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{Milo}

Quedé con juntarme con Alexis, ya estaba saliendo de casa con una cara del horror, necesitaba respirar, ¿por qué esto a mi? Ahora cuando comenzaba a ser feliz de nuevo, viene esta chica fastidiosa, al parecer quiere hacerme la vida imposible; hace tiempo que no la veía, pero bueno ya está aquí y debo afrontar responsabilidades si es que son mías.

- bien, he llegado, hablemos -. Me senté en el café en el cual ella estaba esperando.
- hola, Milo -. Me miró.
- bueno, te escucho -. Llegó la mesera en cuanto me acomode en el asiento, Alexis estaba bebiendo un té de hierbas.

- disculpe señor, ¿va a pedir algo? -. Me sonrió, era una chica rubia hermosa, mas o menos delgada, de contextura perfecta, sin embargo solo tenía al menos unos 20 años, de inmediato me recordó a _________, por lo tierna que era.
- si, de hecho quiero un café extra cargado por favor, con un trozo de pastel con chocolate -.
- enseguida, señor -.

- esta bien, Milo, primero, gracias por venir, segundo, te contaré -. Ella estaba seria, podía ver la profundidad en su mirada, decidí creerle solo por ese detalle. - estoy embarazada, y como te dije en la llamada, es hijo tuyo, estoy segura, todo concierne en los días en que tuvimos ciertas cosas que tienen por resultado estas cosas -. Señaló su barriga. - lo lamento, Milo, se que arruinaré tu relación con la chica Meg, lo siento, pero es algo que debes saber, espero que me ayudes de verdad, no puedo hacerlo sola -.
- estoy de acuerdo, estuve pensando anoche, de todos modos no pude dormir -. Me interrumpió la mesera trayéndome lo que pedí.
- muchas gracias -. Le dije y le dirigí una sonrisa.
- a su servicio -. Se retiró.
- ahora pídele que sea tu novia -. Agregó alexis con un poco de toxicidad en la lengua.
- venga, no seas celosa, no somos nada -. La miré con semblante serio.
- pues entonces se algo con ella -. Decía de manera infantil y tajante, con un golpe de celos increíble. Ignoré todo aquel drama para no provocar un caos.

- como decía, Alexis, estoy de acuerdo, te ayudaré, ya que estamos al lado del centro comercial iremos a comprar las necesidades de la criatura -. Vi una sonrisa en su rostro y el brillo de sus ojos. - no te confundas, no estaré contigo, solo te daré el dinero necesario e pasaré tiempo con mi futuro hijo; sin embargo, esto no tiene nada que ver contigo, no te amo y nunca te amaré, menos me casaré contigo, ni viviré contigo -. Su sonrisa se esfumó al instante. - ahora vamos, ¿que esperas? -.

Se levantó junto conmigo y pague la cuenta de ambos, por caballerosidad, nos dirigimos al centro comercial a la tienda infantil.

Estábamos viendo ropa para el niño o niña, de alguna manera me emocioné de poder tener un hijo, aunque no fuera con Meg, o con ____________, es bastante extraño el sentimiento y no quiero volver a pensar en ella nunca más, se casó con otro y tiene un hijo ya, no la necesito más en mis pensamientos.

De pronto, volteo y veo a una mujer eligiendo ropa para niño más grande, no podía ser, se trataba de ___________.
Madre mía, no puede ser, la miré por unos segundos y ella también lo hizo conmigo, quedé en shock por unos minutos, ¿estaba sola? ¿Donde estaba su marido? Quería hablarle, sin embargo algo me decía que no, corrí la mirada, ya no quería seguir mirándola, ella había vuelto; más hermosa que nunca, odio tener este sentimiento hacia ella otra vez, nunca deje de amarla, soy un idiota.

- hola, saliste más temprano de lo común -. Saludé a Meg.
- si, quería verte luego -. Sonrió, ella era hermosa.
- Meg, hay algo de lo que quiero hablarte -.
- ¿me lo puedes decir afuera? Ya no quiero estar aquí -. Procedimos a salir.
- Meg, voy a ser papá -. Solté sin pelos en la lengua.
- ¿qué? -. Me miró estupefacta.
- yo, antes de conocerte, estuve con una chica solo por diversión y pasó lo qué pasó y ahora está embarazada, prometí darle todo el dinero que necesitara, pero no puedo estar con ella -.
- ¿porque no? -.
- por que, yo no la amo, nunca la amé y nunca la amaré, creo que yo te amo a ti -. Solté sin más.
- oh, Milo, te comprendo, fue tan solo un error del pasado, pero un hijo siempre es una bendición, creo que tengo que pensarlo, Milo, es algo tan repentino -. Me miró fingiendo la sonrisa. - esto me duele un poco, pero opino que debes estar con ella, quizás no en una relación amorosa, pero debes apoyarla; no la dejes cargar con ese bebé ella sola, creo que se merece más, hazte responsable, Milo, en cuanto a lo nuestro -. De detuvo y miró el suelo. - lo nuestro debe acabar, por bien de ella y su hijo, no podría hacer que ella se sienta mal porque yo estoy ahí invadiendo su familia, no sabes lo duro que es ser mujer, haz un favor a la humanidad y apóyala, debes estar con ella -. Fingió la sonrisa y se fue, ella tenia razón, me dolía mucho abandonar a Meg, de verdad, pero ella tenía un punto, y mucha razón por delante; espero estar haciendo lo correcto...

Extraordinary [Milo Manheim y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora