Luego de la visita de Alek acorde visitar el viejo castillo de mi doncella, este nos queda en el camino de vuelta a casa. Esther fue antes un importante miembro de la nobleza, y no tenía un cargo bajo, era una duquesa. Entiendo que quiera volver a ver su antiguo hogar, pero me asusta que sea algo negativo en ella, quiero mantenerme cerca para cuidarla. Debe ser difícil haber perdido todo sin ganar absolutamente nada a cambio, pero verla me da fortaleza. Ella cada día mantiene la compostura y sus modales impecables. En cuanto el carruaje frenó pude notar su mirada de nerviosismo, está asustada, lo sé, aunque no me lo diga, no es necesario. Sujete sus manos, volteo a verme, su rostro parece indiferente, pero si prestas atención, puedes ver que sus labios tiemblan un poco y sus ojos se oscurecieron.
– Podemos entrar juntas si quieres, cuando estés lista. – Propuse en voz baja.
– Estoy lista. – Respondió entre cortado.
Bajamos del carruaje sin separar nuestras manos, ella la sujeto con un poco más de fuerza al pasar una de las rejas. El castillo es distinto a todos los que he visto, con grandes paredes rusticas de piedras en tonos cálidos, también se pueden ver algunas incrustaciones de joyas preciosas, pero son muy pocas, hay bastantes huecos que indican que fueron retirados a lo largo del tiempo. La maleza del jardín se apodero gran parte del suelo y algunos muros del castillo, pero al ingresar a este todo está bastante cuidado, el tapiz de las paredes se encuentra notoriamente desgastado y hay varias manchas de humedad, pero el suelo esta impecable y no veo rastros de polvo.
– Antes había un cuadro aquí. – Comenta con cierta nostalgia mirando un espacio vacío en la pared. – Mi padre decía que era el orgullo de la familia, era una pintura del castillo en el atardecer, cuando las paredes estaban intactas y aún éramos nobles.
Pensé en preguntarle si extrañaba esa vida, pero no quería hacerlo, siendo una princesa no puedo otorgarse ningún título, pero cuando sea una reina eso va a cambiar. No puedo retroceder el tiempo, pero si puedo trabajar en mi presente y hacer planes a futuro. Deje de lado mis pensamientos para darle atención a Esther, quien me guiaba por las grandes escaleras al piso de arriba.
– Siempre me queje de que en el castillo casi no hay ventanas, me hacía sentir un poco claustrofóbica. – Explica mientras aguanta una pequeña risa. – Nunca creí que extrañaría tanto este castillo.
Juntas llegamos a un cuarto, este se mantenía impecable, con todo en su lugar. Una gran cama color rosa pastel esta al centro, está rodeada con juguetes tirados por todas partes, desordenada, pero limpia. También hay algunos vestidos esparcidos por doquier, como en el sillón y el tocador de mármol que se encuentra en la esquina.
– Esther, ¿Dónde están tus padres? – Me atreví a preguntar.
– Mi papá posiblemente esté cumpliendo su condena, luego de apostar y perder casi todas nuestras pertenencias intento robar, si ya salió posiblemente esté en bares hablando de sus tiempos de oro. Respecto a mi madre, desearía saberlo, ella me inscribió con una institutriz para que aprenda a ser una doncella y tener una vida digna. He trato de dar con ella, pero... – sus ojos comenzaron a inundarse de lágrimas y su voz se quebró. – Le he dejado cartas a mi institutriz pero jamás recibí ninguna de respuesta.
Me acerque a donde estaba y le di un abrazo, ella continuo sollozando, antes cuando era solo una jugadora de este juego pensaba que solo había una protagonista, pero todos son los personajes principales de su propia historia y cuando me lo permiten, puedo conocerlas.
– Trataremos de contactarla, estoy segura que también te extraña...
Ella se separó de manera lenta, pero continuo llorando mucho más fuerte. Me quede paralizada, no tenía idea de que hacer o decir, ¿A caso no debí decirle eso?
– ¡¿Por qué eres tan buena?! Haces todo esto aún más difícil para mí – Levanta su voz mientras aprieta su vestido con brusquedad, como si algo en ella le impidiera hablar. – Lo siento y por favor perdóname por lo que voy a decirte, pero necesito confesarte algo.
Ella se acercó a donde estaba, muy poca luz entraba al cuarto, pero podía apreciarla en la cercanía, su cabello despeinado, el maquillaje corrido y los ojos tristes.
– ¿Qué sucede Esther? – Me atreví a preguntarle, tratando de mantener la calma.
– No puedo decirlo si te estoy mirando a los ojos, date la vuelta. – Me pidió casi en una súplica.
Me sentí un poco extraña ante su propuesta, pero le obedecí y me gire, no tarde mucho en sentir su tacto, con una de sus manos sujeto mi muñeca, como si se estuviera asegurando que me encuentro en el mismo espacio que ella.
Cuando por fin pude escucharla hablar – Yo...
¿Que creen que vaya a decir la doncella?
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¡No soy la Princesa Villana! [Finalizada]
FantasyClover con tan solo dieciséis años cree que su vida está estancada, siempre se forzó a ser algo que no es y nunca podrá ser, una chica perfecta. Durante años construyo una máscara donde nunca decía que no, siempre sonreía y se mostraba dispuesta a a...