Una Bienvenida No Tan Cálida 2

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Frente a mí estaba Harvey, el segundo príncipe que está enamorado de Audrey, es decir, de mí. Sería una ruta fácil, pero temo sea una trampa ya que si la protagonista no hace su ruta él se vuelve un tirano que vuelve su pequeño reino prospero en un imperio, invadiendo más y más reinos, hasta que el primer príncipe se cansa de esto y lo asesina. Yo soy la villana, jamás podría cambiar esto, por lo que elegirlo a él sería como invitar a la muerte. En el juego Audrey lo rechaza porque su reino es pequeño y se arrepiente de hacerlo cuando está casada con Alfred y el hace un imperio.

– ¿Qué se supone que haces? – Interroga con la voz alta y el cuerpo tensado. – Deberías decirles algo.

– No veo necesidad, solo fue un accidente. – Fingí inocencia.

El frunció su ceño.

– Haz lo que quieras. – Finaliza la conversación y se aleja de donde estaba.

Por estas cosas su ruta no me gusta en lo más mínimo, es tan soberbio y prepotente.

En cuanto llegue a mi cuarto pase por un mini interrogatorio por parte de Esther a quien le conté lo sucedido mientras tomaba un baño y luego me ayudaba a cambiarme. Luego me quede tomando un té de hierbas mientras leía una novela. Esther salió a dar una vuelta, por lo que gozaba de momentos de soledad.

Un estruendo hizo que mi corazón se paralizara, al ver de dónde venía me encontré a mi hermano del otro lado de la ventana, la cual la abrió de manera rápida y repentina. Me gire a verlo dejando el libro en la mesa, marcando la página con una flor seca.

– ¡Mi linda Audrey! – Suelta en voz alta, captando la atención de quien pasará.

Le dedique una pequeña sonrisa y camine a donde estaba, en cuanto lo hice el sujeto mis manos y una expresión de desolación invadió su rostro.

– ¿Quién se atreve a molestarte? – Pregunta con una voz más firme, mirando el suelo.

– No hay que exagerar sobre lo que sucedió, estoy segura es solo un accidente. – Respondí tratando de calmarle.

Su actitud es bastante exagerada, pero termino por enternecerme. Arthur la trató bien desde un inicio, pero Audrey siempre rechazo sus afectos y se avergonzó de su actitud dramática. Estoy segura que él no estaba enterado de cuando me encontraba en cama, dudo que se haya quedado sin hacer nada con su pequeña hermana enferma. Nunca he hecho su ruta porque no me llamaba la atención, ahora me arrepiento de ello por no poder saber cómo tengo que tratarlo o que tengo que evitar hacer como Audrey.

– Linda, por favor recurre a mí cuando algo malo te suceda. – Suplica mirándome a los ojos. – No permitiré que nadie te haga daño.

– Lo haré desde hoy, por favor no te preocupes tanto por mí. – Le pedí mientras desacomodaba su cabello. – Es un nuevo ambiente pero estoy tranquila porque sé que puedo contar con mi hermano mayor.

– Tus palabras han calmado mi corazón, en cuanto me entere he escapado de la reunión del comité para verte. – Respondió. – Hablando del comité, he logrado que ganes un lugar allí, fue difícil pero no dudes que formaras parte.

No quiero cometer los errores de mi otra vida, pero al ver sus ojos tan repletos de vida no puedo decirle que he cambiado de opinión y no quiero entrar al comité.

– Seguramente están muy ocupados con la fiesta de esta noche, por favor no detengas tus actividades por mí.

Luego de insistir y asegurarle que no tiene nada porque preocuparse, él volvió al comité. A los segundos llegó Esther a decirme que ya era hora de comenzar a prepararme para él baile de esta noche.

Me miré al espejo antes de salir, mi doncella eligió un vestido azul bastante sencillo, ceñido a la cintura y suelto hacía abajo

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Me miré al espejo antes de salir, mi doncella eligió un vestido azul bastante sencillo, ceñido a la cintura y suelto hacía abajo. Me gustaba el contraste que hacía con mi cabello rojo. Me despedí de ella y camine hasta el salón principal, posiblemente hoy conozca a la protagonista del juego, ella llega tarde y hace una entrada en la que todos voltean a mirarla. Tengo que estar pendiente de Bell, saber que ruta hará y no interferir en sus planes.

De pronto siento que todo se vuelve blanco...




¡No soy la Princesa Villana! [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora