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Afortunadamente estos días la señora Amelia por primera vez no había tratado mal a Alexby. Ni siquiera le había hablado en todos estos días (cinco días). Por lo que Alexby pudo estar más tranquilo, aunque obviamente seguía muy triste y alterado, y creo que está de sobra decir la razón de ésta. Ya que creo que a todos les dolería mucho si un ser muy amado por él llevase en coma más de dos semanas sin dar ningún indicio de querer despertar.

Por un lado, le preocupaba a Alexby que su madre no le echase bronca ni le hablara, esa no era su madre... Aunque la verdad tampoco se quejaba del nuevo comportamiento de su madre.

Un día como cualquier otro. Fargan le daba mimos a Alexby haciéndole reír y sonreír de forma muy dulce mientras éste estaba sentado en su regazo.

Alexby:- Hmjmm, tengo frío- abrazó más fuerte al castaño.

Fargan:- Pues normal, ya estamos como a mediados de septiembre... ¿Quieres que te traiga un café?- el menor asintió sin separarse ni un milímetro del abrazo de Fargan- Pero me tienes que soltar, Cariño.

Alexby:- Pero me dará más frío- hizo un puchero antes de que Fargan le besara.

Fargan:- ¿Y si te doy mi sudadera?

Alexby:- Ño, seguiré teniendo frío.

Fargan:- ¿Dos sudaderas y una cobija?

Alexby:- Shi- dijo tiernamente mientras volvía a besar al castaño.

Fargan:- Pues venga, no tardo mucho- se quitó la sudadera que llevaba ahora mismo y le dio otra al pelinegro junto con una cobija- como me de un resfriado por no salir abrigado será tu culpa, eh.

Alexby:- No seas exagerado, Fargansito, anda, corre, no tardes o yo seré el que se muera de hipotermia.

Fargan:- Y dices que yo soy el exager- sus palabras fueron cortadas por un beso de Alexby.

Ambos ya extrañaban ser así de cariñosos. Y no era que hoy estuvieran más cursis de lo normal... o bueno, un poco sí, pero normalmente ambos eran muy cariñosos, por no decir que bastante. Solo que por la presencia de Amelia, se les hacía un poco incómodo tratarse de esa forma. Pero ya que estos días su madre andaba muy callada, pues ya ni siquiera sentían su presencia y actuaban como si ella no estuviera presente.

El castaño salió del hospital y fue en camino a la cafetería más cercana del hospital. Y a pesar de que había una especie de cafetería ahí dentro del hospital. A Fargan no le agradaba para nada la comida de ahí. Con tan solo verla ya te daba asco. Por lo que siempre prefería mejor comprar la comida de otra parte que no fuera la del hospital.

Unos minutos después, regresó con tres cafés. Aunque la mitad de uno de ellos ya estaba derramado en su camisa y pantalón.

Entró a la habitación y se encontró a un pequeño Alexby temblando de frío.

Alexby:- ¿Se te ha caído el café encima?- dijo riendo al ver la notoria mancha color marrón en medio de su camisa y en su entrepierna.

Fargan:- No, así es el diseño de la ropa- respondió sarcásticamente mientras reía por ver la mala mirada de Alexby después de su sarcástico comentario- vaaale, que sí, sí se me ha tirado, ya sabes lo torpe que soy yo, ¿Si me conoces, para qué me mandas a ir por unos cafés si sabes que se me tirarán? Aunque yo no tuve la culpa. En el camino le quería a tomar un poco del café, pero una señora pasó al lado mío empujándome y... ya sabes qué pasó después.

Alexby:- Anda, abrázame otra vez mejor.

El castaño se sentó a su lado, le dio uno de los cafés y después tomó el otro café que sobraba y se lo extendió a Amelia.

MI OTRA MITAD |《fargexby》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora