💕 III 💕

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Últimamente sus calificaciones habían sido víctima de su mente, no se concentraba, hubo noches en la que sus sueños era el insomnio, y las pesadillas la atacaban a la hora de dormir, era incierto el echo de que esa noche dormiría no sabia si tendría una pesadilla, lloraría toda la noche o podría dormir en paz...

En ese momento Akko se encontraba llendo a la habitación de la maestra Úrsula, la había llamado a causa de ese comportamiento tan extraño que estaba teniendo, sus calificaciones estaban bajando al igual que su alegría, inmediatamente Úrsula había notado ese comportamiento tan triste, se preocupaba mucho por su alumna y verdaderamente esperaba que Akko le contara lo que sucedia.

Varias fueron las veces que la vio entrar con la maestra Irisis hacia el cuarto de la misma, pero se había detenido a pensar en aquello, muchas veces Akko había ido a su cuarto en busca de un consejo, una herramienta para sus prácticas o simplemente una charla amena con su profesora favorita (palabras dichas por Akko), no tenía ninguna razón para pensar de mala manera.

Al llegar a la habitación de su maestra, tocó la puerta de madera y esperó a que esta le atendiera, Úrsula la recibió con una taza de té y una sonrisa empalagosa.

Ambas comenzaron a hablar de temas triviales, Úrsula no se atrevía siquiera a tocar el tema, ya sea por miedo o a sonar entrometida. Vio directo a los ojos de Akko y al ver esa tristeza en ellos, la curiosidad y la preocupación otorgaron a su pecho y hombros pesadez.

—Akko, quiero que me expliques que te ha estado pasando, últimamente has estado muy distraída, tus ojos tienen ojeras inmensas, ¿acaso alguien te ha estado molestando? tanto en tu cuello como brazos y piernas tienen moretones —los de su cuello eran chupones, y los del resto eran a causa de la frustración y enojo ilustrados cada vez que una palabra salia de sus labios, esas eras las marcas de una mujer podrida de alma y corazón, cuando Irisis cubrió tal golpiza con una caída estrepitosa.

—Maestra, últimamente he tenido muchas pesadillas, me ataca el insomnio, pero a pesar de eso no hay nada más — sus ojos se llenaron de amargas lágrimas, sus ojos se obscurecieron, y sus bellos se erizaron, no diría nada sobre lo que le sucedía con la maestra Irisis, no podía, el miedo de que rumores corriesen sobre una supuesta seducción hacia su maestra y de que la terminasen expulsando de Luna Nova eran más fuertes que ella.

—Akko no me has dejado muy convencida, quiero que recuerdes que cualquier suceso u incomodidad que sientas me la puedes contar, se que no estás lista para contarme sobre los moretones y la razón por que estés llorando... Pero te daré tu tiempo, solo no hagas que el golpe sea más fuerte para ti— Úrsula tomó sus manos con una mirada maternal.

Akko asintió y con un agujero en el pecho y un nudo en la garganta se despidió de ella para luego irse.

O al menos, eso hubiera se echo si una mano no se hubiese posado en su boca y otra en sus caderas.

Era la bruja, venia a por más.

Akko fue arrastrada por los pasillos hacia una habitación en particular, sabia quien la arrastraba, a donde se dirigía, y con que intenciones, ya no se resistía, solo se dejaba llevar.

En su mente se proyectaron sus ojos esmeraldas, lo haría por ella, no se dejaría aplastar de nuevo.

Forcejeo con Irisis, logrando así escapar se sus brazos, y sus intenciones perversas.

Akko se encontraba siendo perseguida por los pasillos de una manera silenciosa, tratando de no despertar a nadie, ya que sinó todo se sabría.

Fue entonces cuando una casual piedra se cruzó en su camino callendo así al suelo, adolorida y cansada, trató de levantarse y escapar hacía cualquier lugar.

Ya era tarde, sus manos ya estaban en su cuello.

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No Seas Su Sumisa~Amanda xAkko Donde viven las historias. Descúbrelo ahora