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[Milo]

¿____________? ¿Eres tú?

Y así fue como recibí el golpe de mi vida, un puñetazo en todo lo que parece ser mis articulaciones para el habla.
Miré otra vez a la dirección en la que vi aquel rostro familiar.

Debo admitir que lucía casi idéntica a ella, sin embargo, aunque tuve falsas esperanzas y el corazón latiendo a mil por hora por unos cortos segundos, me mantuve estático, ella seguía provocando aquel sentimiento en mí; me había marcado, siempre hay algo o debe haber algo que me debe ligar a ella, y es molesto, quiero hacer mi vida y ella abunda mis pensamientos, aveces pienso que quizás me hizo brujería o algo así, estoy preocupado, quiero olvidarla, ¿como lo hago?

Estoy desesperado...

Le di el otro golpe al tipo que me había hecho sangrar desde el labio.
Y así estuvimos, con la adrenalina por los cielos y provocando odio entre nosotros, queriendo ganar la pelea a toda costa; podría sacarle los ojos, podría hacerlo trizas, ese es mi deseo interno; pero todos sabemos que no puedo hacerlo, no podría ser capaz de algo tan sanguinario como eso.

- ¡paren ya! -. Gritó Meg separándonos. Estaba rabioso.
- ya, ya, ven amigo, te ayudaré a limpiarte -. Me dijo Curtis pasándome el brazo por los hombros y llevándome a lo que parecía ser el baño, tenía la vista borrosa; me había pegado algunos puñetazos en el ojo izquierdo, al parecer lo tenía hinchado; me miré al espejo y era totalmente certero. - ¿qué fue lo qué pasó? -. Preguntó Curtis.
- ese idiota estaba acosando a una chica y tratándola de zorra -. Dije enojado y a la vez cansado.
- vaya, ese tipo, Jeff Durán, es un pelele; la otra chica era Tessa Carter, una chica mucho menor que nosotros, debe tener unos veintidós años, ese tipo acosa a todas las chicas, sobre todo las más jóvenes -. Me miró serio. - hasta he sabido que las droga y luego las viola, nadie se mete con el, porque ya verás, la paliza que te dió, pero debes estar tranquilo, tienes nuestra protección -. Me sonrió, y yo le sonreí de vuelta, a duras penas.
- gracias, Curtis -.
- no es nada, aparte eres novio de Meg, ella es mi prima, una gran chica, tienes bastante suerte de tenerla, hermosa como ninguna; ya verás, es increíble su compañía -.
- así lo veo -. Sonreí.
Mi teléfono comenzó a vibrar en el bolsillo de mi pantalón.
- adelante, contesta -. Me alentó Craigh, vi la pantalla y era Alexis, no quería contestar; ella no me atraía ni en lo mas mínimo, era bella y todo, pero me causaba rechazo su compañía. - ¿no vas a atender? -. Miró mi pantalla, vaya qué fisgón es el primo de Meg. - ¿es una chica? -. Me miró extrañado.
- es del trabajo, mi secretaria -. Hablé con una expresión repulsiva.
- adelante, contesta, al parecer no es de mi incumbencia, si me buscas estaré en el sofá de antes -. Dijo antes de cerrar la puerta e dejarme solo.

Contesté...

- ¿Milo? -. Escuché la voz de ella.
- ¿qué es lo que ocurre Alexis? -. Dije cansado.
- eh, Milo, lamento arruinar tu noche, pero tengo una noticia que darte -. Me sentía ya cansado de tener que ver a Alexis en el trabajo, y que me llamara, por favor, solo me había acostado una vez con ella, y no era realmente porque quería; solo porque tenía ganas, y se que suena horrible, pero un hombre debe satisfacerse de vez en cuando, aparte que es sano que eyaculemos una vez a la semana, pero bueno, ahora tenía novia, y prontamente esposa que me ayudaría con todo eso, y tendremos hijos y una familia de verdad; soñar es gratis, y me imagino un lindo futuro con la señorita Donelly.
- dime rápido -.
- bueno, Milo -. Escuché que divagaba, y esperé.
- ¿si? -. Hablé para que me dijera de una vez.
- Milo, estoy embarazada -.

Extraordinary [Milo Manheim y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora