentido en su vida, acarició su mejilla.
—Akko, eso es lo que menos deseo para ti, ese tipo de vida es una de las peores desgracias en la que te tocaría vivir.. Se que hace mucho tiempo perdí el derecho de poder decidir sobre ti y tú vida. Pero por lo menos date la chance a ti misma de escucharme. Y si no me crees, esto es la viva prueba de lo que te estoy diciendo.
Tomo sus brazos y señaló a sus muñecas.
—Ahora, después de todo eso, quiero que me digas con la más sincera palabras que es lo que sientes, no tengas miedo de hablar Akko.
Miro allí, las cicatrices rosadas en sus muñecas brillaban por el contraste del tono de piel, la marca de la frustración, la desesperación y la ira se veían demasiado claras como para no notarlo, y más que verlas las sentía, aunque ya no dolieran.
—No sé si esté preparada para esto. Yo...esto está mal. No puedo decirlo, no puedo.
Charriot tomó las manos de Akko entre las suyas y las entrelazó unas con otras.
—No tienes que estar preparada, solo dilo, sueltalo. Deja que todo eso que tienes en la cabeza salga por fin. Date a ti misma la oportunidad de decirle al mundo como te sientes sin temer ante tus palabras.
Dudosa, Akko llevó sus ojos al ventanal donde daban la luna y las estrellas de la noche. Lo que Charriot decía era verdad, y ya no podía ocultar lo que pensaba. Dejó la mirada perdida allí, pensó en lo que diría. Sintió la amargura volverse de su pecho a su garganta y muy dolorosamente comenzó a hablar con palabras tranquilas y calmas.
—S-siento que... Todo lo malo que me pasa lo merezco, siento que no merezco nada bueno. Que lo que pasa cor Irisis comenzó por mi culpa y que es mi culpa que siga ocurriendo. Siento que no merezco estar viva y por eso mismo perdí el derecho de poder descidir terminar con mi vida por mis propios medios. Siento que si Amanda me dejó fue por mi culpa y que no merezco los amigos que tengo. Que si mis padres me maltrataban estaba bien por que nunca pude ser lo suficiente mente buena y que me arrepiento de no dejar que Irisis me matara cuando quiso.
Sin darse cuenta las lágrimas más sinceras de su vida caían como rocío sobre sus rodillas, se sentía mal por lo que diría, pero Charriot le había pedido ser sincera, y lo sería, por primera vez en su vida sería sincera sobre lo que sentía consigo misma y con la persona que tenía en frente.
-- Y por último... me siento fatal al saber lo maravillosa que eres y saber que no te merezco como madre, y menos que menos merezco la idea de que la mujer y el hombre me maltrataron por tantos años no son de mi sangre y siempre tuve a alguien como tú esperándome con todo el amor y el cariño del mundo. No sabes cómo duele, me arde dentro mío, que la fantasía de niña de que mis padres no fueran mis padres se haya echo realidad. Y saber cuanto te quiero y cuanto me quieres es lo que termina de aniquilarme dentro mío.
Las lágrimas caían como amigas, como veneno destilado de sus ojos, eran lágrimas de alivio, lágrimas vivas, bajaban por sus mejillas y se agolpaban en sus rodillas, mojaban sus manos y su cuello, le dolía cada lugar por donde pasaban, pero se sentía tan bien. Sentia su cuerpo libre, se sentía liviana, era tan raro sentirse así, que el pecho se le oprimía con fuerza y los brazos le temblaban. Su boca por fin se silenció, se había quedado sin palabras, y comprendía en ella que ya no podría hablar, las palabras salían tan cortadas, opacas y dolorosas que se escuchaban inentendibles.
Sintió como los brazos de Charriot la arropaban en su pecho, dejó que lo hiciera, nuevamente cerró los ojos y solo se dedicó a sentir lo calido de su cuerpo, la otra elevó su mano y acarició su cabello con suma lentitud. Luego de unos minutos y con más calma, pudo sentir la tranquilidad de nuevo en su cuerpo.
—Tengo que irme... Tengo que pensar en todo lo que sucedió, a solas.
Se paró en su lugar, dio un paso y la mano de Charriot en su brazo la paró.
—Akko, no olvides que estoy aquí para ti, para lo que sea.
Se dio la vuelta en su eje, dio otro paso hasta acercarse a Charriot, la abrazó, duró unos minutos, finalmente volvió su mirada al rostro de la otra.
—Gracias, de enserio, gracias. Aunque sienta que no lo merezca y duela, el saber que tu eres mi madre me encanta, no puedo evitar sentirme así.
Vio los ojos de Charriot y cristalizados brillaron agridulces, se sentía culpable, horriblemente culpable. Le había pedido a Akko sinceridad, y eso mismo la estaba matando, el disturbio de la verdad ahora se instalaba en su pecho.
—Adiós.
—Adiós.
Y se fue, con un nudo en las ideas, dolor en su corazón y un sentimiento bipolar. Se fue, no sabía donde, dormir no podría y ya era muy tarde para hacer otra cosa. Con cautela y el corazón en la boca, se fijó en cada pasillo con sumo cuidado, esperando que Irisis se haya olvidado de buscarla, por fin pudo salir e ir a su lugar favorito, su lugar seguro. La soledad del bosque.
🍄🍄🍄🍄
Wow, que fuerte.
Este capítulo me ha llegado muy profundo dentro mío. Espero que a ustedes también les haya pasado lo mismo, pero creo que lo mío es más bien otra cosa.
No olviden que los quiero y por favor cuídense.
Nos vemos la próxima, osea, muy pronto.
Chauuu jaja
🐖
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No Seas Su Sumisa~Amanda xAkko
FanfictionUna nueva maestra es contratada por Luna Nova, "La bruja", que solo sabe aprovecharse de las buenas intenciones y alimentarse de las esperanzas de Akko. Donde a oídos sordos, la mano propia debe tomar fuerza y atreverse a tirar la primera piedra, d...