Es mi primer viaje sin Esther o Evolet, sumado a lo peligroso de lo que estoy por hacer. Acomode mi falda, es color bordo, el color representativo de la familia del segundo reino. Las ventanas están cerradas y durante un largo periodo de tiempo solo puedo el interior del carruaje, por la madera es un color marrón, algo suave. Frente a mí este Harvey, con quien no estoy intercambiando palabras, hay un silencio un poco incómodo, pero él no parece percibirlo. Comencé a pensar en cómo seré recibida, en como lograre obtener algo de información. La primera parte de mi plan está cubierta, pero ahora no tengo idea de cómo seguir, no conozco el perímetro, no tengo contactos para saber más. Comencé a replantearme si fue buena idea venir o fue tan solo un impulso, aunque en el fondo no me arrepiento. Puede que nada este definido, pero es mi única oportunidad para saber un poco de más de los misterios que implica la muerte de mi madre.
– Me sorprende que hayas aceptado mi invitación. – Escuche la voz de mi acompañante, es serena, calma pero de algún modo lo siento como un reclamo.
– Lo mismo puedo decir respecto a su invitación. – Seguí con su juego, evadiendo su pregunta.
Aunque sus dudas son correctas, en una situación normal hubiera ido al reino de Evolet para disfrutar de una tarde de té, charlas políticas con la reina, salidas con August y Merredit, sumado a que podría estar con la compañía de Esther. No he aceptado que venga conmigo, odiaría ponerla en peligro, ella no está de acuerdo con esto, pero no podía oponerse.
– Es natural para mí querer y buscar ocasiones para permanecer a su lado. – Confiesa, con un leve sonrojo en sus mejillas.
Esa no es la típica actitud del chico, y aunque sus palabras parecen sinceras no puedo evitar desconfiar. ¿Y si todo es una trampa? Siendo su buena actitud tan solo una fachada que oculta sus intenciones. Él es hijo de quien ha asesinado a mi madre, no tengo razones para confiar en el chico. Pero es momento de seguir su juego, no debe saber de mis dudas.
– No suele ser tu actitud de siempre, ¿te encuentras bien? – Intente bromear, acercando mi mano a su frente tomando su temperatura. Al hacer esto su rostro pareció encenderse en un tono carmesí. – Estaba bromeando, pero tal vez si tenga fiebre...
Volví a mi asiento, atenta a las reacciones del chico, nunca suelo prestarle mucha atención al lenguaje no verbal, pero ahora no podía dejar nada suelto.
– Me dijiste que debía conocer tu nueva versión de ti, con mi actitud anterior dudo poder llegar a hacerlo algún día.
Si la situación hubiera sido otra sus palabras abrían llegado a mí, pero ante la situación solo parecen ser armas que buscan que me descuide, para atacar a la mínima oportunidad.
El castillo freno, hemos llegado al segundo reino. Las puertas son abiertas por uno de los escoltas que me ha dejado August. Mi mirada se encuentra con uno de ellos, sus ojos café son firmes, asiente con la cabeza, provocando que sus cabellos negros se muevan un poco. Me hace sentir un poco más tranquila contar con la presencia del chico de piel oliva. Al girar al otro extremo hay un chico, exactamente igual al anterior, al parecer son gemelos o tal vez mellizos.
– Tendremos una pequeña fiesta en tu honor, se realizara a las nueve treinta. – Explica Harvey. – Tú vestido está listo, no te preocupes por ello, te pasare a buscar a las nueve, entraremos juntos al salón. – Tras decir esto seguimos caminando hacia la entrada del castillo.
No hay mucha vegetación, a excepción de algunas rosas, predominan esculturas de dragones. Es el reino más diferente en el que he estado, el castillo no tiene mucho detalle, mantiene figuras simples, predominando dos grandes torres a los extremos y un frente lizo. Las paredes son negras y las puntas de las torres son rojas. El suelo es gris y aunque los colores sean apagados no produce una sensación de melancolía, al contrario, te alienta a mantenerte alerta.
– mi madre está emocionada ante la idea, hace años que no teníamos una fiesta. – Comenta con la mirada en alto, no parece una mala persona, borro esos pensamientos de mi cabeza. – Podrás descansar en tu cuarto, unas horas antes de la fiesta llegaran tus damiselas para ayudarte a prepararte, mañana te daré un recorrido por el castillo.
– Gracias Harvey. – me limite a responder. – ¿A qué hora llegaran las damiselas?
– A las siete. – Responde sin dar vueltas.
Puedo aproximar que la hora es alrededor de las tres, por lo que cuento con cuatro horas en las que podría recorrer el castillo por mi cuenta. Tras pasar una gran puerta roja, entramos al castillo, un escalofrió corre por mi cuerpo. El interior del castillo tiene el suelo blanco y las paredes carmesí, con grandes jarrones y estatuas.
Ya no hay vuelta atrás, ya no hay oportunidad de arrepentirse. Sujete con fuerza el brazo de mi enemigo, pretendiendo que es mi aliado, en un intento en vano para calmar mis nervios.
![](https://img.wattpad.com/cover/244503603-288-k943463.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¡No soy la Princesa Villana! [Finalizada]
FantasyClover con tan solo dieciséis años cree que su vida está estancada, siempre se forzó a ser algo que no es y nunca podrá ser, una chica perfecta. Durante años construyo una máscara donde nunca decía que no, siempre sonreía y se mostraba dispuesta a a...