En cuanto la fiesta terminó acompañe a la reina a su castillo, me ha dicho que quería hablar conmigo. No dude mucho en aceptar. Ella se encuentra frente a mí, aún no se ha cambiado, pero por mi parte estoy usando un camisón color blanco con algunos volados que me ha prestado para poder irme a dormir luego. El ambiente no es tan formal como acostumbro, nos encontramos en la sala de estar, ambas frente al fuego de la estufa a leña y con unas tazas de té de rosas. No me apena estar sentada en el suelo y abrazada a uno de los cojines, siento gran comodidad y se me hace un ambiente extrañamente familiar. Thiara, como me ha pedido que la llame, parece mucho más relajada que de costumbre.
– Audrey, hay un secreto que he estado guardando. – Expresa en voz alta, su vista está centrada en el fuego, pero se desvía hacia mí. – No quiero que pienses mal de tu madre, siento algo de nervios al decirlo en voz alta, pero siento que puedo confiártelo.
Escuche expectante las palabras de la reina, toda información en relación a mi madre me produce gran curiosidad. Nunca se explica su desaparición, cuando esto era un juego moría de ganas por saber más de ella, pero en ninguna ruta se hablaba lo suficiente. Aunque ahora es distinto, en verdad siento que estoy por descubrir algo de mi madre.
– No quiero que pongas en duda el amor de tu madre hacía tu padre, ella lo amaba, pero no de la forma en la que a mí me amaba. – Confiesa en voz alta, no tarde en entenderlo. – Nos conocimos en primavera, para su fiesta de cumpleaños, era mi primera reunión social. Me encontraba tan nerviosa por hacer todo perfecto y ella tenía una gracia natural envidiable. Al inicio creí que era envidia, que quería ser ella, pero luego descubrí que en realidad la quería a ella.
– ¿Ustedes estuvieron juntas? – Me atreví a preguntar, para descartar que haya sido un amor platónico.
La sonrisa en su rostro me lo confirmo. – Como dije, ella tenía un encanto natural. Por mi parte nunca antes había estado con una chica, pero tu madre ya había besado a algunas doncellas y mujeres de clase en reuniones. – No pude evitar soltar una pequeña risa, nunca espere esto de ella, es extraño pensar en la adolescencia de nuestros padres. – Yo me esforzaba por escalar socialmente, codeándome con el futuro primer rey, otras damas de importancia y con quien me ayude a tener contactos. Y ella, ella hablaba con todo el mundo, encantaba con sus palabras, no conocí a nadie que le odiara. Un día mientras estaba en la biblioteca ella entró, se sentó frente a mí y me dijo "Te gusto, ¿no es así?".
– No puedo creerlo, ¡Que directa! – Hable con asombro, abrazándome más a la cobija. Thiara rio, una gran y cálida sonrisa. – ¿Y qué le dijiste?
– No sabía que se refería a un gustar en el sentido de atracción o más romántico. Por lo que declare en voz alta que su persona me desagradaba. No quiero entrar en detalles, fui un poco cruel.
Note la melancolía en su voz, apreciaba cada una de sus palabras y me sentía honrada de que confiara en mí para decirme esto.
– Iba a seguir quejándome, pero se inclinó a donde estaba, tomo mi mentón y me dijo que no la estaba entendiendo. Me pregunto si podía besarme, creo que ya puedes imaginarte mi respuesta. Mantuvimos un romance oculto hasta que acabo nuestro tiempo en Rosament, dos reinas no es muy aceptado.
– Es una pena que todo acabara de esa forma, lamento indagar en esto, sé que es algo que debe producirle mucho dolor pero quisiera saber porque desapareció... – Pregunte en voz alta.
Ella bajo la vista. – No sé qué historia te ha contado tu padre o si te ha hablado de ello o no. Tú aún eras una niña, ella quería que cuando vayas al colegio puedas aprender matemática, geografía y todo lo que los hombres aprenden. Estaba por presentar un proyecto importante por lo que se iría a un reino vecino, pero el carruaje donde estaba sufrió un accidente. Dudo haya sido un accidente, mis sospechas van al padre de Harvey y a tu tío Alfred. Tu padre pese a estar en contra jamás la dañaría, el si la amaba, aunque no sea correspondido. Originalmente íbamos a proponerles unirse a la organización a nuestras hijas en cuanto cumplan quince años, luego del incidente decidimos atrasarlo para evitar que las dañaran.
– ¿Por qué tus sospechas van hacía ellos? – Interrogue.
– Lo padres de Harvey no pueden competir contra mi reino en cuanto a comercio, pero la batalla entre el tuyo y el de ellos era bastante grande. Tu reino tenía ventaja en gran parte por los aportes de tu madre, sumado a que el padre de Harvey, Decot, se veía amenazado por una mujer. – Expresa en voz alta y clara. – Y sobre Alfred, él nunca temió ensuciarse las manos a cambio de lo mínimo, sumado al resentimiento de haber sido rechazado por Margot. Tu madre era una rompecorazones, su belleza y encanto no pasaba desapercibida por nadie.
– ¿Hay alguna evidencia de esto? – Pregunte. – Debería poder hacerse justicia...
– Si hay algo ha quedado en el castillo de Harvey, al que asistir puede ser una sentencia de muerte.
No le he comentado que ya he estado allí, por un corto periodo, había prometido sería un secreto, ahora entiendo al peligro al que me expuse.
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¡No soy la Princesa Villana! [Finalizada]
FantasyClover con tan solo dieciséis años cree que su vida está estancada, siempre se forzó a ser algo que no es y nunca podrá ser, una chica perfecta. Durante años construyo una máscara donde nunca decía que no, siempre sonreía y se mostraba dispuesta a a...