{Milo}
Era ella, la podía ver en frente de mis ojos de nuevo, no puede ser; soy un idiota, no pude decirle nada más que una frase de la canción que solíamos cantar juntos cuando teníamos diecisiete.
Joder, porqué esto tiene que ser así, entre más pienso en ella, más me muero por dentro. No puedo tenerla conmigo, desde que la conocí, siempre había asimilado que ella sería la mujer de mi vida, con quien me casaría, tendría mi primer hijo, tendría una hermosa familia y una hermosa vida.
A pesar de que nuestra relación cuando éramos solo niños fue un poco tóxica, no puedo negar que todo pareció ser tan intenso, nunca había sentido tanto por alguien, al límite de ni siquiera tenerlos.
Hice un millón de cosas para intentar conquistarla, vaya que era difícil, solo pensaba en estudiar y estudiar.¿Cómo conquistar a la chica que solo piensa en libros?
Bueno yo pude, yo Milo Manheim, el Milo de tan solo diecisiete, el Milo de veinticinco, pero creo que no será la misma historia para Milo de treinta.
Este Milo tiene un hijo, y creo que la historia con ________ pasó a mejor vida.Diablos, no sé qué mierda hacer, quiero analizar todas las cosas, tengo que poner todas las cartas sobre la mesa, debo pensar en algo rápido.
Vamos Milo de diecisiete al parecer solías ser mucho más listo; ayúdame por favor.
🙏🏻El sonido de mi teléfono me sacó de todos los vagos pensamientos que estaban acabando conmigo en aquel momento.
Era Alexis.
- ¿hola? -. Saludé.
- Milo, ¿cómo estás? ¿Te gustaría venir a cuidar a Harry? Quiero tomar un baño largo -. Habló.
- ¿enserio me llamas por tus caprichos? -. Le dije cabreado.
- ¿quieres venir o no a ver a tu hijo? -. Preguntó de la manera más fría posible.
- bien, bien, ya voy -. Colgué el teléfono y tomé mis pertenencias para conducir hacia el domicilio de Alexis.
Era algo muy extraño, me agradaba Harry, pero no sentía ese cariño y conexión paternal, El Niño no se parecía a ninguno de los dos, Alexis es morena y de ojos marrones, y yo, soy yo.
Quizás algún abuelo o ascendiente tendrá sus características, le consultaré a mamá cuando la vea.
Cuando llegué, llamé a la puerta y Alexis me abrió casi desnuda, solo llevaba una bata semi abierta, me tendió al Niño y se adentró a la casa sin decir palabra alguna.
- hola pequeño Harry -. Saludé dándole un beso en la frente.
Me adentré en la casa y me senté en el sofá, asumí que Alexis se había metido al baño a darse su dichoso desplante de burbujas.Estuve gran parte del tiempo jugando con el pequeño bebé, era muy pequeño, muy guapo, pero no como su padre, no había ninguna facción que se pareciera a la mía; debo tener los genes débiles, que decepción soy, hasta para eso pierdo.
Mientras lo tenía en brazos, se quedó completamente dormido y lo dejé en su cuna, para que nada lo perturbara, solo me quedé allí a verlo dormir; muy adorable.
Soy padre ahora, necesito ser más responsable, tan solo si pudiera verlo mas seguido, a lo mejor siento una mayor conexión.
¿Será buena idea decirle a Alexis que venga a vivir conmigo?
Me gustaría pasar más tiempo con mi hijo, ¿sería egoísta?Creo que ya es momento de tomar decisiones.
El sonido de un teléfono dispersó todos mis pensamientos y me enfoqué en seguir la melodía.
No era mi teléfono, al parecer era de Alexis.Lo miré y tenía una llamada entrante.
Abogada
Estaba llamando.
Me dirigí con el teléfono en mano hacia la puerta del baño y toqué.
- ¡Alexis, están llamándote! -. Grité
- ¿es importante? -. Preguntó desde adentro.
- creo -. Le respondí.
- ¡contesta por mi, por favor! -. Me dijo.
De inmediato me dirigí hacia el salón y contesté el teléfono.
- ¿hola? Le aviso que la demanda de pensión alimenticia ya está subida al poder judicial -. Habló la voz detrás del teléfono.
- ¿que? -. Dije confundido.
- disculpe, ¿este es el teléfono de Alexis Ren? -. Consultó, aquella voz, se me hacía bastante familiar.
- si, si lo es, pero estoy confundido -. Hablé en estado de shock.
- lo lamento, no puedo darle detalles, usted no es Alexis, ¿podría informarle que me devuelva la llamada más tarde? -. Dijo con parcialidad.
- necesito saber detalles -. Insistí.
- lo siento, es mi deber de confidencialidad y debo resguardar el secreto profesional, si no, estaría infringiendo la ley y el contrato que celebre con mi cliente -. Ya sabía donde había escuchado esa voz.
- ¿___________? ¿Eres tú? -.
- ¿Milo? -.