Si los recuerdos vuelven, no puedes huir de ellos. 11/45

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 • El libro de poemas, revelará la verdad delas cosas.

   ¡Atrápenlo!. ¡Atrápenlo!.. Cierren las compuertas, no dejen que salga, si es necesario ¡atenlo!.

     Estas eran las palabras del sumo sacerdote, a los jóvenes discípulos al presenciar como Wen-Ning hacia hasta lo imposible por escapar, y saltar las altas murallas que dividían al pueblo del templo, uno de ellos logro emitir un sonido muy agudo, tan fino y estridente, chirriante que atolondro los sentidos de Wen Ning, dejándolo por un segundo inmóvil, al taparse los oídos, no podía moverse debido a tal sonido, incapacitándolo a reaccionar.

   Pero nada podía impedirle que cumpliera su cometido, levantándose con mucho ahínco, emite un gran rugido, para liberar la presión que sentía sobre él, siendo la figura del "general fantasma" – que salió a su exterior para librar este obstáculo.

¡Atrápenlo!. Continuaron los gritos de los discípulos, amarren sus manos, sostengan su cuerpo con las cuerdas oscuras, atrapen al demonio. ¡Que no cruce el portal! ...

   Wen Ning, al sentir que se acercaban estos hombres, los tomaba del cuello y los arrojaba de un solo tiro con todas sus fuerzas, haciendo que ellos cayeran, golpeando muy fuertemente el piso con sus cuerpos al hacer contacto.

Algunos lograban levantarse, mientras que otros, no lo podían hacer por las fuertes lesiones que el golpe dejó, siendo esto presenciado por el sumo sacerdote decide dejarlo ir, al ver la desventaja de sus jóvenes estudiantes.

.- ¡Déjenlo ir!

No es necesario que expongan sus vidas, él podrá irse, pero no podrá ingresar de nuevo, evocare los antiguos escritos sagrados, y realizaré el "Gran Manifiesto del Cantico de Protección", hecho por nuestro Gurú, gran maestro espiritual. Entonces tampoco ellos podrán salir nunca más.

.-¡Maestro!, exclamo uno de ellos. No puede hacerlo, esas personas no pertenecen aquí, y que sucederá cuando también ellos deseen irse, tendremos que decirles, ¿l por qué no podrán hacerlo? –nosotros no podemos.

¡Silencio! .- fue la imposición de su emperador a este discípulo.

No estoy pidiendo sus opiniones, en estos momentos es una situación que requiere medidas extremas, nadie entra y nadie sale del templo, ni del pueblo. –Avisen a los ancianos, deben estar pendientes de lo que pueda pasar.

¡Si, mi señor lo haremos!.- Contestaron todos a viva voz.

Al salir del pueblo, después de haber cruzado los arrecifes y estando en la superficie, Wen Ning, se siente sumamente cansado, las ondas sonoras emitidas por ese estridente sonido ha removido en él, algunas escenas olvidadas de aquel personaje que habita en su interior, el "General fantasma". Tornando aquellos sentimientos de dolor, pena y una honda tristeza le empieza a sofocar.

¡Hermana!... ¡hermana!.. ¿Dónde estás?. _ ¡Duele! (aquellas voces empiezan hacerse oír), todos los lamentos de aquella noche, cuando ingresaron a la fuerza y se llevaron a todos, sin darles tiempo a defenderse, en los Túmulos de entierro, una vez más se ven reflejados en su presente..

¡Abuela, tío, A-Qing!. – Los necesito.. ¿Por qué me dejaron solo en este lugar, donde nadie me quiere?, ¿Por qué la gente me teme?..

Sus recuerdos se tornaron en su pequeña aldea, donde las personas estaban siendo golpeadas y aniquiladas, una tras otra, viendo como su hermana fue cruelmente asesinada, tras una lanza que atravesó su corazón, y los ancianos al caer al suelo, uno a uno, brutalmente arrastrados hasta lograr dejarlos inconscientes para después, quemarles vivos.

Impregnación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora