Día de la batalla 1

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El tiempo pasó más rápido de lo que me esperaba, antes de darme cuenta ya estaba en el día de la batalla. Este evento tiene gran importancia porque es el último antes de unas breves vacaciones para ver a nuestra familia, luego de estas vienen fiestas y eventos organizados por el comité, por lo que el último trimestre va a ser lo más atareado para este. Me sorprendieron mis nulas actividades en este, supongo que el mundo dentro del juego solo se concentra en lo emocionante y deja pasar las actividades rutinarias, lo único interesante que hemos realizado estos días es bordar un pañuelo para el evento. Camina hacia mí Evolet, quien porta un vestido blanco con manas voluptuosas y volados en la parte frontal del suave vestido. Por mi parte me vestí con un vestido blanco con flores amarillas y algunos detalles en tul, trence y peine mi cabello, me hubiera gustado contar con la ayuda de Esther, pero entendía que ella esta como dama del primer príncipe hasta que finalice el día.

– Se está tardando... – Habla en voz alta Evolet. – Mi hermano quiere pedirte que le des tu pañuelo, pero seguramente está haciendo un discurso de que decir y se demora.

– Estaba segura que le entregaría su pañuelo a Bell. – Confesé un poco desconcertada.

– ¿Bell? Merredit solo es amable con ella por cortesía, pero no estoy muy segura de que se lleven bien. – Explica un tanto pensativa. – Iré a reservar una mesa, nos vemos allí.

– ¡Espera! – sujete su muñeca con cuidado. – ¿No debemos quedarnos aquí hasta que demos nuestros pañuelos?

– No creo que ningún chico me pida mi pañuelo este año, más que nada se lo piden a las de segundo año. – Luego de decir esto ato un poco más firme su pañuelo. – Tampoco me gustaría darlo, no le he puesto mucho empeño y es algo soso.

– ¡Pero si es hermoso! – Me queje. Ambas hicimos nuestros pañuelos juntas, ella ha bordado distintas flores en el centro y hojas en los costados. Por mi parte borde un trébol de cuatro hojas al centro y uno en cada borde.

– Gracias, pero no es de mi agrado. – Y tras decir esto se marcha dejándome sola en el pequeño espacio al aire libre.

Comencé a caminar a pasos lentos, varias damas se encontraban acompañadas de los caballeros a los que les entregarían sus pañuelos, esperando el anuncio para hacerlo. Otras chicas se encontraban caminando solas, esperando que alguien se les acercara o atentas a dárselo a quienes buscaban. Me sentía feliz de ser a quien Merredit quiera darle su pañuelo, pero soy consciente de los rumores que traerá esto, sumado a que temo Bell pueda usarlo en mi contra. La voz gruesa del presentador anuncio que ya es momento de pedirles los pañuelos a las damas. Sentí que alguien toco mi hombro, al girarme pude ver a Alek.

– ¿Podrías confiarme tu pañuelo? – Interroga con la mirada hacia el costado y un leve sonrojo.

– Me temo que ese es mi dialogo. – Interviene Harvey. – Te aseguro que de dármelo te dedicaré mi victoria.

– ¿No sería mejor que me los des a mí? – Escuche la voz de August quien estaba a mis espaldas, me gire de manera de estar frente a todos ellos. – Nos conocemos de pequeños.

– Ella tiene que elegir. – Puedo apreciar la voz de Merredit.

– ¿Tú también? – Se queja Harvey.

Debía elegir darle mi pañuelo a uno de ellos, hace tiempo no puedo ver mi medidor, desearía que sea a lo voluntario, ¿con quién voy mejor? ¿A quién debería elegir?

Una mano sujeto mi muñeca, mi hermano llegó en su rescate. Arthur siempre me salva de mis contratiempos.

– Audrey le entregara el pañuelo a su hermano, como este es mi último año, pese a no participar en el juego, puedo atesorarlo y cuidarlo. Es mi primera y última oportunidad de cuidarlo, así que si mi amada hermana lo permite seré quien le demuestre su protección y afecto.

– Lo lamento, pero quiero darle mi pañuelo a mi hermano, es su último año en la escuela, los demás aún les queda tiempo.

– El próximo año me darás el pañuelo. – Declara Harvey.

Los chicos se alejaron, al hacer esto pude ver algunas miradas con recelo, pero no es algo que haya planeado.

– Veo que no tendrás problema en recibir una propuesta de matrimonio. – Comenta Arthur.

– Alek y Harvey son amigos, August cree que esta en obligación de cuidarme y Merredit me aprecia por mi amistad con su hermana. – Explique. – No todos tenemos la suerte de estar comprometidos desde hace años.

– Sobre eso... –Estaba por hablar, pero se anunció que debíamos ir a nuestros asientos. – Te hablare cuando estemos de camino a casa, en un ambiente más privado.

Dicho esto ambos nos separamos, las mujeres y los hombres estaban en zonas distintas, separados por el espacio donde se dará la batalla. En cuanto llegue al salón pude ver a Evolet sentada en una de las mesas, pude notar que no traía su pañuelo atado.

– ¿Te quitaste el pañuelo? – Le pregunte mientras tomaba asiento.

– Me avisaron que Alek me buscaba, me pidió mi pañuelo, como amigos claro está. – Comenta con un leve sonrojo. – Eso no importa, ¿Le diste tu pañuelo a mi hermano?

Negué con la cabeza. – Antes me lo pidió mi hermano, pero Merredit lo entendió.

– No creo que tena problemas para conseguir a una chica que le dé su pañuelo, pero no será quien él quería.

– Merredit te aprecia bastante, por lo que es muy considerado conmigo. – Deduje en voz alta.

– Te responderé eso luego, hay un par de oídos atentos a la conversación. –.

Me sorprendió la capacidad de la rubia para saber ello, tan solo me limite a cambiar el tema a asuntos más triviales como el tiempo y quienes pensábamos ganarían esta batalla. 

¡No soy la Princesa Villana! [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora